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Simone Veil, ministro francesa de Salud puede dimitir próximamente

La ministro más popular del Gobierno francés, la señora Simone Veil, titular de la cartera de la Salud, tal vez abandone sus funciones en breve plazo. Según sus declaraciones, de ayer a mediodía, se encuentra cansada, su carácter es más desagradable cada día y, en consecuencia, se pregunta «si no ha llegado el momento de cambiar de vida».

Pero cuando se la interrogó más a fondo sobre los problemas de su vida particular, originados probablemente por su actividad política, añadió otro tipo de consideraciones: me estoy dando cuenta, explicó, que las personalidades políticas pierden todo contacto y se deforman. Por ejemplo, que algunas personalidades, no reciben más que a otras personalidades que piensan de una cierta manera. Y hay personalidades, por el contrario, que no ven más que a amargados o a gentes hostiles. En los medios políticos de la capital se piensa que tales observaciones apuntan concretamente a alguna personalidad concreta, como el primer ministro, Chirac, o incluso al presidente de la República. La actitud de la señora Veil ha producido gran impacto. Del Gabinete Chirac, es la ministro más respetada por la oposición de izquierdas y la que, cada mes, en los sondeos de popularidad, aparece con el número uno. Su talento y su obstinación para defender la ley en favor del aborto le granjeó las simpatías y la consideración de la mayoría de los franceses. Desde entonces, en varias ocasiones, se ha hablado de ella como un posible jefe de Gobierno, si las circunstancias se presentaran. Por todo lo dicho, su actitud, de desencanto, hace pensar en que puede haber razones políticas serias para que piense abandonar su carrera política y, quizá, la mayoría giscardiana que gobierna.

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