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“La gestión de la Federación brasileña nos llevó al abismo”

El defensa del Cruzeiro lidera una agrupación de más de 1.000 jugadores que piden una “regeneración” del balompié brasileño

El jugador del Cruzeiro Paulo André
El jugador del Cruzeiro Paulo AndréBRUNO SENNA

El defensa Paulo André, de 31 años, es uno de los puntales del actual campeón brasileño, el Cruzeiro. Fue campeón del mundo de clubes en 2012 con el Corinthians, que venció al Chelsea en la final. Con una experiencia de tres años en el fútbol francés y otra de un año en el fútbol chino, es uno de los fundadores de la plataforma Bom Senso FC (Sentido Común FC), una agrupación de más de 1.000 jugadores profesionales que piden desde hace dos años una “regeneración” del balompié brasileño para que “Brasil vuelva a ser el país del fútbol”. Tras la detención de José Maria Marin [vicepresidente de la federación], en el escándalo de la FIFA, su plataforma ha pedido apoyo popular para transformar el fútbol brasileño.

Pregunta. ¿Cuáles son sus principales problemas?

Respuesta. Tenemos graves problemas de administración del fútbol, basados en garantizar los intereses de los dirigentes de la Confederación Brasileña del Fútbol (CBF) y de las federaciones estatales, que no están preocupados en el desarrollo del deporte. Mientras que la CBF y las federaciones obtienen beneficios millonarios, los clubes tienen deudas inmensas, a los jugadores se les paga con retraso y 20.000 profesionales (jugadores, entrenadores, directivos, preparadores físicos, etc.) pasan la mayor parte del año desempleados por culpa de un calendario injusto e irracional. Por no hablar de la baja asistencia de público o el atraso en una metodología para la formación de nuevos entrenadores y jugadores.

P. ¿Desde hace cuánto sufre estos problemas el fútbol brasileño?

R. Es un problema de varias décadas.

P. ¿Tiene solución?

R. Si no creyésemos en una solución, no estaríamos luchando por ella. El primer paso es conquistar el derecho de voto de jugadores y entrenadores en las entidades de administración deportiva. Equilibrar las cuestiones políticas con las técnicas es fundamental para avanzar. Tenemos propuestas para el calendario, defendemos el Fair Play Financiero [como ha adoptado la UEFA] y otras medidas de fomento del deporte.

P. ¿Cuánto éxito han tenido hasta ahora?

R. Hemos conseguido ser oídos en todo el país, incluso por el Gobierno Federal y el Congreso. Sólo la CBF ha dejado de recibirnos. Ahora estamos debatiendo en el Congreso Nacional un proyecto de ley que refinancia la deuda de los clubes, establece el Fair Play Financiero y propone medidas de democratización en la CBF. Es un movimiento histórico. Por primera vez en Brasil jugadores de diferentes equipos se han unido para protestar contra la inercia y la incapacidad de gestión en la CBF que nos llevó al abismo. Lo que ha pasado en los últimos 12 meses, dentro y fuera del campo, sólo confirma que estamos en lo cierto.

P. ¿Qué importancia atribuye a la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del fútbol aprobada en el Senado por el impulso de Romario?

R. Será importante si consigue revelar todo lo que está oculto y es irregular. Hay que limpiar la CBF. Pero hay fuerzas conservadoras que sólo intentarán mantener todo como está.

P. ¿Bom Senso cree que el señor Del Nero [presidente de la CBF] está libre de toda culpa, como él mismo afirma?

R. No podemos afirmar que Del Nero, aliado histórico de Marin, está en la red de corrupción descubierta. Con todo, tiene responsabilidades institucionales, en condición de presidente, para modificar este escenario. Está en su mano convocar la Asamblea General de la CBF y promover las modificaciones estatutarias para detener la proliferación de la corrupción en el fútbol brasileño. Del Nero tiene que cambiar el modelo vigente, que nos llevó al fondo del pozo. La CBF no puede ser más una entidad que usa la selección y los colores de la bandera nacional para privilegiar a unos pocos dirigentes.

P. ¿Cuáles son sus principales críticas a la CBF?

R. Falta democracia, transparencia y profesionalidad. Sus dirigentes están más preocupados en asegurar su permanencia en el cargo que en el desarrollo del deporte. La política está por encima del deporte.

P. ¿Tanta corrupción existe en el fútbol brasileño?

R. La corrupción nunca es una acción aislada, tiende a constituir una maraña. Ya existieron otros casos en Brasil, como la Lotería Deportiva o la manipulación de arbitrajes, al igual que en Europa. No creo que sea peor que en otros países vecinos. Pero la Conmebol no ayuda ni promueve mejoras, como hace la UEFA, y permite que todas las federaciones sudamericanas estén sujetas a mayor riesgo de corrupción. Hay un status quo fuerte y peligroso que inhibe cualquier tentativa de una gestión volcada hacia el siglo XXI.

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