El jugador del futuro en el Barcelona se llama Lamine Yamal
El atacante, de 15 años y citado por Xavi, aspira a ser el debutante más joven del club azulgrana
Lamine Yamal tiene 15 años, estudia 3ª de ESO y es uno de los 51 futbolistas en edad formativa que viven en la Masia. El niño no tiene nada de particular, es más bien discreto, si acaso se distingue por un cierto sentido del humor y le gusta jugar al futbolín con sus amigos de la residencia del Barça. Hijo de padre marroquí y madre de Guinea Ecuatorial, el atacante nació en Esplugues de Llobregat, vivió en Granollers y Mataró y puede que haya sido una suerte que a los siete años ingresara en la academia del Barcelona. La ambición de los progenitores supera a menudo a la de la promesa, que simplemente se siente un niño futbolista y un residente anónimo, por más que juegue en el Barça.
La vida de Lamine Yamal dejó de ser una de tantas, la propia de un futbolista internacional sub-15 y sub-16 al que se le suponen unas cualidades naturales muy interesantes mientras se aguarda su crecimiento físico, cuando en febrero pasado se supo que había sido expulsado junto con Dani Muñoz (Atlético) y Jesús Fortea (Madrid) de la concentración de la selección sub-17. La causa fue un acto de indisciplina que supuestamente consistió en telefonear de mala manera a una empleada cualificada del equipo que entrena Julen Guerrero. La noticia sorprendió en la Masia. Únicamente una vez le habían llamado la atención antes de que ahora le sancionaran también con cuatro partidos sin jugar en el Juvenil A.
Los periodistas ya no han perdido desde entonces la pista sobre Lamine Yamal. Así se supo que había sido convocado en más de una ocasión para entrenar con el equipo de Xavi hasta que el sábado fue convocado para el partido Barcelona-Atlético de Madrid. Nunca un jugador tan joven había sido citado por el equipo profesional del Barça. Las previsiones son que antes de acabar la Liga se convierta también en el debutante más precoz por delante de Ansu Fati, Bojan, Ilaix Moriba y Vicenç Martínez, que se estrenó a los 16 años y 280 días en 1941.
Apuesta por la cantera
La apuesta por la cantera se mantiene por fidelidad al estilo y también por la crítica situación económica del Barça. Hoy son titulares Pedri (20 años), Balde (19) y Gavi (18), además de Araujo (24), mientras que Ansu (20) es suplente y Nico (21) y Abde (21) fueron cedidos al Valencia y Osasuna. El próximo en pisar la cancha del Camp Nou después de sentarse en el banquillo puede ser Lamine Yamal. “Tiene personalidad, un talento innato y no se parece a nadie, tiene cosas de varios futbolistas”, argumentó Xavi para explicar su convocatoria ante el Atlético. “Se maneja bien en el uno contra uno, en el último pase, es fuerte, no tiene miedo y puede marcar una etapa en el Barça”.
A juicio de Xavi, tiene los rasgos propios de los futbolistas “de las nuevas generaciones, que actúan con una inconsciencia tremenda, un gran desparpajo. Ha hecho unos entrenamientos maravillosos”, acabó el entrenador del Barcelona. Lamine Yamal, sin embargo, no es un joven más, sino que “es diferente”, insistió el entrenador del Barça. Zurdo regateador, puede jugar en los dos extremos, también como delantero centro y hasta de interior creativo, de acuerdo a los informes de la Masia. Aun cuando es cadete, actúa en el Juvenil A, disputó seis partidos de la Youth League y ha estado en el Camp Nou sin pasar por el filial de Rafa Márquez.
Quizá no sea casual que haya adquirido tanta notoriedad si se tiene en cuenta que cumplirá 16 años en junio y firmará su primer contrato profesional con la intermediación de Jorge Mendes. El agente portugués irrumpió en marzo pasado y sustituyó en la tarea de representación a Iván de la Peña. Un cambio que en muchas ocasiones ha sido propiciado por una compensación económica y que anuncia la entrada de Lamine Yamal en el álbum de cromos de los candidatos a figuras, proceso ya vivido por Ansu y Balde, igualmente representados por Mendes. El proceso incluye además en ocasiones el ofrecimiento del padre del jugador al Madrid.
“Hasta que los jugadores cumplen los 16 años, los técnicos tratamos normalmente con sus padres”, explican desde la Ciudad Deportiva del Barça. “Les preocupa si sus hijos pasan el corte de temporada y si suben de categoría”, agregan. “Pero a partir de los 16 aparecen los agentes”, como ha sido el caso de Lamine Yamal. La precocidad tiene su peaje por más protección que exista en los centros de formación como La Masia.
“Todavía era un prebenjamín cuando decidí incorporarlo”, recuerda Jordi Roura, exdirector del fútbol formativo del Barça. “Era rapidito, pero nada especial. Pero su progresión ha sido mayúscula”, añade. “Te sorprende siempre. Te sientas en el banquillo, le miras y te preguntas: ¿qué ha hecho? Es el cómo se va, cómo acaba la jugada, cómo participa y da continuidad al juego. Para mí es el talento más grande que hay en La Masia”. Quizá el único que no lo sepa o no se lo crea en la residencia azulgrana sea el propio Lamine Yamal.
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