Envejecimiento de la población española
La población española viene sufriendo un envejecimiento continuo, según se desprende de los datos analizados en el informe FOESSA publicado recientemente. A finales de 1970, el 9,7 por 100 de la población española contaba con 65 o más años de edad. Dicha cifra, en 1900, era sólo del 5,2 por 100 de los habitantes, mientras que en 1940 ya alcanzaba el 6,5 por 100 de los españoles.
En el último decenio, el índice de envejecimiento ha crecido en un 18,3 por,100, cifra a la que no se había llegado en ningún período, intercensal anterior dentro del presente siglo. En 1970, España podía situarse entre los países envejecidos que, normalmente, suelen coincidir con los desarrollados. Entre los países capitalistas europeos, en los primeros 60 años de este siglo, España ocupa, el octavo lugar en cuanto al crecimiento del índice de envejecimiento; sin embargo, si el punto de partida es el año 1940, estaría en quinto lugar, y si únicamente se tiene en cuenta el decenio 1961-70, nuestro país ve crecer más que ningún otro su índice de envejecimiento.
Entre las causas de esta evolución figura, como determinante, la caída de la tasa de fecundidad, la guerra civil y, posteriormente, la emigración. Si se hubiera mantenido fija la tasa de fecundidad de 1900 a lo largo de los años, el índice de envejecimiento sería del 5,9 por 100. Si hubiera sido el de mortalidad el que no se hubiese alterado, el índice de envejecimiento habría alcanzado un valor del 8,3 por 100, en 1960. En cuanto a la estructura de las edades por regiones, el proceso de desertización es ya irreversible en muchas zonas, por razones puramente demográficas.
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