Giscard anuncia el fin de la crisis económica
Optimismo, dinero y libertad, éstos fueron los temas desarrollados anoche por el presidente de la República, señor Griscard d'Estaing, a través de la televisión, ante sus conciudadanos, contrastando con «los tiempos sombríos y duros que se avecinan», sobre los que disertaba hace sólo algunas semanas.«El acontecimiento de este año -afirmó Giscard-, en el que no habrá elecciones, es el fin de la crisis y la reactivación económica». Esta reactivación es «cierta y fuerte», añadió. Y por ello, «a finales de 1976 nuestro crecimiento económico será también fuerte ».
La salida del túnel de la crisis que, en efecto, confirman los expertos, aunque con mucha más cautela, prueba para Giscard, en primer lugar, de que es falso, como ha venido explicando la oposición de izquierdas, que «la crisis era de nuestro sistema económico». En segundo lugar, el paro (un millón, de obreros sin trabajo actualmente) disminuirá, y la política económica del Gobierno será adaptada a la reactivación, lo que quiere decir que sé equilibrará el Presupuesto nacional, Para frenar la inflación y, también, resaltó ampliamente, «será necesario que nos impongamos autodisciplina, moderando los beneficios y los salarios».
Terminó Giscard anunciando nuevas mejoras para los dos millones de ancianos más desvalidos, «una de mis grandes preocupaciones», que, para finales del año próximo, cobrarán 1 50.000 pesetas anuales. Y la libertad, Giscard se declaró, una vez más, favorable a una sociedad «liberal avanzada» y explicó que para él, la libertad no es anarquía ni desorden, sino responsabilidad». Algunas de las primeras reacciones acusan de «electoralismo flagrante» a Giscard.
PCF-Católicos
La nueva ofensiva del Partido Comunista francés hacia el, mundo cristiano va a constituir «un acontecimiento histórico excepcional», afirmó el miembro del buró político del PCF, encargado de las relaciones con los católicos, señor Grements, A juzgar por las informaciones que, sobre el tema dio ayer, en una conferencia de prensa el portavoz comunista, el «acontecimiento», es decir el discurso de Georges Marchais, secretario general del partido, en Lyon el próximo 10 de junio, no tendrá precedentes.Para preparar el acto se repartirán 650.000 octavillas, se enviarán 140.000 circulares de invitación y 40.000 invitaciones personales. Es posible, creen algunos, que la operación de «mano abierta» del PCF a los cristianos, aunque responde a una tradición que ya cuenta casi cincuenta años, intente «robar» votos en las próximas elecciones a los socialistas, que seducen más fácilmente a los católicos. Actualmente en el PC se cuentan veinte sacerdotes y un porcentaje sustancial de su medio millón de miembros son cristianos. Por otra parte, el PC francés no oculta que, en fechas electorales importantes que se avecinan para Francia, desearía no tener que enfrentarse con la jerarquía católica, como les ocurre ahora a sus colegas italianos. Recientemente, aún los miembros eminentes de la Iglesia de Francia, como el obispo de Grenoble, monseñor Matagrin, denunció el comunismo «como una vía que siempre ha desembocado en el totalitarismo».
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