Explosión de una bomba en la Casa Sindical de Vigo

Una fuerte explosión producida por una bomba, al parecer de plástico, de gran potencia, causó cinco heridos y grandes daños en la Casa Sindical de Vigo ciudad, al mediodía de ayer. La explosión provocó un incendio que fue atajado por los bomberos sin más consecuencias. La bomba fue colocada, según las primeras impresiones, en el zaguán de la escalera de la entrada al edificio por la puerta lateral.

La explosión afectó principalmente a las dependencias instaladas en la planta baja, tales como la oficina de colocación, Sindicato Provincial de Transporte y Comunicaciones, personal y otras secciones próximas, destrozando tabiques, cuadro eléctrico, mamparas, muebles y enseres e incluso el ascensor, cuyo hueco se agrietó hasta la cuarta planta.A estas plantas superiores llegó también la onda expansiva, que destrozó cristales, puertas y mamparas en casi todas ellas. Afectó particularmente a las dependencias de la administración sindical, situadas en la primera planta. Quedó totalmente destrozado el despacho del administrador, que había salido de él segundos antes requerido de otra dependencia.

En la misma primera planta estaban reunidos en la sala de juntas representantes sociales y económicos de la empresa Femsa, con el delegado de la organización sindical, para firmar el acuerdo establecido para poner fin al conflicto que tenía paralizadas desde el pasado mes de mayo las actividades de esta empresa.

En la segunda planta estaba reunido el Consejo Provincial de Trabajadores, que después ha publicado una nota lamentando profundamente lo ocurrido y manifestando «su más enérgica repulsa por el atentado terrorista que ha podido causar daños irreparables», al tiempo que se pide la aplicación de la ley al caso con el máximo rigor. Los reunidos tuvieron que abandonar la sala rápidamente, por el gran número de cascotes y cristales que la onda expansiva arrojó sobre la mesa de sesiones.

Por último, se hallaban reunidos también en el edificio representantes de los trabajadores del ramo de la Construcción, que iban a conocer la propuesta de los empresarios para tratar de poner fin a la huelga que afecta al sector desde hace casi un mes, con cerca de 20.000 trabajadores en paro.

Después de la explosión se produjo la natural confusión de los primeros momentos entre las numerosas personas que, según Europa Press, ocupaban el edificio, pero se recuperó la calma con prontitud.

Los cinco heridos son Josefa Sacarrera y Julia Barreiro, con pronóstico reservado, ambas funcionarias que se encontraban en la oficina de colocación, y Antonio Faustino Caldés, Hugo González y José Rey Regal, todos ellos trabajadores de la localidad.

El atentado fue condenado por miembros de Comisiones Obreras de la factoría Vulcano, en el curso de una reunión celebrada en la misma factoría, al salir del trabajo y enterarse del hecho.

Los citados miembros de Comisiones han declarado que, aunque su movimiento obrero no está de acuerdo con el actual sindicalismo vertical, no consideran la colocación de bombas como necesaria para eliminarlo, y que el único camino de entendimiento entre trabajadores y empresarios ha de llegar a través de la implantación de la democracia, de la ruptura sindical y de una gran central sindical.