La vida extra de Viran Morros con los Hispanos a los 40 años: “Esto es inesperado para mí”
El especialista defensivo, que dio por cerrada la etapa en la selección de balonmano tras los Juegos de Tokio, es convocado para el preolímpico que empieza este jueves tras la llamada de urgencia en el Europeo de enero
Se suponía que los Juegos de Tokio de 2021 eran el final de la larga carrera de Viran Morros en la selección de balonmano. La cita se había anunciado hacía mucho como el epílogo de una generación única encabezada por él, Raúl Entrerríos o Julen Aginagalde. El barcelonés tenía 37 años. Hace dos veranos, además, se marchó desde Alemania al equipo suizo Pfadi Winterthur a modo de aterrizaje. Había meditado la retirada, pero le apeteció una última aventura en una Liga menos exigente como mentor de jóvenes, con los que a veces se asusta al conocer la diferencia de edad. En esas andaba todavía cuando, ante la sorpresa de muchos, fue reclutado de vuelta con los Hispanos a los 40 años.
El seleccionador Jordi Ribera, que ya lo llamó de urgencia en el Europeo del pasado enero por la caída en el primer partido de Miguel Sánchez-Migallón, lo ha vuelto a incluir —aunque ahora desde el principio— en la lista del preolímpico que empieza este jueves con el choque ante Bahréin (18.30) en Granollers (el viernes, contra Eslovenia a las 21.00, y el domingo frente a Brasil a las 17.45; todo por Teledeporte). Se distribuyen dos billetes y ahí sigue Morros en la pelea de especialista defensivo, haciendo el trabajo sucio.
“Por supuesto que esto es inesperado para mí. Ya lo fue en el Europeo”, admite a la primera el catalán a través de una videollamada. “El chip de la selección lo tenía un poco desconectado. No apagado del todo, pero en standby, por lo menos. Después de Tokio, Jordi y yo hablamos y luego hemos tenido varias conversaciones. Él me contó claramente sus planes. Siempre me ha metido en la prelista, pero su idea era que no estuviera en la definitiva. Yo siempre le he dicho que podía contar conmigo cuando quiera. Hace un mes me llamó y me dijo que Miguel [Sánchez-Migallón] no estaba recuperado y que estuviera preparado. Soy consciente de lo que es esto, que con Miguel sano a mí no me habría convocado, pero ahora toca disfrutar y tratar de conseguir el objetivo del equipo”, explica Viran Morros, el cuarto jugador con más internacionalidades (254), a distancia de Raúl Entrerríos (294), retirado por completo tras los Juegos.
El chip de la selección lo tenía un poco desconectado. No apagado del todo, pero en ‘stand by’, por lo menos
Ese torneo olímpico era el final programado y sin traumas para ellos dos y otros veteranos, aunque las circunstancias han empujado al regreso de Morros. Donde no se imagina, aclara, es en París si España cumple los pronósticos y certifica el billete. “Entraría Miguel”, insiste. Sánchez-Migallón, por cierto, estaba comprando sábanas en Polonia en el verano de 2021 cuando fue llamado a la carrera porque Viran se había lesionado en los Juegos de Tokio, y el pasado enero el barcelonés acababa de ver una película en su domicilio de Suiza cuando fue reclutado de emergencia por el percance de Migallón en el Europeo. Sustituciones cruzadas.
Más entrenamiento que con 25 años
En el examen de Granollers volverá a encontrarse con Gedeón Guardiola, su pareja de hecho durante una década en el centro de la defensa de la selección. Otro vieja guardia, de 39 años, que también regresa tras la ausencia en el Europeo porque apenas jugaba en el Erlangen alemán en el arranque de la temporada. Hace un mes, retornó a la Asobal, al Nava, junto a su hermano gemelo Isaías.
¿Falta relevo en sus puestos? “Miguel y [Iñaki] Peciña [35 años, no convocado esta vez] entraron e hicieron un buen trabajo en el Europeo del 22 y el Mundial del 23 [también estaba Guardiola en ambos]. Y Jordi me ha comentado que vienen chicos que prometen. Pero una cosa es eso y otra, convertirse en un jugador para la selección y tener la continuidad de Gedeón y yo. La primera vez que coincidimos en un campeonato grande fue en el Europeo de 2012″, recuerda Morros, ganador de ocho medallas con España: un bronce olímpico (2021); un oro (2013) y un bronce (2011) mundial; y dos oros (2018 y 2020), una plata (2016) y un bronce (2014) europeos.
Me estaba planteando dejar de jugar, pero surgió la opción de irme a Suiza. Allí tengo un rol de mentor en un equipo muy joven
Después de su aquilatada trayectoria en el Barcelona (2000-03 y 2011-18), Ademar (2004-07), Ciudad Real (2007-11), PSG (2018-21) y Füsche Berlín (2021-22), bebe los últimos sorbos del balonmano en el Pfadi Winterthur, donde llegó en 2022. “Me estaba planteando dejar de jugar y me surgió esta oportunidad. Tengo un rol de mentor o papa, llámalo como quieras, porque el equipo es muy joven. Me estoy divirtiendo. El entrenador buscaba alguien que pudiera ayudarle desde la otra parte. El otro día, por ejemplo, conté y creo que hay nueve chicos que no habían nacido cuando debuté en la Asobal. Quieras o no, te hace pensar”, comenta sin dramatismo Viran Morros, que asegura que desde hace seis o siete años entrena más que con 25. “Siempre llego mucho antes a los entrenos porque arrancar cuesta más. Es la única diferencia en mis rutinas. Con la alimentación no hago nada distinto a los cuidados habituales. Yo siempre he luchado para coger peso más que para perderlo”, explica.
“En Suiza se vive muy bien y me sigue picando el gusanillo. De momento, no he tomado una decisión sobre el futuro. Desde hace unos años, voy al día”, acota. Ahora, lo más inmediato, el preolímpico. “También va Antonio García, otro cuarentón”, avisa Viran Morros.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.