Dos Santos es la estrella en la vuelta de Donovan al fútbol

No pasaba nada especial en el terreno de juego hacia el minuto 70 cuando el público de Los Angeles Galaxy se levantó de sus asientos, sacó sus teléfonos móviles y empezó a gritar. En el banquillo, Landon Donovan, el mejor jugador de fútbol de Estados Unidos de la historia, se había quitado la camiseta. Donovan pisó el campo para jugar diez minutos en uno de los regresos más sorprendentes del fútbol, después de dos años retirado de este deporte. El entrenador se permitió sacarlo porque Galaxy ganaba (4-1) al Orlando City de Kaká.

La vuelta de Donovan, al estilo de Michael Jordan con los Chicago Bulls, está medio forzada por una cascada de lesiones que ha dejado al equipo angelino. Les falta el delantero Gyasi Zardes para el resto de la temporada. Steven Gerrard lleva dos semanas lesionado. Robbie Keane, el pulmón emocional de este equipo y una garantía en el área, ha jugado apenas 13 partidos de los 28 y no parece estar para jugar los 90 minutos. El mediocampista defensivo Nigel de Jong ha dejado el equipo dejando un agujero imprevisto.

Donovan asegura que la idea de volver surgió de una conversación informal con los responsables del equipo acerca de los problemas de plantilla a causa de las lesiones. Pero los que lo conocen aseguran que su retiro en diciembre de 2014, con 32 años, era más psicológico que físico. Donovan aseguraba haber dejado de disfrutar con el fútbol, algo en lo que tuvo que ver la decisión de Jurgen Klinsmann de dejarle fuera del que habría sido su cuarto Mundial con la selección. El máximo goleador de la historia en la liga y la selección de Estados Unidos se iba conquistando un título de la liga MLS. Era evidente que podía seguir jugando al máximo nivel si quería.

Casi dos años después, por muy fuerte que se sienta, Donovan no es el mismo que el día que se retiró. Aunque tiene las ganas que le faltaban entonces, ya no tiene el cuerpo. “He jugado cinco minutos y he dado un pase”, reconoció el jugador en la sala de prensa. Donovan estaba sonriente, saludando a los periodistas habituales por su nombre, contento de estar en su casa. Pero no escondió nada de la situación. “Tengo que trabajar mucho para ser competitivo porque no todas las semanas me van a dar 10 minutos de caridad. Tengo que ponerme en forma”.

“Estoy muy lejos” de la forma, reconoció. “Entré en un partido en el que ambos equipos estaban exhaustos y yo era el más lento en la cancha. Cuando entrenas un par de veces te sientes en forma, cuando entras en un partido a esa velocidad es otra cosa”. El entrenador del Galaxy, Bruce Arena, reconoció que Donovan salió al campo porque faltaban 10 minutos y ganaban por tres goles. “Quizá en otras circunstancias no habría salido”. Ambos pactaron que si se daban las circunstancias lo mejor era quitarse de encima cuanto antes la expectación mediática y darle una alegría al público, y después ponerse a trabajar.

El que brilló en la victoria contra Orlando fue el mexicano Giovani dos Santos. El equipo de Kaká se había adelantado en los primeros minutos con un gol después de un pase en profundidad del brasileño. Dos Santos, jugador en general poco participativo, reclamó por unos minutos el liderazgo del Galaxy. Marcó dos goles y dio el pase de otro. Arena reconoció que poco a poco el mexicano está llegando al nivel que se espera de él después de un año en el equipo. “Lleva un año y creo que es el año en el que más partidos ha jugado en su carrera”, dijo Arena. Dos Santos lleva 14 goles sin jugar de delantero puro. Dos Santos puede ser la verdadera arma del Galaxy para sobreponerse a las lesiones y tener algo que decir esta temporada.

Con la victoria del domingo, Los Ángeles se sitúa con 47 puntos a falta de cinco jornadas para que acabe la temporada regular y supera al Real Salt Lake y a Colorado. Está a cuatro puntos del líder, el FC Dallas, en la conferencia Oeste de la MLS.