Una familia con nueve hijos ocupa un piso deshabitado, en Sevilla
Dolores Moreno González, acompañada de sus nueve hijos, de ellos uno subnormal y otro aquejado de una grave dolencia, ocuparon en las últimas horas de la noche del pasado martes un piso deshabitado situado en el número 22 de la avenida de Federico Mayo Gayarre de Sevilla. Horas después de la ocupación, se personaron en la finca miembros de la policía municipal, qué obligaron a la familia al consiguiente desalojo.La señora Moreno González vivía con su marido, dependiente de una carnicería, su madre, una hermana soltera y los nueve hijos, el mayor de 14 años y el pequeño de seis meses de edad, dentro de la mayor promiscuidad en una habitación del inmueble número 1 de la citada avenida. Al observar que en la misma calle se encontraba deshabitado un piso desde hacía dos años, Dolores Moreno y su familia decidieron trasladarse al inmueble desocupado, hacia el cual trasladaron los mismos miembros de la familia los enseres más imprescindibles. Pocas horas después de consumada la ocupación, entrada ya la madrugada del miércoles, se personaron en el lugar varios números de la policía municipal, que obligaron a los ocupantes a abandonar el piso, entre la expectación y las protestas del vecindario. El piso ocupado resultó ser propiedad del Instituto Nacional de la Vivienda y fue declarado no habitable en 1974.
Antes de tomar tan drástica decisión, la señora Moreno había agotado todo tipo de consultas y visitas a los distintos centros oficiales, habiéndose entrevistado últimamente con el secretario general del Gobierno Civil, sin resultado práctico. A las diez de la mañana de ayer, una vez alojada de nuevo la familia en la habitación que les servía de morada, la secretaría de viviendas del Ayuntamiento de Sevilla, ante la gravedad y la repercusión pública del problema, facilitó a la familia de la señora Dolores Moreno dos refugios del núcleo de absorción La Corchuela, lugar situado a cinco kilómetros de Sevilla, a donde fueron trasladados inmediatamente los doce miembros de la familia.
Hay que subrayar que La Corchuela, como centro de refugio para aquellos que se ven imposibilitados para acceder a una vivienda digna no existe oficialmente, al clausurarse meses atrás con todo tipo de alarde publicitario por parte del Ayuntamiento. No obstante, el responsable de la ciudad-refugio La Corchuela, Gregorio Cabezas, estimó oportuno en su día mantener las instalaciones a fin de poder atender cualquier caso urgente como el protagonizado por la familia Moreno González. Confirmando la visión del señor Cabezas, dos familias que en el día de ayer fueron desahuciadas de sus respectivas viviendas, declaradas en ruinas por sus propietarios, acompañaron a La Corchuela a Dolores Moreno y sus familiares. Estos desahucios, forman parte del panorama cotidiano sevillano, al estar buena parte del casco urbano sometido a las declaraciones en ruinas.
Según ha declarado, a EL PAÍS el señor Cabezas, La Corchuela es un centro de tránsito para los desahuciados por las declaraciones en ruinas, no un centro terminal, residiendo allí los damnificados por esta normativa legal hasta que el Instituto Nacional de la Vivienda concede definitivamente un piso a las familias refugiadas
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