La épica envuelve la retirada de Landon Donovan
El mejor futbolista que ha producido EE UU pone fin a su carrera a los 32 años ganando con los LA Galaxy su sexto título de liga
El mejor jugador de fútbol de la historia de Estados Unidos ganó este domingo su último partido y su último título, dio las gracias y se fue. Una retirada soñada por cualquier futbolista y calculada para ser exactamente así desde hace meses. Landon Donovan, californiano de 32 años, es el rostro del fútbol en EE UU, el máximo goleador de la liga y de la selección, el que más títulos ha ganado y el que en la última década ha prendido una débil mecha en una afición que solo se moviliza por la Copa del Mundo mientras da la espalda a una liga semiclandestina.
LOS ANGELES GALAXY, 2 - NEW ENGLAND REVOLUTION, 1
Los Angeles Galaxy: Jaime Penedo, A.J. DeLa Garza, Omar González, Leonardo, Robbie Rogers (Dan Gardan, m. 90), Stefan Ishizaki (Alan Gordon, m. 90), Juninho (Baggio Husidic, m. 96), Marcelo Sarvas, Landon Donovan, Gyasi Zardes, Robbie Keane.
New England Revolution: Robby Suttleworth, Andrew Farell, José Goncalves, A.J. Soares, Chris Tierney, Jermaine Jones, Scott Caldwell (Daigo Kobayashi, m. 56), Teal Bunbury, Lee Nguyen (Andy Dorman, m. 90), Kelyn Rowe, Charlie Davies (Patrick Mullins, m. 72).
Goles: 1-0. M. 52. Gyasi Zarbes. 1-1. M. 79. Chris Tierney. 2-1. M. 111. Robbie Keane.
StubHub Center, Los Ángeles. 27.000 espectadores.
El domingo, Donovan ganó con Los Angeles Galaxy el título de la Major League Soccer de Estados Unidos en el StubHub Center de la ciudad californiana. Lo hizo en un partido atropellado y con pocas ocasiones el domingo por la tarde contra el New England Revolution, equipo de Boston cuyo papel no oficial esa tarde era no estropear la fiesta, un papel contra el que se rebelaron con nobleza, llevando el partido al borde los penaltis y exigiendo lo mejor del campeón.
La victoria de los Galaxy se decidió en el minuto 111. Con todas las opciones abiertas en la prórroga y los dos equipos atacando como no lo habían hecho en todo el partido, Robbie Keane enganchó en carrera un balón en la izquierda del área pequeña tras un fallo defensivo del Revolution. A esas horas los calambres eran evidentes en muchos jugadores. Tuvieron que pasar 10 minutos finales de angustia, con un tiro al larguero de New England, hasta que la final soñada de Donovan y los Galaxy fue una realidad.
Se trata del tercer título de liga para los Galaxy en cuatro años, lo que lo convierte en un equipo de leyenda
A las tres de la tarde de Los Ángeles, medianoche en España, Robbie Keane levantaba la copa MLS en una ceremonia no muy diferente en el ritual de una final de la Champions. Keane fue elegido mejor jugador de la final y la semana pasada recibió el premio de mejor jugador de la liga. Se trata del tercer título de liga para los Galaxy en los últimos cuatro años, y el quinto en total, lo que lo convierte en un equipo de leyenda en la breve historia de esta liga. Es también el sexto título para Donovan (dos con los San José Earthquakes y cuatro con este equipo), un récord.
Con estos números, el pasado 7 de agosto Donovan, el Capitán América, anunció que se retiraría como jugador de fútbol profesional al final de la temporada. Dos meses antes, había sufrido una de las decepciones más grandes de su carrera. El seleccionador de fútbol de Estados Unidos, Jurgen Klinsmann, le comunicó que no iría a la Copa del Mundo de Brasil tras llevarle entre los 30 preseleccionados a la concentración. La mayor estrella de EE UU no tenía planeado retirarse a principios de año. En algún momento, el fútbol dejó de ser divertido.
Lo bonito es que ahora podré volver a jugar con mi hermano, como cuando éramos niños
Donovan está lejos de ser una vieja gloria. Debutó como profesional en esta liga en 2001 y se retira a la misma edad a la que algunos jugadores europeos empiezan a pensar en una segunda carrera en Estados Unidos. Las dos mayores estrellas en la final del domingo eran su compañero Robbie Keane, de 34 años, y Jermaine Jones, de 33, que no tienen ninguna intención de retirarse. Donovan era titular indiscutible del equipo más laureado de la MLS, casi todas las jugadas de ataque pasan por sus pies.
Ha decidido retirarse en lo más alto de su carrera, en una decisión difícil de explicar para el público pero que él articula con una seguridad desconcertante. Tiene algo que ver con sus sensaciones al jugar, con algo que le dicen sus tripas, con un nosequé que hace que ya no sienta la misma pasión que antes por el juego. Él mismo ha dicho que se trata de una decisión “agridulce”. Pero que, sin pasión, esto no merece la pena.
En las entrevistas que dio en verano, en pleno desconcierto por su retirada, Donovan explicó que se solo por anunciar su final, ya se había quitado un peso de encima. Que solo por no sentir la obligación de jugar, ya volvía a disfrutar de nuevo del juego. En los últimos años ya no disfrutaba del fútbol como cuando empezó. Por profesionalidad, se había obligado a jugar, pero sin disfrutar realmente como quería. Y eso es lo que quería, disfrutar. “Prefiero tener tres meses de jugar bien y disfrutar que un par de años de mediocridad y sin sentir pasión”, dijo entonces.
El domingo en la sala de prensa Donovan, un tipo con fama de cerebral e introspectivo, compareció sin camiseta para contestar sus primeras preguntas como campeón y las últimas como futbolista. Dijo sentir "obvia emoción, tristeza, incertidumbre y pura alegría por este equipo". Donovan nunca ha ocultado que sus sentimientos son muy contradictorios respecto a su retirada, y que le produce tanta tristeza como alivio. El domingo estaba "muy emocionado por el partido, pero también porque mañana no tengo que entrenar".
La retirada de Donovan no será recordada como un gran partido. Ni como una final vibrante. Realmente tanto el entrenador como los jugadores del Galaxy reconocieron después del partido que no había sido su mejor actuación. Será recordada como la retirada perfecta, guionizada y ejecutada al milímetro. "Estoy muy contento de que pueda terminar de esta manera", dijo el entrenador, Bruce Arena. "¿No querríamos todos irnos así de nuestro trabajo? ¿Qué más se puede pedir? ¿Se puede escribir un guion mejor?".
Donovan no ha dicho qué hará después del fútbol. Parece que la palabra clave es disfrutar. Quizá quiera que el fútbol sea solo un ingrediente de eso, y no lo principal. Parece que, después de ganarlo todo, disfrutar del fútbol y jugar profesionalmente ya no es compatible. "Cuando tenía dos años, mi hermano Josh tenía cinco y jugábamos mucho. Él quería que yo creciera para poder jugar al fútbol conmigo. Creo de verdad que la práctica es lo que te hace bueno. Jugábamos todo el rato, sin parar, en el patio, en la casa rompiendo cosas. Esto me conecta con muchas cosas en mi vida. Lo bonito es que ahora podré volver a jugar con él, como cuando éramos niños".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.