El temor a perder la Fórmula 1 en Cataluña: “Es una campaña de márketing que no se paga de otra manera”
Las instituciones públicas se muestran positivas sobre las negociaciones de renovación del circuito, que genera 200 millones de euros de retorno indirecto y es fundamental para el tejido comercial de la zona
Hace 33 años que el Circuit de Barcelona-Catalunya desconoce lo que es la vida sin la Fórmula 1. En 2026 finaliza su contrato con Liberty Media, año en el que coexistirá con el estreno del circuito urbano de Ifema en Madrid, con convenio hasta 2035. Las negociaciones, aún abiertas: un proyecto liderado por la Generalitat de Cataluña que aspira a salvar el impacto económico de la F1 en el territorio. La cita —que concentra 284.066 visitantes en cuatro días, casi la mitad de todos los turistas recibidos en 2023 en el Circuit— genera 200 millones de euros en retorno indirecto, según el Departamento de Empresa, y 2.670 puestos de trabajo, gran parte temporales, de acuerdo con un estudio del Circuit con datos de 2019. “Perder la F1 sería catastrófico”, augura el presidente del Gremio de Hostelería del Vallès Oriental, David Vázquez. Este añade: “Para los hoteles más cercanos al Circuit supondría el cierre”. Para la mayoría de hoteles de la comarca, las fechas del Gran Premio suponen entre “el 30 y 35% de sus resultados anuales”, aunque para los más cercanos aumenta hasta el “70 u 80%”, comparte el Gremio. “El Circuit actúa de punto de atracción como motor económico de todo el entorno del Vallès Oriental”, afirma su director, Josep Lluís Santamaria.
El impacto de la máxima competición de automovilismo del mundo trasciende el circuito. “El Gran Premio tiene un impacto económico, laboral y de imagen del territorio que hay que preservar”, afirma la alcaldesa de Granollers, Alba Barnusell. Según el alcalde de Montmeló, Pere Rodríguez, la F1 supone un impacto económico actualmente de “400 o 450 millones de euros”. “Es muy importante para posicionar Cataluña en el mundo y por eso hay una lucha global”, cuenta el titular de Empresa, Roger Torrent. El Govern está “convencido” de que lograrán renovar el contrato más allá de 2026, sin compararse “con nadie”, aseguró el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Y desde el Ayuntamiento de Barcelona, el alcalde, Jaume Collboni, mostró su disposición a hacer “todo lo posible”.
Desde el Hotel Montmeló coinciden en la importancia del Gran Premio: “En cuanto sale el calendario ya hay reservas. Viernes y sábado siempre estamos completos, y las tarifas son un 300% superiores a las habituales”. Sin disponibilidad desde diciembre, con la temporada aún sin comenzar, sienten que han dejado la pandemia atrás, pues han alcanzado cifras de 2019. “Un porcentaje muy grande de asistente es público internacional, y no solo vienen por la carrera, sino que se quedan más tiempo”, explica Rodríguez. Los visitantes del Circuit gastaron, en 2019, 108 millones de euros –sin tener en cuenta las entradas–, según Torrent. “El tipo de turista que viene a la F1 tiene mucho dinero y está dispuesto a gastarlo. Mientras el impacto económico de MotoGP es más directo al pequeño negocio, la F1 llega a otro nivel”, analiza Vázquez.
El Circuit de Barcelona-Catalunya pertenece a Montmeló –ocupa el 25% de su término municipal–, una localidad de poco más de 8.000 habitantes a 27 kilómetros de Barcelona. “El Circuit coloca a Montmeló en el mapa, pero también a Cataluña y España. Las audiencias estimadas de un día de F1 son una campaña de márketing que no se puede pagar de otra manera”, asegura Rodríguez, su alcalde. Durante unos pocos días al año, el pueblo vallesano se vuelca, cuenta: “Facilitamos la tramitación, la concesión de licencias de actividad -ocupación de vía pública, obras, etc-, policía local, brigada de limpieza...”. Incluso Renfe, para llegar a la localidad, dobla su frecuencia de paso. “El Ayuntamiento de Montmeló es el único que siempre ha apostado de forma clara y directa por el Circuit y llena el pueblo a rebosar”, afirma Vázquez.
Pero el inconveniente del circuito es el déficit. Si bien desde la Generalitat y desde el Circuit no quieren hablar de la situación económica de las instalaciones —”estamos tranquilos y las cosas van bien”—, desde el Gremio no se muestran optimistas: “Si desaparece la F1, ¿seremos capaces de mantener una estructura deficitaria, ahora mismo, de más de 60 millones de euros?”. Aunque desde Montmeló, el diagnóstico es diferente, y según Rodríguez, “no hay deudas”. “El Circuit es contraintuitivo, porque hay una aportación de dinero público, pero el retorno es básicamente privado. Aunque también genera impuestos, tasas y cotizaciones. Pero el impacto económico en el territorio justifica más que sobradamente el balance negativo que ha tenido en el pasado”, comparte el alcalde.
Para salvaguardar el futuro de la categoría reina en Cataluña, el 21 de marzo se reunirán —aseguran desde el Gremio— para tratar la renovación y avanzar en un proyecto común. “Estamos gastando mucho tiempo y dinero yendo por separado”, constata Vázquez. “Desde el Govern a veces se ha puesto en duda”, recuerda Rodríguez. Tanto desde el Circuit como desde Montmeló y el Departamento de Empresa comparten la “coordinación, compromiso y complicidad” existente entre Ayuntamiento, Generalitat y Diputación para prolongar el contrato. “La F1 es uno de los iconos del deporte en Barcelona y Cataluña. La Generalitat es quien debe liderar las negociaciones”, compartió Collboni.
En 2026, el icónico Circuit y el novato de Ifema coincidirán en el calendario. Para el circuito catalán, las dos citas “son compatibles y complementarias”. El positivismo reina también en la Generalitat y los ayuntamientos de Montmeló y Granollers. Aunque el Gremio de Hostelería del Vallès Oriental sospecha que se trata de “una jugada estratégica de Liberty Media”. “Van a mantener Barcelona hasta que puedan comprobar que Madrid no es un fracaso, como fue Valencia: si Madrid funciona, perderemos Barcelona”, augura.
Pese a que las calles de la capital no albergarán un Gran Premio hasta dentro de dos años, ya existen los primeros informes sobre las ganancias potenciales para la Comunidad. Los ingresos anuales superarían los 450 millones de euros, se crearían 8.200 empleos y se estiman más de 85.000 turistas, según Ifema y de acuerdo con un estudio preliminar realizado por Deloitte. Un proyecto que, según la Comunidad de Madrid, no tendrá financiación pública, algo “raro” para el alcalde de Montmeló. Y una ventaja para el Circuit, que sí la tiene. “La inversión pública es lo que da una seguridad jurídica a los inversores de que el proyecto continuará”, opina el político.
“Entrar en una competición con Madrid puede significar que todas las instituciones catalanas reafirmemos el compromiso para mantener el GP muchos años más”, considera Rodríguez. Aunque la mayoría de las partes se muestran optimistas en alcanzar un acuerdo, el futuro es incierto. “Si perdemos la F1, perderemos seguramente el Circuit. No habrá ningún tipo de carrera que pueda sustituir esa gran cantidad. Estamos en riesgo, eso seguro”, sentencia Vázquez.
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