Mañana, elecciones en el Colegio de Aparejadores

Mañana se celebran las elecciones para presidente y tesorero en el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid. Sólo permanecen dos candidaturas: la profesional -formada por José Hernández García y Rafael Vera- y la de relanzamiento de la actividad profesional -Eduardo González Velayos y José Neira- que se presenta a la reelección. La democrática no fue proclamada en su día, por lo que ha quedado fuera de los comicios. El pasado sábado presentó una impugnación contra la proclamación.«Si el señor González Velayos hubiera renunciado a la proclamación como candidato, las elecciones de mañana podrían contar con la candidatura democrática», dijo el representante profesional durante una mesa redonda organizada ayer por EL PAÍS con los candidatos para aclarar las posiciones de los tres equipos. Esta renuncia no se realizó «para no defraudar a los 1.700 colegiados que me apoyaban», afirmó el señor González Velayos.

Amplia participación

En principio, todos Ios presentes manifestaron conjuntamente su deseo de que mañana se produzca una participación masiva de votantes según de la noticia de la impugnación ha hecho creer a algunos colegiados que las elecciones se habían anulado. Asimismo, todos suscribieron las manifestaciones del contador de la junta, Rafael Anduiza, en el sentido de no hacer manifestaciones que confundan el contenido de los reglamentos y respetar el juego de las libertades democráticas hasta sus límites. Entrados en el turno de alegaciones, la candidatura democrática fue la primera que argumentó su posición en esta campaña. «Los dos motivos de mi presencia aquí -dijo el señor Jiménez-Oritiveros- son el recurso de alzada presenteado, ejercitando un derecho reconocido por las leyes, y que esperamos prospere, y las noticias aparecidas en la prensa, cuya labor aplaudimos en base a considerar que los profesionales estamos inmersos en una sociedad, y en este sentido, lo que nos ocurre debe ser conocido por todos a Ios que afecta». Declaró que no admitía los términos en que se habían realizado la campaña electoral del candidato a la reelección, señor González Velayos, porque se basaba en unos principios personalistas y no democráticos que anulaba y desacreditaban, a prioridad en su opinión, la posible labor a desarrollar por otras candidaturas para salir elegidas. «No acepto que se diga que si no se elige al señor González Velayos se colapsa el Colegio». Con indepedencia de esto, dijo el señor Giménez- Ontiveros, «protesto formalmente por el trato discriminado dado a nuestra candidatura en esta campaña, y me reafirmo en el recurso de alzada presentado en las publicaciones y en las cartas enviadas».

Etica diáfana

«Queremos dejar bien sentado -afirmó el señor González Velayos al comenzar su intervencion- que nuestra actuación dúrante todo el proceso electoral ha sido guiada por la misma ética diáfana que ha calificado nuestra actuación durante los tres años que hemos estado en el Colegio. De ello da prueba el haber propiciado unas elecciones democráticas y representativas»-.

Para el ex presidente del Colegio, los términos empleados en algunas cartas han demostrado un desconocimiento del reglamento por parte de los otros candidatos. Candidatos que, por otra parte, «nunca han tenido interés en presentarse a trabajar en las comisiones del colegio».

«No sé si se puede decir que mi acción ha sido personalista momentos, la línea ideológica socio-profesional de las candidaturas».

Incumplido un pacto

La candidatura profesional explicó, a continuación, que había apoyado la impugnación de la democrática «porque hemos considerado que no se había cumplido un principio pactado entre caballeros el 12 de mayo. Si continuamos en la votación a pesar de esto, es porque no tenemos otro remedio: si renunciamos, el señor González Velayos será proclamado vencedor sin elecciones, con lo cual defraudaríamos a los que nos apoyan». A pesar de esto, el señor Hernández García, candidato a presidente, afirmó que si resultaran vencedores presentarán su nombramiento ante una asamblea general en el plazo de un mes para que lo ratifique. Si no lo hiciera, dimitirían.

La mesa redonda finalizó con un turno de réplica en el que se argumentaron diferentes matices respecto a las afirmaciones de cada contrincante. En general, el resultado vino a confirmar un común deseo de que las elecciones se llevan a cabo con normalidad. Todos los candidatos,se proclamaron, sin mención de pesimistas ideológicas concretas, aunque, al final una de las candidaturas, precisamente democrática, se haya quedado fuera de juego.