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Comenzó el Festival de Cannes con homenaje a Hollywood

Ángel S. Harguindey

Ayer comenzó el XXX Festival Internacional de Cine, en Cannes, y lo hizo de la forma más coherente que podría pensarse: rindiendo homenaje a Hollywood.Un día antes llegaron Gene Kelly, Fred Astaire, Cyd Charisse, Cary Grant, Kathryn Grayson y el inevitable Johnny Weissmuller: la flor y nata de la vieja guardia de la Metro.

Por la noche se exhibió Hollywood, Hollywoód, antología de secuencias musicales de los films de la M.G.M. tras el éxito comercial de Erase una vez Hollywood. Los productores norteamericanos están dispuestos a exprimir la vaca, si bien es verdad que se trata de una vaca opulenta y, en ocasiones, espléndida.

La víspera produjo, por mor de una huelga del gremio hostelero, uno de los pocos espectáculos imprevistos en esta ciudad que vive, al menos en estos días, de, por y para el cine: las estrellas, los productores todopoderosos y los play-boy de lujo se subían sus maletas a las habitaciones.

Si querían tomar un café en el hotel (nos referimos al Carlton), debían hacérselo en la cocina. No se podía telefonear. Los recados quedaban sobre las mesas y, en definitiva, todos esperaban ver salir del despacho del director a Groucho Marx con su puro. Mario Vargas Llosa, miembro del jurado, nos comentaba divertido, aunque con un cierto cansancio (llevaba alojado tres días en el Carlton), «creo que es más sencillo seleccionar y premiar películas».

Pantaleón y las visitadoras, probablemente se estrenará en España durante el festival de San Sebastián, en septiembre.

Si los datos cuantitativos no suelen ser buenos consejeros en cuestiones artísticas, citemos el de que se exhibirán 450 películas durante las dos semanas del Festival, a modo de aproximación a este desmadre fílmico que es Cannes. La ciudad entera, sus calles, sus aceras, los vestíbulos de los hoteles y las farolas están repletos de carteles. Sólo se habla de cine y el resto del mundo parece no existir. Los productores y distribuidores traducen a dólares los precios de venta. Las actrices se acicalan y el espectador debe de escoger entre la oscuridad de la sala o la luminosidad de las playas repletas de monobiquinis. La prensa diaria ofrece el contraste de acontecimientos: el St. Etienne perdió la final del la Copa de Europa, y cuatro países europeos, Alemania Federal, Chipre, Hungría y Malta tendrán que importar agua potable: la consumen en mayor cantidad que lo que pueden ofrecer sus reservas naturales.

Coincidiendo con la inauguración práctica -la oficial se producirá esta noche con el estreno de Cría cuervos, de Carlos Saura, y la presencia del ministro de la Cultura, Michel Guy, se presentaron los libros Medio siglo en Hollywood, de Raoul Walsh, y Hollywood Story, de Frank Capra: la meca del cine sigue siendo negocio.

El film que se proyectó en primer lugar recoge algunos momentos gloriosos del arte cinematográfico, el arte más joven de cuantos existen y que, pese a ello, se permite ya el ofrecer antologías. Ver en la pantalla a Gene Kelly o Fred Astaire y, naturalmente, a Cyd Charisse, y comprobar en persona su físico actual es, sin duda, una de las más auténticas pruebas de valor que estrella alguna pueda ofrecer a sus admiradores. Sin embargo, mantienen un increíble optimismo y el sentido del humor que los hijos del american way of life exhiben sin reparos.

El gran marathon ha comenzado Tennese Williams, Charlotte Rampling, Jean Carzou, María Cecchi Gori, Costa, Vargas Llosa -jurado del festival- preparan sus armas. El resto asiste perplejo a esta romería cinematográfica que mueve miles de millones de pesetas entre divismos, vanidades y obras maestras.

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