La marea negra ha invadido la playa de la Coruña
A las 17,35 de ayer fue sofocado totalmente el fuego a bordo del petrolero Urquiola siniestrado en la bahía de La Coruña. El incendio, que se reprodujo de madrugada, ha retrasado para hoy el inicio de la operación rescate. Tres cuartos dé hora antes de apagar el fuego aparecía el cadáver del capitán del buque. Cientos de coruñeses despertaron alarmados a las cinco de la madrugada de ayer. Se había registrado una nueva explosión en el barco que permanece a dos millas de la ciudad desde el miércoles y el incendio volvía a adquirir grandes proporciones. Una enorme bolsa de petróleo ardiendo se desplazaba hacia la capital. Desde la barriada de San Amaro, el espectáculo, según testigos, era pavoroso. Inesperadamente, a medio kilómetro de la costa, el fuego se apagó.
Ayer, a primera hora de la tarde, llegó a La Coruña el director general de Ordenación del Turismo, Juan Careaga, para conocer los efectos de la marea negra en el sector. Ya ha habido rescisión de algún contrato de alquiler de apartamentos en la zona de Mera, pero hay confianza en que, a corto plazo, se superen las consecuencias del desastre. Esperan que el siniestro se olvide pronto y que sigan adelante las inversiones turísticas en la zona, numerosas en este momento, y entre las que figuran dos proyectos de hoteles para la capital.La Diputación se reunirá hoy, en sesión extraordinaria, para estudiar la situación y se espera que la Cámara de Comercio convoque reunión extraordinaria para la próxima semana, esperando quizá que la evolución de los sucesos permita iniciar un cálculo realista de los daños.
Prensa crítica
La prensa coruñesa también ha adquirido un tono crítico a partir de ayer.
La Voz de Galicia comenta en un editorial: «Desde ayer se encuentran en La Coruña varios altos cargos de la Administración. ¿No debe esperarse, además, la presencia de uno o varios ministros? Es cierto que La Coruña posee una larga y poco esperanzadora experiencia del paso de ministros en misión, casi siempre, de cháchara veraniega. Si en esta oportunidad apuntamos la conveniencia de un viaje, es para que se comprometan de verdad. El trance rechaza verbalismo e incluso actitudes paternales.»
En la sección local, El Ideal Gallego lamenta también que no hayan acudido ministros a La Coruña y dice: «La sensación de desamparo era algo que se notaba ayer, cualquiera que fuese el ambiente que pulsáramos. Y desgraciadamente sólo se nos ocurre una razón para ello: Galicia no es, hoy por hoy, políticamente rentable. Galicia solamente sirve para pasar un par de días en verano y ponerse morado de percebes del Roncudo.»
Sin embargo, hoy llegará a La Coruña el ministro de Obras Públicas, según anunció, pasadas las diez de la noche, el director general de Ordenación del Turismo, que afirmó, también, que tomará en cuenta la sugerencia de hacer una campaña nacional en prensa, radio y televisión, para devolver a La Coruña la imagen de ciudad turística.. Aseguró que no se ha rescindido ninguna reserva hotelera, según le han informado representantes del sector.
Finalmente, el señor Careaga aseguro que en junio las playas coruñesas estarán limpias.
El pesimismo prendió nuevamente en los coruñeses, que han vuelto a soportar molestias: humos, malos olores y el temor de que una nueva explosión provocara males mayores.
La jornada ha tenido unos héroes en los 17 hombres del remolcador RA-1, de la Armada que, aproximadamente a las cuatro de la tarde, subieron al petrolero. Provistos de material contra incendios, trabajaron denodadamente durante hora y media, hasta dejar el barco en condiciones de iniciar el trasvase del crudo a un petrolero de Campsa, operación prevista para ayer que no ha sido posible realizar todavía.
«En torno al Urquiola -han comentado personas que presenciaron la operación en el mar-, hay una franja de 20 metros de petróleo en una capa espesísima que dificulta la respiración e incluso impide la navegación a los pequeños barcos que refrigeran sus motores con agua de mar. Más de la mitad del casco del barco está bajo el agua.»
Aparece el capitán
Minutos antes de las cinco de la tarde, en las inmediaciones del dique de abrigo de La Coruña, aparecía un cuerpo flotando que, rescatado por una lancha de la Cruz Roja del Mar, fue identificado como Francisco Eduardo Rodríguez capitán del petrolero, que desapareció el miércoles a las dos de tarde. Deja dos hijas y a su esposa en estado de gestación. Hoy se efectuará la autopsia posiblemente a las diez de la mañana y se podrá confirmar si murió por asfixia por inmersión como se supone, ya que, aun cuando el cadáver presentaba algunas quemaduras, ésta no parecen graves. El cuerpo rescatado estaba recubierto de una espesa capa de petróleo.
Aumenta la «marea negra»
La marea negra ha tocado ya de lleno, la playa de Riazor, en pleno casco urbano de La Coruña, así como la de Mera, al otro lado de la ría. Aun cuando los efectos de los detergentes y dispersantes que arrojan barcos y aviones a la ría parecen muy positivos, el daño ya está hecho: casi 40 kilómetros de litoral han sido afectados, y se teme que el petróleo llegue a otras rías.
En varias poblaciones gallegas, incluso a 150 kilómetros de La Coruña, ha aparecido nuevamente una gran nube negra que se supone formada por el humo producido en el incendio del petrolero. El barco no ha perdido más crudo por la mañana, pero sí arrojó petróleo al mar en la tarde de ayer.
Unidades de la Marina siguen trabajando intensamente y han sido numerosas las escalas del Ejército del Aire, transportando material anticontaminante. También ha llegado a La Coruña el buque Coornide de Saavedra que ha interrumpido su campaña de medición de la riqueza pesquera del litoral gallego, para incorporarse a la operación.
En todos los medios oficiales y privados se niegan a hacer estimaciones de los efectos causados por el accidente, ya que es prematuro calcular objetivamente. La petición de mil millones de pesetas por parte del Ayuntamiento parece que no se basa en estudios fiables, imposibles de realizar ahora globalmente.
La fauna ha sido gravemente afectada, y se espera que hoy, a las doce, el director general de Pesca, Víctor Moro, se reúna con representantes del sector. La sugerencia que ha recibido el alto cargo del Ministerio de Comercio, para trasladar el marisco vivo de la ría del Pasaje a Ortigueira no es viable, ya que, según algunos pescadores, han muerto berberechos, almejas y ostras, excepto en una pequeña zona preservada por la desembocadura de un río. Casi un millar de pescadores calculan que podrían obtener este año unas capturas valoradas en más de cien millones de pesetas y que perderán con esta situación.
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