Alba da la luz en el Camp Nou
Un gol a última hora del veterano lateral, suplente del joven Balde, abate a un colosal Osasuna y pone a los azulgrana rumbo al título de Liga
La delicada zurda de Jordi Alba, un lateral suplente, mal visto por algunos periodistas y también distanciado de muchos aficionados, descerrajó a última hora un partido que Osasuna defendió como si le fuera la vida ante la impaciencia del Camp Nou. Al Barça le temblaba el pulso cuando empezaba a tener a tiro el título de Liga. Y entonces salió el veterano Alba, relegado por el joven Balde, y marcó el 1-0. Un marcador repetido hasta 11 veces en el campeonato y que define la trayectoria del Barcelona. El gol sorpresa de Alba redimió al amplio surtido de delanteros negados ante Aitor Fernández. Los navarros se batieron igual de bien con 11 que con 10 desde la expulsión de Herrando.
Osasuna no estuvo precisamente de paso por Barcelona camino de un partido histórico en Sevilla. No era fácil gestionar un partido de Liga contra el Barça cuatro días antes disputar la final de Copa ante el Madrid. Tampoco ayudaba la ausencia de Abde. El extremo azulgrana ha jugado muy buenos partidos con el equipo de Arrasate y se supone que la próxima temporada estará en la nómina de la plantilla de Xavi. A algunos jugadores mediterráneos les suele venir muy bien los equipos del norte por la lluvia, el fango y el clamor popular de estadios como El Sadar frente al sol tibio, el césped recién cortado y el escepticismo del Camp Nou.
No jugó Abde porque no quiso el Barça —o no le dejó por la cláusula del miedo que penaliza la alineación de los cedidos— y Jagoba Arrasate montó una formación tan experimental como noble y competitiva, mezcla de jóvenes y veteranos, novedosa en defensa y propicia para el rodaje de Torró y Chimy Ávila. Las alineaciones, a fin de cuentas, son variables en Osasuna. El esfuerzo, en cambio, es innegociable para cuantos se han escolarizado en Tajonar, incluso en las citas aparentemente sobreras como era la que le enfrentaba a un Barça titular desde el portero al último delantero, el mismo once que goleó al Betis.
Los azulgrana se han vestido para ganar la Liga. Jugaban los buenos y parecía que tenían prisa por ganar el encuentro, dinámicos en ataque y firmes en la defensa de la pelota, débiles por contra ante la fuerza física y táctica de Osasuna. La velocidad de balón no era suficiente para desajustar a la zaga navarra, Pedri estaba muy impreciso, nadie conseguía acabar una jugada el día en que la grada dejó de invocar a Messi. El único recurso era la rapidez de Balde, cuyos centros no encontraban a Lewandowski ni a Pedri, torpe en la boca de gol ante Aitor.
Osasuna defendía muy fuerte y los azulgrana salían volteados en cada balón dividido ante la complacencia del árbitro Iglesias Villanueva. A falta de profundidad, el desgaste era mayúsculo y en ausencia de ocasiones la jugada más decisiva fue la expulsión del debutante Jorge Herrando por agarrar a Pedri. El zaguero era el último jugador, el árbitro le mostró la tarjeta roja y Osasuna se quedó en el minuto 26 con 10. La superioridad azulgrana propició la entrada de Ansu por el lesionado Gavi. Alcanzado el descanso, sin embargo, no se contaba ni un disparo del Barça, ni cercano ni de media distancia, tampoco un remate serio ante Aitor.
La caída azulgrana fue tan alarmante que nunca dio la impresión de que Osasuna jugara con uno menos, firme y bien puesto en defensa, cómodo ante la falta de amplitud de la delantera del Barça. Los navarros no concedían espacios y los barcelonistas se estrangulaban, reiterativos en las pérdidas porque nadie sabía jugar a un toque y Osasuna campaba a sus anchas ante la irritación de Xavi. El técnico apeló entonces a Dembélé y el equipo se asomó definitivamente al área de Osasuna. Las llegadas empezaron a sucederse para desespero de Aitor.
El meta atajó un disparo desde fuera del área de Ansu y sacó a quemarropa un chut demasiado centrado de De Jong después de una asistencia de Pedri. Tampoco atinaron en una posición muy cómoda Dembélé ni Lewandowski. Tibio y destensado al inicio, el Barça no encontraba al final la manera de rematar el encuentro mientras Osasuna se estiraba con Kike Barja. El partido se convirtió en un disparatado enredo azulgrana en la frontal del área de Osasuna hasta que Alba dio la luz con un escorado tiro con la izquierda después de la dejada de De Jong.
Aunque Osasuna nunca se rindió y llegó incluso al arco azulgrana con Ibáñez, el Barça no paró hasta vencer a Aitor. Ya nadie discutió el triunfo con el gol de Alba porque Ter Stegen ha dejado su marco a cero en 25 de 33 partidos de Liga. El portero siempre fue más fiable que el pelotón de delanteros de Xavi. Asegurado el 1-0 y la Liga, la fecha del título del Barça puede que la ponga el Madrid.
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