Nashville: un rodaje heterodoxo

El próximo miércoles se estrenará en Madrid Nashville, película de Robert Altman, que posee ciertas peculiaridades respecto a la producción y realización de la inmensa mayoría de los filmes realizados en los Estados Unidos.El propio título indica ya el carácter esencial del mismo: se trata, en definitiva, de un particular homenaje a la ciudad-reina del country, una parte de la música folk. «La película se rodó en agosto de 1974 -declara a EL PAIS una de sus protagonistas, Geraldine Chaplin-. Mi papel es el de una chica que se hace pasar por periodista de la BBC, y que prepara un documental sobre la ciudad y sus gentes. Lo cierto es que nunca se llega a saber si es verdad o no lo del documental, pero en cualquier caso aprovecha el motivo para criticar constantemente el sistema de trabajo norteamericano. Los personajes centrales son veinticuatro. Se reúnen en Nashville. Unos se conocían de antes, otros lo harán a lo largo de la película y otros no se llegarán a conocer. Todos viven en el mismo sitio y algunos tendrán que interpretar las canciones que ellos mismos han compuesto para esta ocasión. »

-¿Qué particularidades de producción y realización introdujo Altman?

«Pues por ejemplo, los veinticuatro actores cobrábamos todos exactamente lo mismo, las mismas dietas y salarios. Por otra parte, Altman rodó toda la película con dos, y en ocasiones tres, cámaras. El sonido directo era estupendo. Los actores llevábamos micrófonos ocultos, sin cables, y el ingeniero de sonido tenía una mesa de mezclas con ocho pistas, de tal manera que siempre tenías que estar actuando porque los micrófonos recogían las conversaciones aunque estuvieras fuera del campo de la cámara. Se rodó en siete semanas -lo que es rarísimo en las películas norteamericanas- y los diálogos se improvisaban de diversas maneras. Altman nos reunió antes de comenzar el rodaje y comentó que. podíamos inventarnos los diálogos, bien escribiéndolos días antes del rodaje, o durante el mismo. También existía la posibilidad de aceptar el guión. »

-¿Y la parte musical?

«Algunos de los actores compusieron canciones para la película. En Nashville está el Grand Old Opry (La gran vieja ópera), uno de los locales más famosos de Estados Unidos, de música folk, de los que tienes que reservar sitio con ocho meses de antelación. Todos los días hay tres shows del espectáculo y allí tuvieron que cantar algunos de los actores, que lo hacían por primera vez, ante más de 3.000 personas ignorantes de que se rodaba una película. Keith Carradine, con su canción I am easy (Soy fácil), obtuvo el Oscar de este año a la mejor canción de una película. Con él intervienen en la película, entre otros, Ronee Blakley, Karen Black y Lily Tomlin. Julie Christie y Elliot Gould aparecen autointerpretándose. Fue un rodaje estupendo en el que disfruté muchísimo.»

Una película cuya primera versión duraba doce horas y que posteriormente se redujo a seis, para ser comercializada en tres episodios de dos horas cada uno de ellos, preferentemente en televisión, y más tarde se volvió a reducir a algo más de dos horas, que es su duración standard en las copias de exhibición cinematográfica, la que ahora se estrena en Madrid.

Un retrato de América, o de una parte de ella, rodado de una manera aparentemente heterodoxa y absolutamente coherente con el clima y ambiente de lo que se quería mostrar.