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Laporta atribuye el pago de los 7,3 millones a Negreira a los informes arbitrales que hizo su hijo

El presidente del Barcelona desvía la atención y busca argumentos en los trabajos documentados con Javier Enríquez al tiempo que admite que no hay rastro de los servicios prestados por su padre, el exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, durante la comparecencia para informar de los resultados de la investigación interna llevada a cabo por la entidad azulgrana en relación al caso Negreira. Foto: Albert Gea/REUTERS | Vídeo: EPV / REUTERS
Juan I. Irigoyen

El presidente del Barcelona, Joan Laporta, saltó este lunes a la palestra para intentar defender a la entidad azulgrana en el caso Negreira, un proceso penal abierto contra el club catalán por el pago de 7,3 millones de euros a empresas relacionadas con el entonces vicepresidente del Comité Técnico Arbitral, José María Enríquez Negreira, entre 2001 y 2018. Laporta insistió e insistió en que el Barça sufre un “linchamiento mediático”, acusó de “cinismo sin precedentes” al Real Madrid por personarse en el caso y aseguró que había 643 informes y 43 Cd que eran “importantes y necesarios”.

Apuntó, asimismo, contra Javier Tebas, presidente de la patronal, por “actuar sin prudencia y responsabilidad”, e insinuó que el Barcelona podía ser la “víctima de la situación”. Aseguró el máximo mandatario azulgrana que el Barcelona “no ha realizado nunca ninguna actuación que tuviese como finalidad o intención el alterar la competición a fin de tener una ventaja deportiva a favor”. Sin embargo, después de más de dos horas de comparecencia, Laporta dio a entender que el Barça pagó durante 17 años por informes técnico-arbitrales, de los que solo hay rastro documental entre 2014 y 2018, a Javier Enríquez Romero, hijo de Negreira. Según consta en la documentación judicial del caso, el hijo percibió en ese periodo unos 300.000 euros. De la relación entre el club y el padre, en cambio, todo se mantiene en la nebulosa.

La respuesta del Barcelona tardó más de dos meses en llegar. Dos meses de margen para exponer una justificación pública convincente después de que la Cadena SER destapara el caso Negreira el 15 de febrero. Antes de comparecer —según fuentes de la entidad— el presidente ensayó durante muchas horas. Los abogados del club le habían pedido mucha prudencia.

Pese a las más de dos horas de comparecencia, todavía sobrevuelan muchas dudas. “El caso Negreira no es un caso de corrupción deportiva”, incidió Laporta. E intentó argumentarlo a través de la figura del hijo del exárbitro. Si bien, Enríquez Negreira cobró del Barcelona a través de varias empresas entre 2001 y 2018; y su hijo no apareció en escena hasta 2014, aunque antes ya había facturado al club entre 2003 y 2005 cuando su padre estaba de baja. Laporta dio todos los detalles sobre el asesoramiento de Enríquez Romero: los suyos, dijo, “son informes bien redactados, de mucha calidad”. Y añadió: “Además, algunos cuentan con ilustraciones. Animaría a todos los que están hablando con mucha frivolidad de este tema, que me digan la jugada, el gol, el partido o la acción sospechosa de favoritismo arbitral que se haya realizado por este asesoramiento. Es toda una hipótesis falsa”, expuso el presidente del Barcelona.

En cambio, no pudo ser igual de contundente cuando se le preguntó en reiteradas ocasiones por el trabajo de Enríquez Negreira. De hecho, aseguró que el compliance solo encontró un informe en el periodo anterior a 2014. Del resto, si los hubo, no quedó ni rastro. “Se destruyen, caducan”, dijo él. Y volvió a poner el foco en los informes de Enríquez Romero. “Siempre he entendido que el prestador de los servicios era el hijo”, subrayó. Y, de paso, aclaró: “Entiendo que la relación padre-hijo influía”. La dilatada defensa del Barcelona, en cualquier caso, no presentó sorpresas. “La Fiscalía no ha podido demostrar que los pagos hechos a las empresas relacionadas con el señor Negreira pudieran influir en las designaciones arbitrales ni en los resultados deportivos. No lo han podido hacer porque no era posible”, sentenció Laporta. Sin embargo, la denuncia concluye de forma provisional que el Barcelona intentó amañar la competición con esos pagos que no están justificados en asesorías y con los que, según admitió el propio Negreira en su declaración ante Hacienda, la entidad azulgrana pretendía asegurarse arbitrajes “neutrales”.

