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Epi-Navarro, un relevo entre leyendas

“Es un jugador y una generación maravillosa”, elogia el exbaloncestista al actual capitán de la selección, Juan Carlos Navarro, que este martes, en el amistoso ante Venezuela, le superará con 240 internacionalidades

Robert Álvarez
Epi y Navarro, en un encuentro en 2014.
Epi y Navarro, en un encuentro en 2014.Joan Sanchez

Brillantez, perseverancia, talento y una dedicación absoluta al baloncesto caracteriza a estos dos Géminis. Epi nació el 12 de junio de 1959; Navarro, el 13 de junio, pero 21 años después. Entre ambos abarcan media vida del baloncesto español y los dos, aleros, han jugado siempre en el Barcelona, excepto el año de Navarro en la NBA con Memphis. Epi batió el récord de 222 internacionalidades del legendario Nino Buscató el 13 de noviembre de 1993 y lo elevó hasta las 239. Navarro sumará 240 este martes en el amistoso ante Venezuela (Madrid Arena, 20.45, TDP). “Para mí la selección es una familia. He estado toda mi vida aquí y me han tratado genial. Hemos coincidido una generación increíble de ganadores. Ha habido éxitos. Y la gente sigue viniendo, con ganas de estar aquí”, desliza Navarro.

Para él la selección es el equipo en el que se estrenó en un All Star de la ACB el 14 de noviembre de 1999, pero también aquella concentración del proyecto Siglo XXI a la que acudió con solo 13 años. Sus padres, sus hermanos, pese a que era un niño le animaron a perseguir sus sueños. Y eso que no empezó bien. “Nada más llegar me rompí un dedo y tuve que volver a casa”, explica. Fue el principio de una larga historia que finalizará, por decisión propia, cuando España concluya el Eurobasket en septiembre.

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Justamente cuando aquel chaval de 13 años empezaba a entusiasmarse con vestir la camiseta roja de la selección, Epi, una de las más grandes figuras del baloncesto y del deporte español, tras ser el último relevista y competir en unos Juegos del 92 decepcionantes para el equipo español, decidió retirarse de la selección. “Pensaba que ya había cumplido mi etapa. Además me lesioné, participé en los Juegos pero no puede estar al 100%. Me di cuenta de que ya era hora de retirarme”, relata.

Pero un año después, Lolo Sainz, que había relevado a Díaz Miguel como seleccionador, llamó a Epi. “Nos reunimos. Me dijo ‘te necesito en la selección. Quiero que seas el capitán, no vas a jugar 40 minutos, vas a ayudarme a cohesionar a todo. Es importante que estés con nosotros’. Me hizo meditar mucho. Insistió. Decidí volver a intentarlo, ayudar desde un apartado diferente”.

Epi se retiró definitivamente de la selección a la conclusión del Mundial de 1994, cuando tenía 35 años, y del Barcelona, en mayo de 1995 tras ganar su séptima Liga. Navarro, a sus 37 años, ha puesto fecha de caducidad a su larga trayectoria en la selección. “Está claro que físicamente se acusa”, corrobora el capitán del combinado nacional. “Pocos veranos o ninguno he tenido libres desde pequeñito y eso se va acumulando en el cuerpo, a todos los niveles, de impacto de kilómetros, de dureza mental. Todo carga. Pero he intentado aprovechar cada momento. Cuando no he podido estar me ha dolido, pero lo he admitido. Y cuando me veo con posibilidades de ayudar al equipo… aquí estoy”.

No me pongo fecha límite, me gusta vivir el momento. Llego bien y puedo ayudar a la selección. Y me apetece intentar revertir la situación en el Barça Navarro

Epi considera que, en otras condiciones, hubiera podido alargar más su carrera. “Si yo hubiera tenido la misma preparación y los cuidados que tienen ahora, hubiera jugado hasta los 40 o más, sin duda. Entonces la gente no estaba tan preparada físicamente. Y yo, aún lesionado, podía incluso rendir para el equipo. Ahora, uno que esté lesionado no puede jugar porque todo el mundo está físicamente mucho mejor. Yo, físicamente estaba avanzado para mi tiempo. Estaba fuerte. Ahora, como no juegas cuando estás lesionado, puedes recuperar bien y eso ayuda a que tu vida deportiva se alargue. En mis últimos cuatro años me inyectaban voltaren 200 veces año para que pudiera jugar a pesar de mis dolores, sobre todo de la rodilla. El peor momento del día era cuando me levantaba de la cama porque tu cuerpo estaba machacado del día anterior y los dolores eran totales”.

