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Día mundial en defensa de los derechos del homosexual

El último domingo de junio de 1969 varios cientos de miembros del gay power estadounidense abandonaron su tradicional pacifismo y se enfrentaron a la policía en el centro del Greenwich Village, el famoso barrio neoyorquino. Desde entonces, el último domingo de junio de cada alío se conmemora, entre los grupos de liberación homosexual, el día mundial en defensa de sus derechos.En los últimos tiempos, la situación social del homosexual ha experimentado una mayor difusión, gracias al citado movimiento gay, que sin embargo, no ha logrado que varíen prácticamente nada las consideraciones y estructuras represoras que la sociedad ha levantado.

«La homosexualidad no es ni una anomalía ni una enfermedad, sino un componente más de la sexualidad humana», decía hace unos meses Yves Raynaud, en nombre del Grupo de Liberación Homosexual francés, en una carta al diario Le Monde que hacía algunas consideraciones acerca de un artículo anterior. Con ello, trataba de eliminar «la vieja idea de que los homosexuales constituyen una categoría de gente aparte, un tercer sexo, que proviene de un error de la naturaleza y que debe, en consecuencia, diferenciarse profundamente de la sociedad normal».

Prácticamente todos los países del mundo descargan el peso de sus leyes sobre el homosexual. En España, siguiendo estas pautas, la homosexualidad ha sido considerada vicio -hasta hace muy poco-, y últimamente, enfermedad, aunque sólo en algunos casos. En base a la primera consideración, los homosexuales son detenidos, enjuiciados y encarcelados. Según una estadística realizada este mismo año en las prisiones provinciales de Madrid, Barcelona y Burgos, y en los penales de Ocaña, Dueso y Puerto de Santa María, el 23,6 por 100 de la población penal española practica la homosexualidad. Aunque es indudable que la totalidad de los practicantes no fueron encarcelados por ello, es un índice válido para calcular la extensión de estas relaciones sexuales.

Una de las más recientes medidas legales tendentes a educar la consideración de la homosexualidad con la de cualquier tipo de relación heterosexual es la adoptada por el Parlamento danés el pasado mes de abril. Por 94 votos contra 51 y dos abstenciones, la cámara votó a favor de que las relaciones homosexuales de un adulto con un adolescente mayor de quince años no constituyan delito. Hasta entonces, la edad límite era los dieciocho años, mientras que para las relaciones heterosexuales se bajaba a los quince.

Este tipo de medidas aún es esporádico, y se restringe prácticamente a media docena de países en todo el mundo.

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