Un líder con cara de campeón
El Barcelona abate a un Betis diezmado y lastrado por la expulsión de Edgar con un buen partido que le permite mantener los 11 puntos de ventaja sobre el Madrid
El Barcelona jugó por fin con la sobriedad y contundencia que se le suponen al líder de la Liga. No valían más concesiones y los azulgrana, siempre pendientes del Madrid, despabilaron en el Camp Nou en cuanto vieron el marcador del Bernabéu: 4-2. A la goleada blanca, respondieron con un centelleante 4-0 contra el Betis. El Barça empezó el partido con ocho puntos de ventaja y lo acabó con 11. Incluso Lewandowski se apresuró a marcar para mantener a raya al trigoleador Benzema en la disputa del Pichichi: 19 contra 17. La efectividad fue escalofriante en una noche lluviosa en Barcelona. Nada pudo decir el Betis por la superioridad azulgrana y porque el árbitro expulsó a la media hora a Edgar. Todo jugó a favor de un Barça solvente después de recuperar la alineación con la que agradó en la Supercopa.
Hubo tiempo para aplaudir, charlar y poco espacio para protegerse del agua en el Camp Nou. El seguidor verdiblanco es muy bien recibido en el estadio del Barça. Hay muchos béticos en Cataluña, la mayoría anónimos y algunos también famosos, como el chef Rafa Zafra, que el jueves dio de cenar a Bruce Springsteen, Steven Spielberg y Barack Obama. No se sabe de ningún bético con independencia de su oficio que no diga que es del Betis. Y bético es por supuesto Joaquín, al que el Barça tuvo a bien dedicar unas palabras de despedida, aunque fuera cuando quedaba media hora para empezar el partido y había poca gente en el Camp Nou.
La figura de Joaquín se asocia al duende, al arte y a la capacidad de sorpresa en tiempos en que el fútbol está plagado de jugadores que parecen salidos de la misma academia, igual de previsibles, nada que ver con el delantero del Betis, suplente en la formación de Pellegrini. También Dembélé es un delantero virtuoso que provoca opiniones opuestas y también calentó banquillo después de la lesión que sufrió ya hace tres meses en Girona. El Barcelona formó con la mejor alineación posible con la excepción de Dembélé. La gent blaugrana tenía la esperanza de ver un buen partido después del disgusto de Vallecas que acabó con las buenas maneras que se vieron ante el Atlético.
Quizá porque necesitaban recuperar las mejores sensaciones, los azulgrana empezaron a tocar y a pasar, a familiarizarse con la pelota sin llegar a profundizar, para desmontar la defensa del Betis. El gol llegó en el primer remate a portería, después de la habitual y ayer más intensa invocación a Messi en el minuto 10, cuando el reaparecido Christensen cabeceó un centro de Raphinha. El recuerdo de Messi pesa más en la afición que los abonos de Montjuïc, la financiación del Espai Barça y el cierre de Barça TV. La calma se impuso en la grada y en la cancha mientras arreciaba la lluvia porque los azulgrana dejaron el partido y la pelota a pies del Betis.
Alejado del campo verdiblanco, el Barça se encomendó a su fiable defensa y a las transiciones a campo abierto, un escenario minado para un central como Edgar, que abatió a Pedri y se ganó la segunda tarjeta —la primera había sido muy discutible— y la expulsión después de la intervención del cuarto árbitro ante la indignación del Betis. El Barcelona aprovechó la superioridad numérica para cerrar el encuentro en un santiamén con dos goles, el último, el del 3-0 con la mediación del VAR; Lewandowski cruzó a la red un centro de Koundé y Raphinha se desmarcó para controlar y rematar con la izquierda un balón filtrado por Busquets. Hubo mucha gente que se fue del campo en el descanso, ya con 3-0, porque se mojaba y no encontraba cobijo en el Camp Nou. Aunque bajó el ritmo, el Barça se agradó por la generosidad de Pedri. El tinerfeño empieza a coger la onda del juego después de un tiempo de baja y alrededor de sus pases se pudo ver un buen rato de fútbol que no atinó a rematar Lewandowski. La rueda de cambios permitió también la participación de Joaquín, ovacionado por una hinchada igualmente generosa con Dembélé, el jugador del que está enamorado Xavi. La fiesta se paró cuando se venció Joaquín. El jugador se retiró con la mano en la rodilla derecha ante el dolor y la ovación del Camp Nou.
El Betis se quedó con nueve y Xavi aprovechó para presentar a Lamine Yamal, el jugador más joven en debutar con el Barça. El extremo tiene 15 años, uno menos que Vicenç Martínez, que tenía el récord con 16 años desde 1941. Yamal no acertó a batir a Rui Silva en un mano a mano después de que Guido empujara un centro de Ansu: 4-0. Los mismos goles que el Madrid. Quedan seis jornadas y empieza la cuenta atrás para cantar el alirón en el Barça.
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