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El Consejo Nacional se resiste a la reforma

El Consejo Nacional del Movimiento originó ayer un nuevo frenazo a la reforma política proyectada por el primer Gobierno de la Monarquía. Los dos proyectos de ley de reforma constitucional sometidos a informe de la llamada Cámara política, experimentaron dificultades, que retrasarán la tramitación prevista de ambos. La propuesta de la ponencia de que desaparecieran los senadores vitalicios -los llamados «cuarenta de Ayete»- podría haber influido en la actitud hostil hacia el informe.

En el caso del proyecto de ley sobre reforma de la Ley Orgánica del Estado y otras Leyes Fundamentales -cuyo contenido principal es el establecimiento de un régimen bicameral y la reforma sindical-, la obstrucción ha sido de mayor entidad. El informe no vinculante que tenía que ser aprobado por el Pleno del Consejo Nacional previsto para el próximo día 15, martes, no pasó de la sección primera, que preside Jesús Fueyo. Tras ser discutidas durante casi cinco horas sus líneas generales, se aplicó el artículo 139 de la Ley Orgánica del Movimiento y fue rechazado por once votos contra dos -más dos abstenciones- el informe elaborado por la ponencia.El debate dio ocasión de mostrar las posiciones de numerosos consejeros nacionales contrarias al establecimiento del pluralismo político y las formas democráticas occidentales, y en defensa a ultranza de las estructuras del Movimiento-organización.

En su deseo de lograr consolidar tales estructuras, algunos consejeros manifestaron la conveniencia para la Monarquía de contar con los hombres de la base de la organización procedente del partido único, que han venido nutriendo las manifestaciones de adhesión y han sido muy útiles en ocasiones tales omo los referéndums o las elecciones celebradas durante el franquismo.

Una de las dificultades mayores con las que ha tropezado el informe de la ponencia ha consistido en su conformidad con las líneas generales del propósito reformista del Gobierno, que en algunos casos -como en lo relativo a la supresión de los senadores permanentes que heredarían al grupo de los 40- ha sido sobrepasado por la ponencia, lo que ha producido la indignación de los sectores más recalcitrantes del Consejo Nacional, que son los más abundantes.

En cuanto al otro de los dos proyectos de reforma constitucional -el referido a la Ley de Sucesión en la Corona-, la sección primera del Consejo Nacional ha prestado su aprobación al informe elaborado por la misma ponencia, si bien ha introducido importantes modificaciones, aunque éstas, incluso en el caso de que sean asumidas por el Pleno de la citada Cámara, no tendrán para el Gobierno otro valor que el de meras sugerencias sin vinculación alguna,

Entre las modificaciones, destacan la exigencia de que el juramento del Rey y del heredero de la Corona. se refiera no sólo a las Leyes Fundamentales, como proponía el Gobierno y la propia ponencia, sino también a los Principios Fundamentales que informan el Movimiento Nacional, juramento que ya hizo Juan Carlos I y que ahora se iba a derogar.

Información en págs. 7 y 8

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