Peregrinación militar internacional a la tumba del Apóstol Santiago

El almirante Pedro Español, capitán general de la zona marítima del Cantábrico, pidió por el pueblo y por el Rey, y recordó a Franco, «que rindió sus armas y su alma en la última de sus batallas con la muerte», en el ofertorio de la misa oficiada en la Catedral compostelana durante la peregrinación militar a la tumba del apóstol Santiago.

Acudieron 2.500 peregrinos de los tres Ejércitos, Guardia Civil, Policía Armada, enfermeras, sacerdotes castrenses y representantes de Portugal, Francia, Alemania y Argentina. Presidieron los actos los capitanes generales de la VIII Región Militar y zona marítima del Cantábrico, en representación del teniente general Fernando de Santiago, cuyo avión no pudo aterriza por las adversas condiciones meteorológicas del aeropuerto.

La peregrinación se inició con el desfile de los participantes, tras la lectura del pregón por el teniente coronel de la Vega. Ya en la catedral, ofició la misa el vicario general castrense, monseñor López Ortiz, con el provicario argentino y 30 capellanes más. El almirante español, en el ofertorio, pidió además una especial protección para las Fuerzas Armadas. Respondió a la invocación el arzobispo de Santiago, monseñor Angel Suquía.

Terminado el acto religioso, el Ayuntamiento de Santiago ofreció a las autoridades una recepción. Posteriormente, los peregrinos asistieron a una comida de hermandad en el Burgo de las Naciones.