Gritos contra Fraga y aclamaciones al "bunker"
Con los gritos de Fraga, dimite, el pueblo no te admite y El bunker, unido, jamás será vencido, finalizaron los actos político-religiosos celebrados a media tarde de ayer en la Basílica del Valle de los Caídos, convocados por la Confederación Nacional de Excombatientes. Asistieron alrededor de 5.000 personas. Estos actos no tenían carácter oficial, aunque estuvieron presentes el jefe de la Casa del Rey y antiguo jefe de la Casa Civil de Franco, señor Fuertes de Villavicencio, y el presidente del Consejo de Estado, señor Oriol y Urquijo.
Desde primeras. horas de la tarde fue congregándose público en la basílica y en la explanada situada, delante de la insima. Hubo aplausos para diversas personalidades conforme éstas iban llegando, tales como Pilar Primo de Rivera y Licinio de la Fuente, además de los dirigentes de la Confederación, con el señor Girón de Velasco al frente.Minutos antes de las 18,50, hora prevista para el, comienzo del funeral, llegó a la basílica la señora de Meirás, Carmen Polo de Franco, acompañada por su hija, la duque sa de Franco, su yerno el marqués de Villaverde y varios de sus nietos. Gritos de «Franco, Franco» acogieron su presencia en la escalinata de acceso a la basílica, que se repitieron nuevamente cuando la viuda de Franco y sus acompañantes ocuparon los sitiales, que les estaban reservadosjunto a la tumba del generalísimo.
Ofició la ceremonia el, padre Bulart, capellán del fallecido jefe del Estado durante cerca de cuarenta años, y a quien recordó conunas sentidas palabras en la homilía. «Murió el alma de España cuando todos creíamos que las almas no habían de morir», dijo, al mismo tiempo que mencionaba lasveces que hay que, retorcerse el corazón «y tragar las lágrimas en silencio, como habéis hecho, vosotros, combatientes de la paz, en esta ocasión».
A la salida del templo, y mientras la señora de Meirás descendía la escalinata de la basílica, comenzaron a oírse numerosos gritos de «Gobierno, dimisión», «Franco, sí» y «Abajo los traidores», e igualmente se cantó varias veces el «Cara al Sol», brazo en alto. Fuerzas de la Guardia Civil, junto con miembros del servicio de orden de la Confederación, formaron un cordón para permitir el paso de la viuda de Franco. La marcha de esta última fue acompañada con insistentes aclamaciones a Franco.
Unas 1.500 personas, aproximadamente, permanecieron unos minutos lanzando diversos gritos. Cabe decir también que la presencia de periodistas fue desfavorablemente.comentada por cierto número de asistentes al acto. Algunos fotógrafos fueron advertidos, por personas que no exhibieron ninguna credencial oficial, de que no debían tomar fotografías más que de las personalidades asistentes al acto. Una prudente actitud -por parte de los informadores evitó que se produjeran incidentes.
Una vez terminado el acto celebrado por la tarde en el Valle de los Caídos, el señor Valero Bermejo, secretario general de la Confederación Nacional de Excombatientes, puntualizó ante los periodistas que el funeral no había sido organizado por esta entidad, sino que habían aceptado una invitación de doña Carmen Polo de Franco.
También dijo que el sentido de .la disciplina había obligado a lasgentes.de la Confederación, en contra de sussentimientos, a obedecer el mandato gubernamental de no realizar el acto con una concentración popular en Madrid.
Por la mañana se había celebrado otra misa en el Valle de los Caídos, organizada por los retirados de los tres Ejércitos, a la que también asistió la señora, de Meirás.
Por otra parte, cabe informar que el vespertino El Alcázar, órgano de la Confederación Nacional de Excombatientes, publicó ayer en portada una esquela de Franco, en la que simultáneamente, se convocaba al acto religioso organizado por dicha entidad en el Valle de los Caídos.
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