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Grimau: “No soy idiota, la temporada del Barcelona no ha sido buena”

El técnico azulgrana acepta el fiasco y la posibilidad de su despido después de que el equipo haya firmado un curso en blanco, eliminado ahora por el Madrid en los ‘playoffs’ de la ACB

Grimau, durante el tercer partido de la serie contra el Real Madrid.
Grimau, durante el tercer partido de la serie contra el Real Madrid.Toni Albir (EFE)
Jordi Quixano
ACB - semifinal - jornada 3
Barça
Barça
92 95
Finalizado
Real Madrid
Real Madrid

Abrines, que nunca va pasado de revoluciones, recriminó a Tavares su actitud al final del encuentro. Da Silva, otro que no es de bramar, protestó enérgicamente un par de personales que le señalaron; Grimau clamó al cielo en varias ocasiones, disconforme con el arbitraje y con el resultado; y Vesely, todavía en el segundo cuarto, fue expulsado porque cometió una falta antideportiva y, después, iracundo, protestó una decisión para sumar una técnica y el adiós del partido. “Lo de Vesely ha sido clave como en la final de Copa, creo que estamos súper condicionados con los arbitrajes y para ganar al Madrid hay que jugar mucho mejor que ellos…”, resolvió Juan Carlos Navarro, mánager del área del baloncesto del Barcelona. Pero los lamentos y las protestas, el mirar al colegiado, es una excusa que nadie en el Barcelona compra, ahora que el equipo ha firmado una temporada sin ganar nada. Tampoco el propio Navarro, consciente de que el equipo hacía cuatro años que no se quedaba en blanco, la guinda envenenada para el club porque el equipo de fútbol también se ha dado de bruces con la realidad. Una tara que no se duplicaba en ambas desde hace 16 cursos.

Con el gesto apesadumbrado y la cabeza gacha, Grimau compareció ante los medios de comunicación para admitir la derrota, el fiasco. “En el Barça hay que jugar bien cuando toca y luchar por los títulos, estar en disposición de ganarlos como mínimo. Y en esta temporada, a excepción de la Copa del Rey, donde sí alcanzamos la final, no lo hemos hecho en las otras dos grandes competiciones”, aceptó el técnico, que siempre se ha exigido más que los demás, autocrítico como pocos. Su continuidad, claro, está en duda después de ascender del filial y asumir el banquillo en verano tras el adiós de Jasikevicius. “Hay que hacer cambios porque no hemos llegado a los objetivos”, resolvió sin ambages Navarro; “pero no puedo responder ahora si seguirá o no el entrenador. Se ha de pensar, reflexionar, hablar con él también... No todo ha sido el entrenador, pues algunos jugadores no han estado a la altura. Bueno, nadie lo ha estado, nosotros también nos metemos en el mismo saco”. Grimau, que tampoco quiso decir si se veía con fuerzas de continuar por eso de estar en caliente con la eliminación, recogió el testigo: “Estamos hablando después de una derrota, de acabar la temporada. Se sabe lo que siento por este club y ahora estoy muy fastidiado. Es un mal momento y tengo que reflexionar, pensar; necesito tiempo para analizar más cabalmente todo”. Pero tiene claro que no depende de él: “No soy idiota. La temporada no ha sido buena. Así que a partir de ahora no sé”.

No es el único que duda. “No decidiré mi futuro en caliente, quiero tener la cabeza fría para poder valorar todo”, expuso Ricky Rubio. Tampoco parece que vayan a seguir, entre otros, Jokubaitis ni Kalinic, al que señaló el propio Navarro al tiempo que apostilló que no le habían gustado ciertas actitudes del vestuario. Sucede, en cualquier caso, que las incertezas se zampan al Barcelona, que ha fracasado en su proyecto. “No hemos llegado a los objetivos. Era una temporada de transición con muchos cambios, pero no hemos llegado a la Final Four de la Euroliga, perdemos por 3-0 ahora… Estamos un poco decepcionados”, aclaró Navarro. Así lo vio el camerino. “Tengo un sentimiento de gran decepción. No llegar a la Final Four nos afectó demasiado y no hemos sabido cerrar esa página para concentrarnos en la Liga contra unos tíos que son los que mejor año han hecho de todos los equipos”, reveló Satoransky. “Estoy cabreado, triste y jodido porque no quería que acabara aquí. Merecíamos seguir adelante, tener más oportunidades. El Barça es uno de los clubes más grandes del mundo y nos exigen estar en las finales y ganar títulos. No hemos conseguido los objetivos y no queda otra que asimilar, afrontar, aprender y trabajar. Así es la vida”, añadió Hernangómez. “Estoy decepcionado porque la temporada se acaba y no hemos ganado nada. Con el nivel de exigencia que tenemos hace daño que estemos ya de vacaciones”, agregó el capitán Abrines; “hemos sido capaces de lo mejor y de lo peor. Un equipo como el Barça debe ser más estable, tener más continuidad”.

Todo eso lo valorará Navarro junto con el vicepresidente y responsable del área Josep Cubells. “Seguro que haremos retoques para competir más”, insistió el mánager de la sección; “porque esto no ha salido bien. Era una apuesta, un cambio radical presupuesto más bajo y no ha salido”. Así lo aceptó Grimau: “Seguro que se podía hacer más. Estamos en el Barça y no hemos ganado. El equipo ha demostrado que hemos jugado en momentos muy bien al baloncesto. Pero no hemos llegado. Soy el entrenador y el responsable. Se puede gestionar de otra manera, poner a otro… Al final has perdido. Y no ganar no da la razón”.

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