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La presidenta de la federación noruega: “En el fútbol tenemos que establecer principios para enfrentarnos a situaciones de genocidio”

Lise Klaveness defiende la respuesta de su país a la masacre en Gaza, apoya la igualdad salarial entre las selecciones masculinas y femeninas y recomienda un sistema de cuotas para que más mujeres ocupen puestos de mando en Europa

Lise Klaveness
Diego Fonseca Rodríguez

El sábado de la semana pasada, Noruega goleó a Israel en Oslo (5-0) con una actuación arrolladora de Haaland. El delantero del City falló dos penaltis pero anotó un hat trick que dejó a su selección a las puertas de regresar a una Copa del Mundo por primera vez desde 1998. “Estamos a una victoria. Mentiría si no dijera que toda la nación está conteniendo la respiración ahora mismo”, cuenta Lise Klaveness, presidenta desde 2022 de la Federación Noruega de Fútbol (NFF, en sus siglas en inglés), a EL PAÍS el pasado jueves en Madrid en el marco del World Football Summit sobre una generación dorada de jugadores —Haaland, Odegaard, Sorloth...— que ha vuelto a poner a su país en el mapa mundial del fútbol.

El choque ante el combinado israelí fue de alto riesgo. Hubo manifestaciones propalestinas en la capital noruega por la masacre que ha sufrido Gaza durante los dos últimos años. El presidente de la federación de fútbol de Israel, Moshe Zuares, se quejó de que Noruega anunciase que donaría la recaudación del partido a Médicos sin Fronteras para apoyar su trabajo en la Franja, donde la ofensiva del ejército hebreo, emprendida tras los atentados de Hamás del 7 de octubre en el que fallecieron unas 1.200 personas, ha dejado alrededor de 70.000 muertos, muchos de ellos mujeres y niños. “Jugamos contra quien nos toque, ya sea Israel o España, no debemos comportarnos de forma diferente aunque trabajemos para que el sistema apruebe sanciones contra una selección. La Federación Palestina de Fútbol presentó un caso ante la FIFA sobre equipos israelíes de zonas ocupadas. Es una infracción de los estatutos de la FIFA y es fundamental que un sistema basado en reglas trate estos casos, que estos sean juzgados y sancionados”, argumenta Klaveness, de 44 años.

En mayo de 2024, Noruega fue, junto con España e Irlanda, uno de los primeros países europeos en reconocer el Estado Palestino. La presidenta de la NFF, que también es abogada y fue futbolista —disputó dos Mundiales—, defiende la presión que ha ejercido su federación en todos los frentes y recuerda el informe de la ONU que hace unas semanas concluyó que Israel estaba cometiendo un “genocidio” en los territorios palestinos ocupados. “El informe de Naciones Unidas decía que todos tenemos responsabilidad en detener este sufrimiento extremo. Ahora se está implementando un acuerdo de paz y mi trabajo es, por un lado, defender un sistema basado en reglas; por otro, darle energía e impulso al acuerdo”, dice.

Klaveness entiende que el pueblo palestino sienta que en Occidente existe un doble rasero en las respuestas a lo sucedido en la Franja y lo ocurrido en Ucrania tras la invasión rusa de 2022. “Los casos son muy diferentes. Las atrocidades en Gaza comenzaron el 7 de octubre, que fue un ataque horrible. Y ambos constituyen violaciones del derecho internacional, el 7 de octubre y lo que sucedió después. En un sistema basado en reglas es necesario contar con unos principios para evaluar estos casos. Rusia fue boicoteada por la UE, y en Noruega [el país no es miembro de la Unión] seguimos el ejemplo. Israel no ha sido sancionado por ningún gobierno. Para el fútbol ha sido difícil, pero creo que la dificultad no debería ser el final de la discusión. El fútbol debe ser autónomo. Tenemos que trabajar para establecer principios para cuando nos enfrentamos a situaciones de genocidio o cuando hay países que invaden otros países”, opina.

La federación noruega fue una de las primeras en igualar el sueldo de las y los internacionales. Dio el paso en 2017, poco después de que Ada Hegerberg, primer Balón de Oro en la historia del fútbol femenino, renunciase a la selección por la desigualdad salarial y en infraestructuras que había entre el equipo de mujeres y el de hombres. “El equal pay funciona muy bien porque los futbolistas siguen cobrando mucho en sus clubes. Es un principio que las federaciones pueden implementar, no es imposible. Los jugadores no están en la selección por dinero, lo hacen por orgullo. Con los premios es muy difícil porque se recibe mucho más por los torneos de hombres [la Eurocopa femenina del pasado verano, por ejemplo, repartió 41 millones de euros, por los 331 que distribuyó la masculina en 2024]. Ahí es donde viene la verdadera dificultad, pero en cuanto al salario por estar concentrados con la selección, recomendaría que se hiciera por igual”, afirma Klaveness, que se mantuvo en contacto con Hegerberg desde 2017 hasta que en 2022 decidió regresar al combinado noruego poco después de que ella asumiese la presidencia de la NFF. “Le agradezco la postura que tomó. Defendió cambios necesarios, y a veces eso es doloroso”, añade.

Ella es una de las pocas mujeres que dirigen una federación nacional de fútbol en Europa. “No me gusta decirlo, pero tenemos que aceptar que el sistema discrimina sistemáticamente. El tiempo, por sí solo, no ayuda. No se trata de tener cuotas por tener, pero hay que regular. En Noruega, por ejemplo, tenemos una exigencia del 40% de representación de cada género en las juntas directivas de la federación desde hace 30 años. Cuando se aplican cuotas como esta es muy difícil al principio porque sientes que estás eliminando el talento masculino, pero dale años y la competencia orgánica volverá y será mejor, con más oportunidades laborales, y también ayudará al crecimiento del fútbol femenino. Todas las federaciones deben mirarse al espejo. Pueden plantearlo con un plazo de 10 años, pero en 10 años tiene que estar hecho. Si no se hace, no se logra el cambio. La historia lo demuestra”.

Klaveness estaba en el Estadio Australia de Sídney el 20 de agosto de 2023, cuando la selección femenina española tumbó a Inglaterra y ganó por primera vez el Mundial gracias a un gol de Olga Carmona. Luego presenció cómo Luis Rubiales, entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol, agredía sexualmente a Jenni Hermoso al darle un beso no consentido en la boca durante la entrega de medallas: “La selección española ha conseguido cambios fundamentales. Es aun más impresionante cuando ves los conflictos que tuvieron en la federación. ¿Adónde habrían llegado sin esos conflictos? Hubieran aniquilado al resto de equipos. Lo peor del caso Rubiales fue que se llevó toda la atención, lo eclipsó todo y fue triste para el fútbol femenino”.

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Sobre la firma

Diego Fonseca Rodríguez
Es redactor en la sección de Deportes de EL PAÍS, en donde ha estado en otras secciones. Antes trabajó en Efe, Cadena SER, ABC y Faro de Vigo. Es licenciado en Periodismo por la USC, Máster en Periodismo Multimedia por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo EL PAÍS. En 2021 obtuvo el Premio Lilí Álvarez de Periodismo.
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