Julio Olarticoechea: “Maradona fue importantísimo, pero jugó cuatro mundiales y ganó uno”
El excampeón en México 86 advierte que "un Mundial no lo gana el as de espada, sino todo un equipo"
Puede decirse que la relación de Julio Jorge Olarticoechea (Saladillo, 1958) con la selección argentina es la de un voluntariado. Defensa en los mundiales de España 82 y México 86 -donde se consagró campeón- se convirtió en medio para Italia 90, siempre en función de las necesidades del equipo. La jugada que más se recuerda con la camiseta albiceleste (azul en aquel caso) fue una providencial salvada en propia meta cuando Gari Lineker se prestaba a empatar aquel duelo de los dos goles de Maradona a Inglaterra, el 22 de junio de 1986 en el estadio Azteca.
Con el tiempo volvió a una AFA sumergida en el tsunami de problemas que siguió a la muerte del todopoderoso Julio Grondona. Otra vez, el vasco. como le dicen, se calzó la ropa de fajina para dirigir al seleccionado femenino (un área casi olvidada por la casa madre del fútbol) y comandó el fracaso de la albiceleste en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Hoy da charlas y clínicas por todo el país.
Pregunta: ¿En qué se parecen y en qué difieren los equipos mundialistas que integró?
Respuesta: Los tres mundiales fueron totalmente distintos. En el 82, con [César] Menotti, se juntó a los campeones del 78 con los que veníamos de las juveniles. Era un plantel enorme y después de estar cinco meses concentrados para ese Mundial, nos vinimos rápidamente y vimos la final desde casa, que es lo más triste. El 86 fue perfecto. El 90 fue distinto porque había una camada nueva, con [Claudio] Caniggia, [Pedro] Troglio y [José] Basualdo. Tuvimos muchos problemas de lesiones y rendimientos, al punto que en el segundo partido [Carlos] Bilardo hizo cinco cambios con respecto al primero. A partir de ahí jugamos todas finales en las que dimos muchas ventajas.
P: ¿Cómo lograron ganarle a Brasil en el 90?
R: A Brasil le ganamos con mucha suerte. En ese partido nos pelotearon en el primer tiempo, pero los clásicos hay que ganarlos como sea. El equipo brasileño era superior a nosotros, pero en el fútbol hasta que no termina el partido no podés bajar los brazos porque gana el que hace goles. La sacamos adelante con una de las pocas jugadas que pudo hacer Maradona, que en ese partido jugó al 30% por su lesión en el tobillo
“Un mundial no lo gana el as de espadas sino el equipo”
P: ¿Qué faltó para ganar aquel Mundial?
R: No es por soberbia, pero faltamos tres jugadores claves que habíamos jugado muy bien contra Italia. Cannigia adelante, Giusti en el medio y yo atrás. Veníamos bien y a cualquier equipo que le saques tres jugadores y viene rindiendo bien le significa una baja importante.
P: ¿Hubo una mano negra en ese partido definitivo contra Alemania?
R: No me gusta pensar en eso. Sí creo que Codesal (N. de R.: el árbitro que dirigió la final y cobró un penal para Alemania) se equivocó y son las reglas del juego. Ellos también son humanos y el penal fue dudoso.
P: ¿Como vivió esa final?
R: Recién tomé conciencia de que no iba a jugar cuando mis compañeros se estaban cambiando y yo me quedaba con el buzo de concentración. Ahí entendí que no iba a jugar otra final del mundo contra Alemania, algo que no sucede todos los días. Mentalmente sabía que había dejado todo en cada partido pero las reglas del juego son esas. En el momento en que me sacan la amarilla ni recordé que me perdía la final. La vi desde el banco.
“Messi siempre quiere jugar, ahí se nota la mentalidad de los grandes"
P: ¿Los jugadores actuales podrían soportar la obsesión de Bilardo?
R: Hoy ha cambiado todo y entiendo que él también hubiese cambiado. Ya no nos pondría a mirar tres horas de videos como hacía antes. Bilardo fue diferente en todo sentido, no sé si hoy lo podrían aguantar. Debe ser el único caso de un técnico te haga una charla técnica al costado de una autopista, como me pasó a mí. Una vez, en Italia, hizo cambiar el trayecto del bus porque veníamos siempre por un lugar y ese día la policía tenía todo cortado. Se dio cuenta y no quiso saber nada. Fuimos por donde quería él. Algo que hoy tampoco se podría hacer.
P: ¿Por qué la gente no recibió a esta selección en 2014 como sí lo hicieron con ustedes en 1990?
R: La verdad no lo sé, porque los logros son los mismos. Estos muchachos también estuvieron a punto de ser campeones. Nosotros tuvimos muchos problemas de lesiones, expulsados y tarjetas amarillas. Pero sacamos del medio al favorito y al local. Nos silbaron el himno. Todas esas cosas pegaron mucho en la gente. Cuando llegamos a Ezeiza había muchas mujeres en la calle, y muchas abuelas. Nos aplaudían cuando pasaba el bus, que iba a muy poca velocidad porque había tremenda cantidad de gente.
P: ¿Cómo ve a la selección de Sampaoli?
“A Brasil en el 90 le ganamos con mucha suerte”
R: La veo con muchas dudas, porque también hay jugadores lesionados en este momento y hay bajos rendimientos. Es un proceso parecido al del 90, pero Sampaoli va a tener 20 días para trabajar y esperamos que arme un equipo compacto que no dependa solamente de Messi, porque si es así va a ser un problema. Un Mundial no lo gana el as de espadas sino el equipo. Maradona fue importantísimo pero jugo cuatro mundiales y gano uno. Necesitas un equipo que respalde al número uno.
P: ¿Tiene Messi el temperamento para ganar un Mundial?
R: Sí. No tiene el temperamento de Diego, porque él era otra mentalidad, mucho más expresiva. Messi es más introvertido, pero en la cancha se transforma, es el número uno, siempre quiere jugar y no quiere salir. Eso también es personalidad. Ahí se nota el carácter de los grandes.
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