El horizonte del Navarro no está tan definido en el Barcelona. “Siempre lo digo: no me pongo una fecha límite, me gusta vivir el momento. Eso lo iremos viendo. Ahora estoy aquí, intentaré aprovechar, llego bien y puedo ayudar al equipo. Y me apetece mucho estar en el Barça e intentar revertir la situación de los últimos años. Y, a partir de ahí, vamos viendo cómo transcurre todo”.

Con la misma preparación y los cuidados que tienen ahora, hubiera jugado hasta los 40 o más, sin duda Epi

Navarro empezó en la absoluta junto a Raül López, un año antes que su amigo y compañero en el Barça, Pau Gasol. Lolo Sainz no llevó a Pau a los Juegos de Sidney 2000. Ahora, el pívot de Sant Boi acaba de renovar tres años más con los Spurs y no ha fijado fecha para su adiós a la selección. “Cada uno de los que formamos la generación del ochenta se ha retirado según sus circunstancias. Y sobre mi papel no tengo ningún problema. Sería un poco el mismo que el año pasado en los Juegos. Tengo jugadores por delante de mí que están en su plenitud. En un campeonato, con tantos partidos, hay minutos para todos y todos debemos ayudar”.

“Lolo Sainz”, abunda Epi, “sabía que yo era un jugador de equipo, que no soy egoísta como puede haber otros deportistas que solo piensan en sí mismos. Yo sabía que en mi última etapa no iba jugar o a jugar muy poco. Estaba a dispuesto a desempeñar ese papel, y a ayudar a mis compañeros. A animarles, y cuando las cosas están mal estar ahí para que la gente se recupere. Y cuando hay un exceso de euforia, bajarles los humos. En los Juegos hubo muchos lesionados y en el 93 se produjo un cambio porque llegaban jugadores como Herreros o Villacampa, jugadores en mi puesto, que tenían que jugar. Era lógico”.

El recorrido de Navarro ha sido largo, duro en muchos momentos, pero gratificante. Lesionado, se perdió el último Eurobasket de 2015 que ganó España, pero acumula tres oros (Mundial 2006 y Europeos 2009 y 2011), cuatro platas (Juegos 2008 y 2012 y Europeos 2003 y 2007) y dos bronces (Juegos 2016 y Europeo 2001). “Lo tengo claro. En todos los equipos se aprende y sobre todo aquí, con el nivel de jugadores y el espíritu que hay, es imposible no mejorar. Desde que empecé hasta ahora, han pasado muchos jugadores, momentos buenos y malos, en los que también se aprende. Aprendes a dosificar, a saber mejor cuáles son los momentos y las cosas importantes. A base de experiencia, de haber vivido tantos partidos, puedes estar un poquito más tranquilo. Pero cada edad tiene su etapa. A lo mejor en los comienzos no tenía este bagaje, pero físicamente podía tirar más”.

Un récord que duró 24 años

Buscató puso el listón muy alto con sus 222 partidos internacionales. Su plusmarca duró 20 años, desde 1973 hasta 1993. Epi ve ahora superada su marca de 239 internacionalidades 24 años después de haberla alcanzado. “Para mí significó mucho”, cuenta Epi. “Me decía: ‘¡Ostras! Acabo de desbancar a Buscató, a una leyenda del baloncesto. Fue muy importante”. Ahora, el exjugador aragonés afincado en Barcelona desde que, teniendo 17 años, acompañó a su hermano Herminio cuando fichó por el equipo azulgrana, reflexiona: “No pensaba que mi récord fuera a durar tanto. Mucha gente me decía: ‘esto no lo va a superar nadie’. Pero los récords siempre se baten. Hay más profesionalización y más partidos. Si yo contara todos los partidos que jugué con la selección, seguro que tendría muchos más porque jugábamos contra la Universidad de Saint John’s o de Arkansas o contra combinados de no sé dónde que no contaron. Pero se ha hecho esperar. Yo no me esperaba que fuera tanto”.

Epi pondera el hecho de que sea Navarro quien supera su marca. “Ha demostrado ser un jugador extraordinario. Y ha coincidido con una generación maravillosa. Y nos han dado triunfos de los que debemos estar orgullosos. Es un jugador que está a un nivel muy alto”. Pondera la constancia y el trabajo que está detrás de esos 240 partidos, de esos 17 años en la selección absoluta que suma Navarro. “El Valencia pone en su camiseta ‘cultura del esfuerzo’. Eso para mí es muy importante y cualquiera, cualquiera que haya sido capaz de superar 239 partidos con la selección, seguro que ha hecho un gran esfuerzo durante toda en su vida y merece ser reconocido sea Juan Carlos, sea Felipe Reyes (236 partidos) o sea Rudy Fernández (211), que sería otro que está ahí dentro de los posibles”. También Pau Gasol podría aspirar a batir el récord si consigue jugar con la selección al menos hasta los Juegos Olímpicos de Tokio, en 2020.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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