Pablo Porta,
barcelonés, abogado-asesor de empresas, miembro de UDPE y presidente de la Federación Española de Fútbol, dio un respingo al conocer que habían hecho ministro al señor Reguera, a quien él había apeado, hace un tiempo, de la presidencia del Comité de Competición. Parece que el ministro no le guarda rencor como tampoco se lo guarda al Real Madrid, que le dio de baja como socio en razón de cierto comentario suyo que molestó a los mandarines blancos. Otros ministros aficionados al fútbol son De la Mata -vicepresidente del Atlético de Madrid y Landelino Lavilla que es culé, o sea, partidario del Barça. En cuanto al presidente del Gobierno, su afición al deporte-rey es más reciente, de 1973, cuando, en compañía de Luis Angel de la Viuda, contempló su primer partido de competición, una final de Copa entre el Barcelona y el Valencia.
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