Jordi Alba, siempre pasador, ahora capitán

En el último mercado de verano, todos los capitanes del Barcelona recibieron un mensaje de la dirección de fútbol. Todos menos uno: Jordi Alba.

La idea del área deportiva azulgrana era reducir los salarios de las vacas sagradas, según ellos, “fuera de mercado”, desde que se tomara como referencia el sueldo de Lionel Messi para establecer la masa salarial del primer equipo. Sergi Roberto renovó a la baja (cerca de un 60%) hasta 2023 y ahora está en conversaciones para volver a prolongar su vínculo. Busquets, por entonces, deseaba cumplir esta temporada con su último año de contrato y emigrar a la MLS. Hoy el pivote, gracias a la intervención de Xavi, no vería con malos ojos continuar en el Camp Nou. Aguarda, sin embargo, por un gesto de la dirección de fútbol. Otro de los capitanes, Piqué, que siempre se había mostrado colaborativo con las distintas directivas, no redujo su salario pero meses más tarde se retiró del fútbol profesional y perdonó parte de su contrato. A todos, en cualquier caso, les llamaba la atención que la directiva les pidiera un esfuerzo a ellos mientras se convertía en el equipo de la Liga que más dinero invertía en fichajes (158 millones en cinco jugadores), más la incorporación de Kessié, Christensen, Bellerín y Alonso como agentes libres.

Jordi Alba, sin embargo, se sorprendió más. Sobre el final del cierre del mercado de fichajes, un compañero de vestuario le enseñó un tuit con una posible negociación entre el Inter y el Barcelona por su fichaje. El lateral desconocía la intención del club. Tampoco la sabían sus agentes, que se enteraron del plan de la dirección deportiva del Barça a través de un intermediario. Pero ni el Inter podía hacerse cargo de la operación ni Alba estaba dispuesto a salir. El canterano desea terminar su carrera en el Camp Nou. “A mí me gusta ir de cara y que me vayan de cara”, expuso Alba tras el cierre de la ventana veraniega.

Entonces, Alba se puso dos objetivos: el Mundial y continuar con su omnipresencia en el lateral izquierdo del Barça. Y esta temporada tiene, según los datos de rendimiento del club, sus mejores registros de grasa muscular y de mediciones físicas de los últimos siete años. En la selección participó en los cuatro partidos de La Roja en Qatar. “Es un jugador de altísimo nivel. Es el mejor lateral del mundo en el último tercio del campo”, elogió Luis Enrique a su ya exjugador. En el Barcelona, sin embargo, se reparte los minutos con el canterano Alejandro Balde. Alba suma 1.366 minutos por los 1.554 de Balde.

Hay quien sospecha en los despachos del Camp Nou que su menor participación en el equipo tiene que ver con un intento de la dirección deportiva de mermar la confianza del lateral, después de que se firmara a Marcos Alonso para el lateral izquierdo, mientras que en el derecho, tras la salida de Bellerín (se marchó al Sporting de Portugal en invierno), ya no queda ningún lateral puro: Koundé es central y Sergi Roberto, interior.

Xavi utiliza normalmente a Alonso de central e intenta explotar las virtudes de Alba y Balde en relación con el rival. “Jordi es un pasador. No tenemos jugadores con un último pase excepcional, nos cuesta y era un partido para ese último pase. Balde es más de sorprender”, expuso el técnico azulgrana, tras el duelo ante el Sevilla en que el lateral firmó un gol y su sexta asistencia de la campaña. Es el tercer máximo pasador del curso, tras Raphinha (ocho) y Dembélé (siete). “Después de Pedri es el mejor pasador de la plantilla”, subrayan en el cuerpo técnico. La temporada pasada había quedado segundo con 12 pases de gol y su mejor registro data del año 2018-2019: 15. “Cuando juego, intento aprovechar los minutos y cuando no lo hago me dedico a ayudar a los jóvenes”, dice Alba.

Menos presente en el campo, Alba potenció su rol en el vestuario. Según explican en la Ciudad Deportiva, el lateral es de los jugadores que más pendiente está de los canteranos que suben a entrenar con el primer equipo. “Es uno de los capitanes y da ejemplo a la plantilla. Ayuda a los compañeros y es profesional. Cuando le toca jugar da un nivel extraordinario. Estoy contento con su rendimiento en el campo y como capitán”, remata Xavi.

Alba convence a Xavi y conquista al vestuario. Tiene, en cualquier caso, la misión de reivindicarse ante la dirección deportiva. Eso, por ahora, parece más difícil.

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