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El convenio colectivo del fútbol femenino se atasca en los primeros pasos

Las diferencias entre sindicatos y patronal sobre el salario mínimo y la jornada conducen a la negociación cerca de la ruptura

Patronal y sindicatos negocian el convenio colectivo el pasado 8 de noviembre.
Patronal y sindicatos negocian el convenio colectivo el pasado 8 de noviembre.CSD

Las posturas permanecen inalteradas desde finales de diciembre. AFE, UGT y Futbolistas ON, en nombre de las jugadoras, piden 1.100 euros mensuales a cambio de una jornada de 25 horas semanales. La Asociación de Clubes del Fútbol Femenino (ACFF), en nombre de los empresarios, responde ofreciendo el Salario Mínimo Interprofesional, que, tras la última súbida del Gobierno, se sitúa en 900 euros, a cambio de una jornada de 35 horas semanales. La clave de las conversaciones está en las horas trabajadas, o, más bien, en la posibilidad de contratar a tiempo parcial.

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El 20 de dicimebre se hizo pública una sanción a la Real Sociedad por parte de Inspección de Trabajo por no presentar los registros diarios en que debía figurar la jornada laboral de cada jugadora. La irregularidad se zanjó con apenas 626 euros, pero sirvió para que aflorara una cifra: en el equipo txuri urdin, 15 de sus 21 jugadoras están contratadas a tiempo parcial.

Precisamente por esas fechas, los sindicatos habían empezado a recibir ya las memorias económicas de cada club de la Liga Iberdrola, una documentación que habían solicitado tras semanas de conversaciones infructuosas. Hechas las cuentas, UGT, Futbolistas ON y AFE concluyeron que la Liga Iberdrola aún no es rentable, pues la diferencia entre ingresos y gastos en la mayoría de los clubes tiende a cero. Pero episodios como el ocurrido a la Real Sociedad trajeron consigo una intuición más: la mayoría de las jugadoras están contratadas a tiempo parcial. Los clubes han rechazado, hasta ahora, proporcionar los datos segregados de cuánto cobran las jugadoras y bajo qué tipo de contrato están.

Esta es la razón de que, más que el salario, lo que divida a sindicatos y patronal sean las horas: los primeros pretenden igualar a todas las jugadoras a 25 horas semanales para acabar con todos los contratos parciales; los segundos aseguran que eso hundiría la economía de algunos clubes que tienen las cuentas ya muy ajustadas. "Prometer dinero es muy fácil, pero si la competición no lo genera, nos puede pasar como otros deportes, que haya equipos que quiebren. Los clubes viven una realidad muy precaria. Vamos a ser absolutamente responsables", afirma Pedro Malabia, director de fútbol femenino de LaLiga, entidad de la que depende la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino.

"Los clubes tienen que hacer un ejercicio de reflexión. Nos están ofreciendo lo que, por ley, ya nos corresponde. Para eso no se negocia un convenio", comenta Raquel Gonzalo, representante de UGT en la mesa, quien añade: "Todo está paralizado. Si es verdad que no hay dinero, no tenemos con qué negociar". Si la propuesta no mejora en la próxima reunión, fijada para el 6 de febrero, los ugetistas advierten de que se levantarán y se irán.

En similares términos se expresa AFE, que tiene la representatividad de, al menos, el 85% de las jugadoras. "Las postura de la patronal está siendo errática. Tenemos que darnos cuenta de que estamos hablando de jugadoras de élite, la máxima categoría, que dedican cinco días a la semana a esto. Si la propuesta es la misma, consultaremos qué hacer con las capitanas de los equipos", dice María José López, abogada de AFE.

Hacia un convenio corto

Ante una situación tan encallada, desde las vacaciones de Navidad ha planeado una idea: un convenio corto, de una o dos temporadas a lo sumo, a la espera de que la situación económica de los equipos mejore y, entonces, volver a negociar. Ahora mismo, las principales vías de ingreso de los clubes son los dos millones de euros que se reparten como parte del patrocinio de Iberdrola, y los otros dos millones que reciben por parte de LaLiga. "Trabajamos en todas las vías de ingresos. Ya hay clubes que están logrando patrocinios por su cuenta. Un convenio corto es una de las posibilidades que barajamos", comenta al respecto Malabia.

Las principales esperanzas están puestas en la televisión. La estrategia de dejar que Mediapro emita gratis los partidos está despertando el interés del público: el pasado 18 de noviembre, el Atlético-Barcelona de la Liga Iberdrola cosechó un 1,6% de cuota de pantalla, doblando la media del canal en que se emitió con 244.000 espectadores. No se quedó lejos, por ejemplo, del 1,9% (272.000 espectadores) que logró el Madrid-Barcelona de la jornada ocho de la Liga ACB. "Si los clubes empezaran a cobrar de las televisiones, la situación sería muy distinta", explican desde los sindicatos.

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