_
_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La danza de los directores generales

«Mire,usted, con esto de la crisis no sé cuando se resolverá su expediente». Así se manifestaba ayer un funcionario en un departamento más técnico que político.En la historia española de los últimos dos siglos, con exclusión de los últimos 40 años, los Gobiernos han sido siempre breves, las renovaciones en el Gabinete han venido sucediéndose en periodos de un año e incluso de menos. Ahora parece que entramos en una fase de Gobiernos cortos en que las sustituciones se reiteran. Realmente desde el Gabinete de 1973, con el presidente Carrero a su frente, las renovaciones producidas han sido cuatro en tres años. Tres. ministros de Hacienda en ese periodo, tres de Comercio, cuatro de Industria, cuatro presidentes del INI y así sucesivamente. Pero lo que resulta más grave no son las sustituciones en la cumbre, sino las de segundo escalón, directores, subdirectores, y la inquietud creada en el tercero. Parece que sólo los ordenanzas se sentían tranquilos, y no en todos los casos.

¿No es hora ya de profesionalizar la Administración y evitar que los catarros en la cumbre política produzcan pulmonías en la mecánica administrativa?

Como no que ha podido hacer política donde se debía, se ha hecho en la Administración, y ello ha engendrado problemas importantes que deben resolverse en el inmediato futuro.

Algún funcionario encaramado en las altas esferas y siempre celoso de su condición de experto y no de político, sugería una posible fórmula que profesionalizara y despolitizara la mecánica administrativa. Decía, ¿por qué no fichar a los directores generales y otros cargos que ahora se nombran por decreto, por periodos fijos de cuatro o cinco años? ¿Por qué no limitar sus sustituciones por tercios, de manera que se garantice una continuidad en los comités de dirección de los Ministerios? ¿Por qué no limitar la capacidad de remoción que cada nuevo ministro tiene en sus cua dros directivos, de manera que no se desmantelen éstos en cada crisis?

La sugerencia, aparte de su interés, pone de manifiesto la tragedia administrativa de las crisis que, como señalábamos, parecen cada día más frecuentes.

Otro tanto cabe decir en el caso de las empresas públicas, de las vinculadas al INI y de las que lo están directamente a departamentos ministeriales. Pero de la cuestión del estatuto de las empresas públicas, del concepto de su rentabilidad económica y social y de su independencia, control y responsabilidad, tendremos que hablar con mayor profundidad.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_