Programa de trabajo de los Reyes en su visita a América

El primer viaje oficial de los Reyes de España al extranjero «dará la imagen de la joven monarquía española y permitirá un mayor conocimiento de esta España nueva que el Rey encarna», dijo ayer el ministro de Asuntos Exteriores, José María de Areilza, en el curso de un cambio de impresiones con la prensa española y extranjera, para dar cuenta del programa de la visita regia a la República Dominicana y a los Estados Unidos.

La visita al país hispanoamericano, que comenzará el lunes 31 de mayo, constituirá una rectificación a la ausencia de los monarcas españoles en aquellos países que un tiempo fueron parte de la corona española. En cuanto a la visita a los Estados Unidos, su importancia se realza por el hecho de que los reyes serán huéspedes de la Casa Blanca en una cena, y ofrecerán un banquete al presidente Ford y señora, en la embajada española, en unos tiempos en que los dirigentes del país disponen de poco tiempo, por hallarse inmersos en una intensa campaña electoral.Se cree que el Rey no firmará ningún documento ni el Tratado de Madrid, que se halla pendiente de su ratificación por el pleno del senado norteamericano. La comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta ya ha recomendado su ratificación por el pleno, pero se considera, por parte española, que éste es un problema secundario, sujeto sólo a los programas de trabajo del Senado.

Los reyes llegarán a la capital dominicana en la mañana del lunes día 31, y después de la ceremonia de bienvenida, por parte del presidente Balaguer, descubrirán una lápida en la plaza de España e inaugurarán el museo de las Casas Reales. Los jefes de Estado de los dos países se impondrán mutuamente condecoraciones: Don Juan Carlos recibirá la orden del Mérito Duarte Sánchez Mella, y el presidente Balaguer la Gran Cruz de Isabel la Católica. Don Juan Carlos tendrá la oportunidad de encontrarse, en la Casa de España, de Santo Domingo, con la numerosa colonia española, y delegaciones de otros países hispanos del Caribe, entre otros, de Puerto Rico:

Durante su estancia en Norteamérica, a la que llegarán el martes, los reyes visitarán la ciudad colonial restaurada de Williamsburg, e iniciarán su visita oficial en la Casa Blanca, el miércoles por la mañana. Por la tarde de ese día, el Rey se dirigirá a una sesión conjunta del Congreso de los Estados Unidos, ocasión que se depara raramente a los jefes de Estado en visita. El Rey almorzará con la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y con la de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes. Por la tarde, el Rey visitará la sede de la Organización de Estados Americanos, a la que se dirigirá con un discurso en castellano. Por la noche, el presidente Ford ofrecerá a los reyes una cena oficial.

El jueves, el Rey tendrá ocasión de departir con un grupo de periodistas y editores de periódicos, y visitará el cementerio nacional de Arlington. Ese mismo día los reyes almorzarán con el secretario de Estado, Henry Kissinger, y por la tarde ofrecerán una estatua de don Quijote, obra de Aurelio Telo, instalada en el Kennedy Center. Por la noche del jueves, los Reyes ofrecerán una cena de honor al presidente Ford y señora, en la residencia de la embajada.

En la mañana del viernes los reyes viajarán a Nueva York, donde almorzarán con el secretario de las Naciones Unidas, y desarrollarán numerosos contactos con la comunidad española en la ciudad, con representantes del Consejo Municipal y con hombres de negocios y financieros.

El ministro Areilza rechazó la idea de que la ausencia del Rey en viaje supusiese «una ausencia legal», esto es, una dejación temporal de sus funciones de jefe de Estado. Según Areilza, el texto del anteproyecto de ley de sucesión en la Corona, que está sometido al informe del Consejo Nacional, que pronto conocerán las Cortes, y que será sometido al referéndum de la Nación, contempla la continuidad de la función de jefe de Estado aunque éste no se encuentre en el territorio nacional.

La visita de los reyes a Nueva York terminará el sábado.