Areilza invita a la oposición a colaborar en un "pacto nacional" para la reforma

«No hay discrepancias fundamentales en el seno del Gobierno, puede haber diferencias de criterios, amtices, etc.; pero una vez adquirido un consenso sobre un tema concreto, la opinión del Gobierno es única dijo el ministro de Asuntos Exteriores, José María de Areilza, en un almuerzo coloquio celebrado ayer en el club Siglo XXI. El ministro, en el curso del coloquio invitó a la oposición moderada no extremista, al establecimiento de un pacto nacional para la reforma.

El señor Areilza propuso como «único camino para pasar de un régimen de autoridad a una convi vencia democrática lo que se ha llamado el pacto nacional, un propósito de compromiso de honor en el que la Monarquía abre el juego y los representantes de las fuerzas políticas deben aceptar ese juego. Hoy eso es posible. Hay una serie de figuras responsables en esos sectores de la oposición, y hay que negociar y pactar sobre un compromiso de futuro y entendimiento.» Concretó el señor Areilza que «en un momento de transición hay que tener en cuenta otras opi niones». «Yo invitaría, -dijo- a la oposición moderada, de la derecha y de la izquierda, a que tengamos puesto el pensamiento en España en el deseo de llegar a un acuerdo en la medida en que el juego político sea auténtico. Las reglas del juego han de permitir el acceso al poder de quienes hoy no lo ocupan y, por el contrario, que los que lo detentan no lo ocupen en exclusiva. Esto es que el Estado no sea, ni lo parezca, propiedad de una oligarquía.»Durante cerca de hora y media el señor Areilza contestó a una serie de preguntas, la mayoría de ellas leídas por el presidente del club, Antonio Guerrero o por miembros del mismo, como el general Vega y los ex ministros Fernando Suarez y José María López de Letona.

En respuesta a una pregunta sobre sus declaraciones a TVE -no difundidas- el ministro -afirmó que «la entrevista sería hoy decepcionante ya que no habla en ella nada explosivó». La razón de que no se emitiese sedebe a que «por razones tácticas, el presidente Arias estimó que no era conveniente hacerlo, a pocos días de su propia aparición en televisión.» El ministro se refirió en otro momento al enorme trabajo realizado por el Gobierno -pese a lascríticas de derechas e izquierdas en los cinco meses de su existencia. «Este trabajo tiene como meta ,-añadió- abrir al país a una reforma sin traumas, reforma de vital importancia en todos sus aspectos sin olvidar el sindical, que resulta imprescindible para la homologación con la Organización Internacional de Trabajo (OIT). Sobre la conveniencia de gobernar con decretos-leyes, el ministro afirmó que el Soberano es eje, símbolo y personificación de la Nación, por lo que deben estar por encima de discordancias políticas que separan y mantener.abierto el cauce de coiunicación con el pueblo.

«No fui a las capitales europeas a mendigar»

Tratando de temas específicos de política internacional, el conde de Motrico se refirió al contenciso concordatario y af irmó que este instrumento jurídico, calificado en tiempos de modélico, esta desfasado, «porque la España de hoy no es la de entonces, sin olvidar que el Vaticano II, supuso una profunda transformación de la Iglesia. » « Las relaciones con la Iglesia son de gran importancia para la vida española -añadió- y debemos llegar, a ritmo rápido a un acuerdo-marco que defina estas relaciones. Ambas partes deben renunciar a sus posiciones privilegiadas, según la invitación del Vaticano II, y los demás problemas se resolverán de forma gradual, bilateral y rápida. "El tiempo no simepre trabaja a favor, precisó el señor Areilza, quien cerró el tema afirmando que España no puede vivir sin la Iglesia y esta no puede hacerlo sin el amor de España.

A propósito de si la imagen exterior de España corresponde a la realidad interior, el ministro explicó que, a su juicio, la misión de un ministro de Asuntos Exteriore es doble: conocer y recoger las opiniones del exterior y explicar la política de su propio pais.

Hizo luego referencias a su gestión: Tratado con los Estados Unidos, entrevistas con Melo Antunes y visitas a las capitales europeas, «a las que no fui -como se ha dicho- a mendigar, como no lo hace el secretario de Estado Kissinger en sus incesantes periplos por los cinco continentes», precisó.

El conde de Motrico señaló que en todas partes había encontrado un profundo respecto hacia España y hacia el libre albedrío de los españoles para que la reforma se produzca sin traumas. «Entre los nueve -añadió- encontré también un profundo deseo de que España se integre en la CEE porque Europa necesita de España que es un rico mercado, un factor de equilibrio que compensará la superior potencia nórdica y también por otras razones geopolíticas y militares.»

Finalmente el teniente general Vega preguntó al ministro si la integración de las Fuerzas de Orden Público españolas podrían suponer un obstáculo para integración de España en la Alianza Atlántica. El señor Areilza, que ya había recordado en interés que encontró en la sede de la OTAN por el ejército español respondió que no creía en un obstáculo orgánico. «España -dijo- es una potencia militar media y los hombres que la integran su Ejército deben estar en contacto con sus camaradas de armas europeos. No es hora de sesteos.»