Leyes que no se cumplen

Abro el periódico. Foto de perro grande, agarrado por el cuello y las patas por el lazo y muchas manos. Así espera con angustia tremenda su condena a muerte. Un cruel pinchazo de éter sulfúrico en el corazón. Otro día. Otra foto. Un perro muerto. Oficialmente envenenado en su propio habitat. Abro una revista. Otro motivo. Tres gatos ahorcados «a la malagueña». Leo que han descubierto un olivar lleno de perros ahorcados. Leo que unos basureros, simplemente, han molido perros vivos en una trituradora. Pongo la televisión. Imágenes demasiado vivas con muestras de crueldad hacia seres que no hablan. Pero esto ya es otro tema.En el mundillo de los animales españoles fallan muchas cosas. Casi todas. Al parecer, todo ha venido junto. Félix Rodríguez de la Fuente defiende ferozmente la fauna ibérica. ¿Pero quién se ocupa de los animales domésticos? Hay sólo un 10 por 100 a su favor.

Los animales tienen sus leyes. Antiquísimas. Algo es algo. Miguel Primo de Rivera pensó en ellos hace ya medio siglo. Lo sorprendente es que no se apliquen. Ni por autoridades. Ni por particulares. Motivo: ¿Para qué? Son otsimples animales».

La ley dice: «Que se castigue a las personas que maltraten o hagan pelear a los perros entre sí». Muy cortito. Pero algo es algo. ¿Qué es maltratar? Se podría escribir un libro... Maltratar es: no alimentar, alimentar indebidamente, no dar agua, dar patadas, encerrar, encadenar, «acariciar» con palos, cortar trozos de carne viva, dejar morir sin acudir a un veterinario, etc.

¿Cuántos maltratos se efectúan al año en España? Mejor no pensarlo. ¿Cuántos han sido denunciados? Una minoría insignificante. Ejemplo: la provincia de Málaga y su intensa guerra contra perros y gatos. Ha habido una racha continua de salvajes tratos y crueldades con estos animales, lo que ha podido ser visto y leído por muchos. Ha habido 839 denuncias y multas de 10.000 hasta 50.000 pesetas por llevar el dueño su perro sin bozal. Al parecer, nadie ha visto los malos tratos. O quizá se considera como normal por esta tierra, ya que sólo ha habido una sola denuncia por maltrato. Un señor azuzó a un perro para que matara a un gato. El gato se murió y esta bromita mortal le costó sólo 5.000 pesetas al señor que quería tener una escena, de balde, de salvajismo en la vía pública. Esto es pura matemática. La proporción canta. Un solo punto en favor del animal, contra 839 en contra.

La palabra «maltratar», legalizada, es elástica. Es curioso. Suena mucho más fuerte en inglés, sueco, danés, etc. Hasta ahora no he conocido a ningún inglés o nórdico que no haya comentado: «¡Hay que ver cómo...!» Es hora de que se comience a divulgar ese trocito de ley, párrafo 4 de R.O. 1927: «Que se castigue a las personas que maltratan o hagan pelear a los perros entre sí».

A los medios de difusión les cabe esta tarea porque, al parecer, ni siquiera los alcaldes saben que son responsables de «los Patronatos para la Protección de Animales y Plantas», por Real Decreto de 1928. Medio siglo sin aplicar y defender a los de cuatro patas. ¿Ignoran su título de jefes del Patronato local o es que se hacen los suecos porque no dan medalla por el bien de un «simple animal»? Sea como sea, pero en la provincia malagueña, por ejemplo, hay 101 alcaldes, y ha habido una sola denuncia. Es una vergonzosa estadística. ¿Cuántos Patronatos locales tienen para su defensa los animales en España? Unos seis mil, tantos como municipios.

¿Sabrán los 52 gobernadores civiles qué son Patronatos provinciales? Espero que sí, aunque hasta ahora, que yo sepa, hay uno solo, el de Barcelona, que haya actuado en defensa de los animales. Me encantan las leyes en favor de los animales. Otro parrafito, hecho también por Primo de Rivera hace medio siglo. El octavo: «Que por los gobernadores civiles se cuide de que los Ayuntamientos ejecuten rigurosamente lo que se ordena, procurando dar a esta disposición la mayor publicidad para su más exacto cumplimiento». Así habla la ley. Hace medio siglo. Así habla hoy.

Y el ministro de la Gobernación, con título de presidente del Patronato Central de los Animales, ¿porqué no comunica a sus 52 gobernadores que empiecen a aplicar como primer paso el parrafíto de «maltrato»? Y lo mismo digo al Patronato de Honor, cuya presidencia cabe a SM el Rey. Se adelantarían cinco décadas en un par de días.