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El Barcelona se hace con el escolta Kevin Punter

El norteamericano, que tiene pasaporte serbio, llega libre al club azulgrana después de militar en el Partizán de Belgrado y firma por una temporada

Liga Endesa
Punter y Llull, en el momento de empezar la trifulca de hace dos años en la Euroliga.Juan Carlos Hidalgo (EFE)
Jordi Quixano

Las sonoras derrotas contra el Real Madrid en la semifinal de la Liga Endesa, también un discreto tercer lugar en la ACB y el descarrile camino de la Final Four de la Euroliga fueron una bofetada difícil de digerir para el Barcelona. Hacía cuatro años que no se quedaban en blanco y su chequera sugiere mucho más, aunque de un curso a otro se viera reducida en un 20% la masa salarial, trastocado el proyecto —sin el técnico Jasikevicius ni el jugador franquicia Mirotic—, al punto de que se tildó el año de transición. Pero no se contaba con la sequía. Por lo que Juan Carlos Navarro, mánager del baloncesto culé, ya advirtió de que habría cambios, de que no se podía permitir un nuevo batacazo. Se señaló al entrenador, Roger Grimau —que aceptó el fiasco y se reprendió en público— y también a parte del vestuario, poco competitivo y con desaires hacia el cuerpo técnico. Como sucedió con Kalinic o Jokubaitis. Todos ellos ya están en la rampa de salida, un camino que ya cubrió Grimau, despedido y relevado por Joan Peñarroya. Así, el vestuario se remozará de lo lindo y ya se sabe que Kevin Punter (Nueva York, Estados Unidos; 31 años) tiene su dorsal para el año que viene.

Sucede que este Barça no es todavía el de las primeras elecciones, pues en el banquillo se pretendía a Xavi Pascual —fue tal la diferencia económica que existía entre ambas partes que no se hizo siquiera una oferta— y como escolta se negoció con Mario Hezonja, toda vez que el jugador se prestó a firmar un precontrato que se quedó en agua de borrajas tras unas declaraciones de amor al Madrid, su club, el consecuente enfado del área de baloncesto azulgrana y la definitiva marcha atrás de un Hezonja que se dejó querer para renovar de blanco. Desde el Barça, en cualquier caso, aseguran que Punter era una vieja pretensión, pues el año pasado se quedó a paso de ir al Palau, negociaciones rotas a última hora porque el Partizán rompió la banca —el mejor contrato nunca visto en el país— y el Barça no llegó a la contraoferta. Un año más tarde, sin embargo, Punter se acerca a las cifras que quería y llega libre al club azulgrana para firmar por un curso.

Escolta con muchos puntos en las manos, protagonista cuando el partido se pone caliente, Punter llega para reforzar el tiro de tres, capaz también de jugar de base. “Lo queríamos desde hace tiempo y el equipo mejora con él”, resuelven desde la entidad azulgrana; “esa es la idea, que los que lleguen sean piezas importantes y no complementos”. Punter, por ejemplo, se ha ganado su nombre, por más que no haya hecho una carrera al uso. Descartado en el draft de la NBA de 2017 y tras disputar las Ligas de Verano con los Timberwolves, el escolta decidió cruzar el charco para probar fortuna. Comenzó en equipos modestos como el Lavrio griego, el Amberes belga y el Rosa Randon polaco. In crescendo permanente, alcanzó el AEK Atenas, la Virtus Bolonia, el Olympiacos, el Estrella Roja, el Olimpia de Milán y, finalmente, el Partizán de Belgrado. Los números le definen, pues contabiliza 124 partidos en la Euroliga con una media de 14,5 puntos, dos asistencias y 12,6 de valoración con un acierto del 39,3% en triples. No será el último en llegar.

Con Kalinic cerca del Estrella Roja y con Jokubaitis escogiendo equipo, el Barça tampoco cuenta con Nnaji ni con Da Silva, que está coqueteando con el Bayern de Múnich. Por lo que desde el área deportiva se esmeran en agilizar los fichajes con centímetros, un alero y un ala-pívot. Por un lado, el Barça está tratando de cerrar la operación con Jaron Blossomgame (Monaco), de calidad reconocida. Queda por ver a quién ficha como cuatro, alguien que le discuta el puesto a Parker, la revelación de la temporada. Del mismo modo, no está claro que Ricky Rubio siga en el Barcelona, pues queda por ver si continúa con la pelota naranja entre las manos después de renunciar a la selección para tomarse un tiempo de reflexión, tentado ahora también por el Joventut de Badalona, el club que le formó. Por lo que el Barça aguarda a Juan Núñez, que se ha alistado en el draft de la NBA a la espera de saber en qué posición queda, pues se sabe que de seguir en Europa (este curso ha jugado en el Ratiopharm Ulm alemán) su futuro pasaría por el Palau Blaugrana. Núñez tiene su pasado en el Madrid, pues le curtió hasta dar el salto. También Hezonja tenía puentes con el Barça, pues antes de ir a la NBA y al Madrid se vistió la camiseta azulgrana. Y hasta Punter tiene una ligazón con los blancos, aunque en esta ocasión más bien es ojeriza, pues estuvo en la trifulca de hace dos cursos de los cuartos de final de la Euroliga entre el Partizán y el Madrid, sancionado con dos encuentros por estar en la refriega con Llull y Yabusele. Desde este año podrá discutir con el archienemigo con la pelota en las manos y, de paso, con la camiseta azulgrana puesta.

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