El máximo jefe del fútbol ruso se aparta del cargo en vísperas del Mundial de 2018

El viceprimer ministro ruso, Vitali Mutko, ha anunciado este lunes su decisión de cesar temporalmente en sus funciones como presidente de la Federación Rusa de Fútbol, para centrarse en su defensa contra su exclusión de por vida de los Juegos Olímpicos por el escándalo de dopaje de su país. La decisión de Mutko en el fútbol es especialmente significativa por la cercanía del Mundial de 2018 en Rusia (14 junio-15 julio). La sanción ha sido impuesta por el Comité Olímpico Internacional, pero la FIFA no ha actuado contra él.

Mutko ha revelado hoy en una conferencia de prensa que este martes va a recurrir ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) la esa decisión de las instancias olímpicas, anunciada el pasado 5 de diciembre. "He solicitado suspender mis funciones por un periodo de seis meses", ha declarado.

"Mañana presentaré un recurso contra la sanción. Faltan seis meses para el Mundial, yo estaré ahí dirigiendo", ha asegurado para tranquilizar en relación a su organización. "Hasta entonces cubrirán mi sitio. Volveré antes de lo que muchos creen", ha agregado.

Mutko, de 59 años, era ministro de Deportes en 2014, cuando se destapó una trama de dopaje estatal. El COI, a través de diferentes investigaciones, consideró que Mutko "creó y dirigió" este sistema de dopaje para conseguir mejores resultados en las citas de Sochi, donde ejercieron de anfitriones, y Río. 

Según las conclusiones del COI y de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), el papel de Mutko fue clave en ese sistema como ministro de Deportes, entre 2011 y 2015. A pesar de la prohibición, Mutko ha conservado su papel como jefe del comité organizador de la Copa Mundial Rusia 2018, y la FIFA ha dicho que la prohibición no tiene ningún impacto en la Copa del Mundo.

"Sobre las relaciones con la FIFA y el Comité de Organización [del Mundial], mientras el presidente [Vladimir Putin] confíe en mí, continuaré trabajando y supervisando los preparativos del campeonato mundial', ha señalado.

Mutko ha apuntado que Alexander Alayev, director general de la Federación Rusa de Fútbol, ejercerá las labores de presidente interino mientras dure la suspensión, que podría ser inferior a seis meses, dependiendo de la duración de los plazos de defensa. Alayev ha dicho a los periodistas que su misión será "mantener la estabilidad" y "evitar cualquier escándalo" durante sus meses en el cargo.

El dirigente ruso, que ya había ocupado el puesto de 2005 a 2009, llegó a la presidente de la Federación Rusa de Fútbol en 2015 para reemplazar a Nikolai Tolstykh. Fue reelegido en septiembre de 2016 para un mandato de cuatro años, en un contexto deportivo difícil después de la eliminación de Rusia en la primera fase de la Eurocopa-2016, donde los seguidores radicales rusos protagonizaron importantes incidentes, especialmente en Marsella en los primeros días de la competición.