La bala perdida que hirió a la nadadora mexicana Fernanda Armenta

La nadadora Fernanda Armenta viajaba la noche del pasado lunes en un Uber. El automóvil cruzaba las calles de la colonia Del Valle, uno de los barrios de clase media en la Ciudad de México. A unos metros del automóvil donde se trasladaba la exseleccionada nacional de México empezó un tiroteo. Una de las balas logró atravesar el maletero, el asiento trasero y perforó el pulmón de la atleta.

Dos hombres armados intentaban asaltar al conductor de una camioneta, una BMW, según reportes de la Procuraduría de Justicia (Fiscalía). Un par de agentes de investigación vieron la escena, empezaron los tiros y frustraron el asalto. Pero la extraña trayectoria de una bala perforó un pulmón de Armenta. Aún se mantiene la investigación para resolver el puzzle sobre la trayectoria de las balas y saber qué arma fue la que disparó a la nadadora.

La chica fue llevada al hospital privado de Cos, el más cercano al lugar del incidente. "La bala no lastimó ningún órgano vital", comentó su madre Patricia Gastón al periodista Ciro Gómez Leyva. "El comentario del médico es que es un milagro que esté viva", dijo. El tratamiento que recibe Armenta ha tenido un costo por día de 21.000 pesos (1.000 dólares), por lo que sus colegas del deporte han pedido ayuda a la comunidad para ayudar a la familia, entre ellos la figura femenina de la natación de México, Fernanda González y el clavadista Yahel Castillo.

De acuerdo con Gastón, la empresa Uber no les ha apoyado, luego de que su principal argumento es que se trató de un "acto de vandalismo". Tampoco se le han acercado los dirigentes de la Federación Mexicana de Natación ni de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte. "Está muy disminuida física y mentalmente, pero el apoyo ha servido muchísimo", escribió Fernanda González, colega de Armenta.