El Villarreal sestea y empata ante el Rangers
El grupo de Calleja no hizo valer su superioridad y el conjunto de Steve Gerrard lo aprovechó
En el fútbol las apariencias no siempre resultan determinantes. Un misterio que lo hace incierto y apasionante. El Villarreal marcó antes del primer minuto de partido y se dejó llevar confiado en resolver por la vía rápida un duelo ante un rival con más historia que presente, un equipo menor dirigido por un grande como Steve Gerrard, y que tuvo el premio de no acomplejarse ante el conjunto de Calleja. El Villarreal no encuentra la continuidad en su juego ni consigue concretar su productividad ofensiva con su poderosa nómina de delanteros. Este jueves anotaron Bacca y Gerard Moreno, pero el submarino amarillo no logró sellar su portería y el Rangers aprovechó las dos oportunidades de que dispuso para empatar.
No llegaron a tiempo a sus asientos muchos aficionados del Villarreal para presenciar el primer gol del Villarreal. Este llegó a los 45 segundos de arrancar el choque, con Bacca de autor. Al colombiano, que se benefició de un rebote de un defensor del Rangers, se le quedó el balón franco para empalar de exterior. El esférico dibujó una parábola tan estética como imposible para McGregor, el cariacontecido portero escocés.
El gol encajado no condicionó al Rangers, que siguió protegiéndose ante un Villarreal dominador de todas las situaciones de juego, apenas exigido en defensa, paciente en la elaboración, picante en el área de los protestantes de Glasgow. El conjunto de Steve Gerrard, un grupo prosaico, con más centímetros que neuronas creativas, aspiraba a alcanzar alguna acción episódica, una falta lateral o un córner residual para hacer valer su envergadura física, con un tallo de 193 centímetros, Lafferty, como referente aéreo para sus compañeros. La única ventaja del Rangers frente a un rival a años luz en calidad técnica. Cazorla, con el brazalete de capitán, fue el máximo exponente, un marciano para los de Glasgow. La fe de los escoceses equilibró el talento amarillo.
Fiado a su superioridad, el Villarreal sesteó por momentos convencido de que solventarían el trámite sin apuro alguno, lo que permitió respirar hasta el descanso a los escoceses, agradecidos con la mínima desventaja.
Tanto se recreó el equipo de Calleja que el Rangers se vio con la obligación de dar un paso al frente. Apenas inquietaron a Andrés Fernández, que dio descanso a Asenjo en la portería amarilla. Con poco, sí que amenazaba el Villarreal, que pudo aumentar la ventaja en tres acciones de Bacca, Funes Mori y Fornals respectivamente. Pero el partido seguía abierto y el Rangers acertó en su primera ocasión para empatar por mediación de Arfield.
Poco pareció importar. El Villarreal puso una marcha más y un minuto después volvió a ponerse en ventaja. La consiguió Gerard Moreno en una jugada patentada por el catalán: amagó con el disparo al palo largo de McGregor y lo batió por el más cercano con un tiro seco y raso. Apenas llevaba dos minutos en el terreno de juego. No se rindió el Rangers y en un contragolpe Lafferty alcanzó la igualada que dejó helado al Villarreal.
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