Ibrahimovic vuelve a brillar en el tercer derbi de Los Ángeles

Con un empate a un gol, Los Angeles Galaxy salió este viernes invicto de su tercer duelo con el nuevo equipo fútbol de la ciudad, Los Angeles Football Club. El nuevo club, una inversión multimillonaria en tiempo récord para aprovechar la enorme base de aficionados latinos de la ciudad, no ha logrado vencer al equipo tradicional de Los Ángeles en esta temporada, pero sí se ha establecido como uno de los equipos más entretenidos de ver de la liga norteamericana. Sobre todo, ambos han conseguido que el partido sea un evento por sí mismo, al menos este año.

La rivalidad entre estos dos equipos dio en un principio la sensación de estar algo forzada, un derbi prefabricado para dar emoción a lo que hace seis meses solo eran unas siglas. El clásico de Los Ángeles acaba de nacer y ya le han inventado un nombre, El Tráfico (la broma es intencionada) de Los Ángeles. Ninguno oculta que su base de aficionados está en el público latino. En la ciudad con más mexicanos fuera de México juegan los dos delanteros de la selección mexicana, Giovani dos Santos (Galaxy) y Carlos Vela (LAFC).

Sin embargo, en solo una temporada el encuentro se ha convertido en un espectáculo de bandera para la Major League Soccer (MLS) porque los dos equipos de Los Ángeles ofrecieron grandes encuentros en los dos primeros partidos. Este era el tercer y último derbi angelino de la temporada. Los estadios llenos en los tres encuentros parecen confirmar la visión de los promotores de LAFC: en Los Ángeles hay negocio para dos equipos, y la rivalidad favorece a ambos.

La primera vez que se enfrentaron, el pasado 31 de marzo, LAFC estuvo a punto de humillar al Galaxy en su propia casa. Un equipo que todavía tenía puestas las etiquetas del precio en los uniformes contra el club con más títulos en la MLS. En el minuto 70 de aquel partido de debut de la rivalidad, LAFC ganaba 1-3. Debutó Ibrahimovic, marcó dos goles y le dio la vuelta al partido con una épica victoria 4-3. El segundo partido fue un intenso encuentro en el flamante y multimillonario estadio del LAFC en el centro de Los Ángeles en el que empataron a dos goles. Este viernes se decidía quién iba a quedar por encima en el recuerdo de esta temporada.

La estrategia ofensiva del Galaxy en los primeros minutos, con Dos Santos en la grada lesionado, se resumió en darle el balón a Ibrahimovic. Todos los titubeos del arranque desaparecieron en cuanto lo logró. Minuto 9, Ibrahimovic agarra el balón en tres cuartos de campo y sale disparado hasta que le paran en falta. Tiro libre. Minuto 11, el balón le llega dentro del área y remata contra el portero desde la derecha. Dos minutos después, otro remate desde el mismo sitio consigue el primer gol del Galaxy, un gol despejado desde dentro de la portería que el árbitro concedió gracias al VAR. Cinco minutos después, un derechazo desde fuera del área pegó en el palo de la portería de LAFC. Todo Ibrahimovic.

A los 36 años, Zlatan Ibrahimovic ha reconocido que no está seguro de cuánto tiempo le queda en el fútbol. Ha dicho que está en Los Ángeles para jugar mientras pueda, para ayudar en lo que pueda, y ha pedido a los aficionados que simplemente disfruten de los minutos que le queden. El viernes no fueron muchos, pero cuando brilló fue lo mejor del partido. Mientras, dice disfrutar del entusiasmo de los aficionados y ejerce de estrella, con 16 goles en 20 partidos de su primera temporada. Este viernes, marcó el gol 499 de su carrera. Solo dos jugadores en activo, Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, han superado los 500. El delantero sueco quiere ser el tercero.

La segunda parte empezó con el mexicano Carlos Vela reclamando su sitio con ayuda del uruguayo Diego Rossi. Vela, que en la primera parte había estado anulado, logró a los cinco minutos un penalti que transformó él mismo. El partido se volvió a dormir hasta 20 minutos del final, cuando el delantero del LAFC Benny Feilhaber se quedó solo delante del portero. No pudo rematar por intentar un último regate, que el guardameta llegó a tocar desde el suelo.

Fue el inicio de los mejores minutos del partido, con peligro en los dos lados por parte de dos equipos que sí lograron a ratos trasmitir la sensación de que este era un partido especial. el entrenador del Galaxy, Sigi Schmid, reconoció que el público (sorprendentemente, las dos aficiones estaban juntas y a pie de campo) había hecho mucho por el partido. “Hay una rivalidad, lo puedes sentir. Hay partidos en los que los equipos van a por el playoff, pero desde luego aquí mucha de la intensidad se debe a la rivalidad”.

El punto no sirve a ninguno de los dos equipos para acercarse más a la cabeza. El Galaxy es quinto a ocho puntos del líder en la conferencia oeste, FC Dallas. El LAFC está a tres puntos. Pero al final, las gradas del Galaxy pudieron despedirse gritando a los rivales: “¡No podéis ganarnos!”. Tres encuentros, los tres intensos, los tres con los estadios llenos. El derbi de fútbol en Los Ángeles ha quedado establecido.