Los problemas del colegio "Méjico", sin solución

En el Colegio Nacional «Méjico», situado en la avenida de Badajoz del madrileño Barrio de la Alegría, cursan estudios mil cien niños y niñas. Construido hace unos siete años, sus instalaciones revelan una densidad de 25 alumnos por aula y en el centro imparten enseñanza 40 profesores de ambos sexos. La educación no es mixta y el profesorado se desglosa entre un 880 por 100 de enseñantes con plaza en propiedad y el resto de profesores, como contratados. La edad media del primer grupo de maestros es superior a la de los segundos; abundan entre éstos los jóvenes de recientes promociones.También en este centro cursan estudios niños afectados de poliomielitis que, aunque estudian en aulas aparte, comparten el recreo conjuntamente. Su localización en el «Méjico» es eventual pues permanecen allí mientras concluyen las obras de un colegio específico a ellos destinado. Estas obras se iniciaron hace algunos años y no existen indicios de su inmediata inauguración. Durante cinco años, la Asociación de Padres de Alumnos allí existente se viene planteando el estudio y tratamiento de las cuestiones que afectan al Colegio. Recientemente se dio un caso de promiscuidad sexual entre los niños; la Asociación, preocupada asimismo por algunas situaciones de indisciplina registradas en el centro, decidió acometer una serie de iniciativas. Estas consistieron en la propuesta al claustro de profesores de un ciclo de charlas de educación sexual destinadas a los padres de los alumnos y, respecto a los niños, la instauración de la co-educación mixta hasta el 5 curso de Enseñanza General Básica, esto es, destinada a alumnos cuya edad oscila entre 4 y 11 años. Aunque el claustro de profesores no puso objeción alguna al proyecto, las conversaciones seguidas por los directivos de la Asociación con el titular de la inspección educativa del área han resultado, hasta el momento infructuosas.

Varias asociaciones de padres de alumnos de otros colegios de la barriada, han iniciado conversaciones para discutir y tomar medidas conjuntas ante los problemas comunes por los que atraviesan.