La Coordinadora de Arte, insatisfecha con las promesas del Ministerio
Se ha necesitado más de un año y una ola de protestas para reconsiderar el decreto que excluyó las enseñanzas de Historia del Arte del Bachillerato y COU. No obstante, el paso atrás anunciado por el Ministerio no satisface a los estamentos implicados.
La Coordinadora Nacional de Historia del Arte comunicó ayer que la promesa del Ministerio de Educación y Ciencia de incluir la asignatura de Historia del Arte en el Bachillerato Unificado Polivalente (BUP) y el COU no soluciona más que mínimamente los problemas que había planteado a la Administración.
La Coordinadora afirma que, aparte de la inclusión de la asignatura en los dos cursos citados, había planteado la creación de cátedras de Arte en Institutos, el aumento de puestos de trabajo en museos y demás centros donde se impartiera la enseñanza del Arte, mayor dotación para las cátedras de arte en las Universidades, aumento de becas y puestos de investigación y el nombramiento de una comisión de profesores y alumnos elegidos en asamblea, para que se ocuparan conjuntamente con el Ministerio, en la solución de los problemas planteados.
El origen del conflicto de profesores y alumnos de Historia del Arte es el decreto de 23 de enero de 1975, en el que se excluía de los planes de estudio de Bachillerato y COU la Historia del Arte. La medida ministerial se consideraba improcedente y contradictoria y el panorama vino a agravarse con la ley de Idoneidad y Concordancia que estipulaba que el educador sólo podía impartir las asignaturas de la especialidad en la que se había titulado.
En un primer momento, se dirigieron diversas cartas al Ministerio y se hizo una huelga hacia mayo del año pasado. El malestar se acentuó a comienzos del presente curso y, ante el silencio administrativo, hace casi tres meses —el 11 de febrero— se formaba una comisión negociadora integrada por estudiantes, PNN y numerarios para encarar directamente el problema. Al día siguiente se hizo una petición oficial de entrevista al Ministerio, pero éste permaneció en su mutismo.
Ante lo acuciante de la situación, en una asamblea, celebrada el día 16, se planteó la necesidad de tomar medidas más efectivas y se decidió hacer un encierro en el Museo del Prado. Cuando el Ministerio tuvo conocimiento de esta decisión llamó al decano de la Facultad y le comunicó que recibiría a la comisión paritaria el día 23, a condición de que el encierro se suspendiera. No obstante, el 18 de febrero, a las 11 de la mañana, estudiantes, licenciados, numerarios y no numerarios se encerraron en el Museo del Prado, en la sala del cuadro Las Lanzas, de Velázquez.
El número máximo de personas que llegó a congregarse fue de 600, pero a lo largo del día desfilaron muchas más, Aunque el director del museo, Xavier de Salas, comunicó que habían llamado por teléfono del Ministerio para decir que recibirían a la comisión paritaria, la asamblea se prolongó. Durante el día se trataron temas de carácter global y Moreno Galván y Camón Aznar pronunciaron sendas conferencias. El marqués de Lozoya y los alumnos de Arte de Barcelona, Sevilla y Santiago se solidarizaron con los encerrados.
El día 23, el subsecretario de Educación y Ciencia se entrevistó con la comisión de representantes, aunque de dicha reunión no salió nada en concreto. Los profesores y alumnos elaboraron una tabla reivindicativa con los puntos a que aludían en el comunicado de ayer -—puestos de trabajo, mayor dotación de las cátedras, etc....— y que consideran que no ha satisfecho el Ministerio.
El 17 de marzo, dos días después del plazo fijado por los estudiantes para obtener una respuesta ministerial, el Departamento daba la primera señal de atención al probIema haciendo pública una nota en la que afirmaba su propósito de intensificar la enseñanza de la Historia del Arte y la inclusión en los textos de Historia de las Civilizaciones de varios temas relativos a esta materia. Asimismo, enviaba 700 diapositivas de arte a los centros de Bachillerato. La solución actual, de incluir la asignatura de Historia del Arte en Bachillerato y COU, al parecer, no da respuesta más que a uno de los puntos que plantearon los afectados.
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