La Fiscalía tiene una hipótesis y la ha plasmado en la denuncia que ha dado origen a la instrucción judicial: sospecha que el Barça pagó para que José María Enríquez Negreira, como número dos del órgano de gobierno de los árbitros, influyera en ellos de modo que acabaran beneficiando al club en sus decisiones, según informó EL PAÍS. Como consecuencia del caso Osasuna, el Tribunal Supremo acaba de decir que este es un delito de mera actividad. Es decir, para que haya condena basta con probar que la intención del club era el amaño, con independencia de que puedan demostrarse pagos o tratos de favor específicos a colegiados con nombres y apellidos.

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, durante la rueda de prensa este lunes en Barcelona.
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, durante la rueda de prensa este lunes en Barcelona.AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)

Laporta conocía la jurisprudencia y tenía muy preparadas las respuestas a algunas preguntas, por ejemplo la que hacía referencia al trato “neutral” que supuestamente esperaba el Barcelona por parte de Negreira. “Me remito al informe de la Agencia Tributaria. En la página 17 se desprende claramente que el señor Negreira dice eso como una hipótesis personal. Nadie del club le dijo a él que esto era para buscar la neutralidad”. Los servicios de la familia Negreira al Barcelona comenzaron, según los documentos del ministerio público, en 2001. Es decir, que cuatro presidentes del club han estado involucrados en el caso Negreira: Joan Gaspart (2001-2003), Joan Laporta (2003-2010), Sandro Rosell (2010-2015) y Josep Maria Bartomeu (2015-2018). “Yo no hablo en nombre de terceros. Solo puedo hablar por mí. Todo lo demás quedará explicado en el juicio. A partir de que yo me fui, en 2010, se incrementa la cantidad. Pero yo no pienso desconfiar. Entiendo que se explicará en el juicio”, expuso Laporta.

El presidente del Barcelona confía en no recibir una sanción de la UEFA. El máximo organismo del fútbol europeo, de quien depende la participación futura del equipo en las competiciones internacionales, abrió una investigación interna el 22 de marzo. “Me parece que se trata de uno de los casos más graves en el fútbol desde que me ocupo de él”, sentenció Aleksander Ceferín, presidente de la UEFA. Laporta, sin embargo, es optimista. “Primero tenemos que ganar la Liga y clasificarnos para la Champions. Pienso que la UEFA, tal cual está actuando en este momento, no se apunta a este linchamiento público sin juicio que se hace desde algunas esferas. Estoy convencido de que esto no sucederá, sería un hecho sin precedentes con un club del nivel del Barcelona al que se está linchando sin haberlo juzgado. Se están validando hipótesis falsas, y esto también lo sabe la UEFA. Estamos en contacto con ellos, se lo hemos explicado”, sostuvo el directivo del Barça.

No fue tan conciliador con LaLiga. “El presidente de la LFP está teniendo un comportamiento absolutamente irresponsable. Está intentando perjudicar la reputación del Barça. Tiene una serie de actuaciones constantes, con sus declaraciones, en las que valida hipótesis que son falsas. Dice que el Barça había reconocido que no existían esos servicios y eso no es así”, dijo Laporta.

Varios empleados del Barcelona preparan las cajas de documentación que ha usado el presidente del club, Joan Laporta, durante la comparecencia de este lunes.
Varios empleados del Barcelona preparan las cajas de documentación que ha usado el presidente del club, Joan Laporta, durante la comparecencia de este lunes.Alejandro Garcia (EFE)

Cerca de la UEFA, lejos de LaLiga, el presidente del Barcelona atacó, sin pruebas, al Real Madrid, su socio en la Superliga. “Dice que se siente perjudicado, un club como el Madrid que ha sido favorecido históricamente por decisiones arbitrales, que se ha considerado el equipo del régimen, por su proximidad al poder político, económico y deportivo. Durante siete décadas, la mayoría de presidentes del CTA (Comité Técnico Arbitral) han sido de forma ininterrumpida exsocios, o exjugadores o exdirectivos del Real Madrid y en algunas ocasiones todo a la vez… Los que se encargaban de impartir justicia. Al menos, ahora se le podrá desenmascarar y este juicio les pondrá en su lugar, es un ejercicio de cinismo sin precedentes”.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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