_
_
_
_
TENIS | WIMBLEDON
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Nada ni nadie podrá ensuciar a Federer

Roger ha trascendido su propia disciplina. Es un icono deportivo, no solo tenístico, que ha sabido extrapolar lo que representa dentro de la pista, fuera de ella

Federer saluda a los aficionados desde un balcón de Wimbledon.
Federer saluda a los aficionados desde un balcón de Wimbledon.DPA vía Europa Press (Europa Press)
Toni Nadal

Está claro que tanto para Roger como para Rafael, sus respectivas derrotas en Wimbledon y en Roland Garros son algo más angustiosas que en cualquier otro escenario. Y, de ahí el tono del suizo en la rueda de prensa que siguió al partido contra el polaco Hubert Hurkacz, quien no solo lo eliminó del Grand Slam británico sino que lo hizo, además, con un contundente resultado.

A la pregunta de los periodistas sobre si aquel había sido su último partido sobre la hierba de Londres, Federer no despejó las incógnitas. Manifestó su necesidad de valorar y pensar, y creo que hizo bien. Los que estamos en el mundo del tenis ya intuíamos que, no solo por los 40 años que va a cumplir el suizo el próximo 8 de agosto, sino sobre todo por la insuficiente preparación que ha podido hacer en el último año después de su larga lesión, le resultaría complicado hacer frente a un rival duro.

Más información
Adrian Mannarino of France lies on the ground in pain during the men's singles first round match against Switzerland's Roger Federer on day two of the Wimbledon Tennis Championships in London, Tuesday June 29, 2021. (AP Photo/Kirsty Wigglesworth)
Resbalones preocupantes
Tennis - Wimbledon - All England Lawn Tennis and Croquet Club, London, Britain - June 30, 2021 Britain's Andy Murray celebrates winning his second round match against Germany's Oscar Otte REUTERS/Toby Melville     TPX IMAGES OF THE DAY
El impagable ejemplo de Murray
Todos los textos de TONI NADAL

Yo creo que tanto él, como Novak y Rafael, decidirán retirarse el día que sientan que no tienen opciones de victoria. Y cuando Roger decida que ese día ha llegado, ojalá lo haga despidiéndose uno por uno y, como mínimo, de los cuatro Grand Slams. Tanto él como sus millones de seguidores se merecen otro encuentro en el que estos puedan dedicarle la ovación y el homenaje que le corresponden por todo lo que ha supuesto para nuestro deporte. Nadie como él ha sabido combinar una plasticidad y elegancia en su golpeo de la bola, y en sus desplazamientos en la pista, con una eficacia y brillantez difíciles de igualar.

Por todo esto y por mucho más, Federer ha trascendido su propia disciplina. Es un icono deportivo, no solo tenístico, que ha sabido extrapolar lo que representa dentro de la pista, fuera de ella.

En distintas ocasiones, he escuchado argumentar que las grandes estrellas del deporte deberían retirarse cuando aún son capaces de mantenerse en una posición elevada para, así, no manchar su buena reputación. Yo no estoy de acuerdo con esta aseveración, ya que jamás me he quedado con la imagen de un gran campeón en el momento de su declive. Y a quienes los hacen, como mínimo, hay que señalarles su desacierto.

Después de un somero repaso a la prensa de ayer, recojo los siguientes titulares: “Hurkacz mete un rosco a Federer”, “Federer expulsado del templo del tenis”, “Federer se rompe en tres sets”, “Hurkacz echó al rey del césped fuera de su reino”. Por supuesto, ya no seguí leyendo ninguno de los textos.

Yo vi el partido en la Academia de mi sobrino en Manacor, junto con un grupo de niños que están haciendo allí su Summer Camp. Entre ellos había un chaval suizo de unos 13 años que, presa de los nervios, no podía ver los derroteros que iba cogiendo el último set. Suplicaba que Roger pudiera hacer algún juego porque no concebía ver a su ídolo encajar un 6-0, como tampoco podía concebir su derrota en Wimbledon como preámbulo de una carrera que, de manera natural, en un tiempo tocará a su fin. Cuando acabó el partido, el niño se echó a llorar. Yo le dije que no le diera importancia, que se olvidara de aquel resultado, de la misma manera que lo iba a olvidar todo el mundo en muy breve tiempo. Un hecho así, solo puede ser meramente anecdótico en la brillante carrera de uno de los mejores deportistas de todos los tiempos.

Sea como sea el fin de la carrera tenística de Roger Federer, nada ni nadie podrá manchar el prestigio que el gran tenista suizo ha otorgado a la historia del tenis. Yo le deseo, por supuesto, un tiempo más entre todos nosotros y, sobre todo, un tour de despedida para que los aficionados de los grandes torneos puedan demostrarle, una vez más, su gran cariño y admiración.

Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_