El Zaragoza vuelve a la UVI
El presidente, Christian Lapetra, alerta de un riesgo "cierto y real" de desaparición
Parecía que había salido de la UVI. La compra del Zaragoza por parte de la Fundación Zaragoza 2032, encabezada por el presidente de Telefónica, César Alierta, a mediados de julio, se interpretó como la salvación de un club que, en manos de Agapito Iglesias, estuvo a punto de poner fin a sus más de 80 años de historia. Este jueves, se volvieron a enceder las alarmas. El presidente de la sociedad de La Romareda, Christian Lapetra (hijo del magnífico jugador de los años 60, Carlos Lapetra), alertó de un riesgo “cierto y real” de desaparición. El motivo, explicó, es la reclamación por parte de Hacienda con vía de apremio de los 25 millones de parte de su deuda histórica, vencida en septiembre. Le exige el pago de 18 millones, más unos intereses de demora de 3,45 y el agravamiento de un importe principal de un 20% adicional.
La queja de Lapetra se sustenta en dos puntos. Primero, la negativa de Hacienda a negociar un convenio singular para el pago de la deuda y, segundo, su oposición a levantar el embargo que le impide hacer frente a sus obligaciones de pago, a pesar de que el pasado 25 de julio el Zaragoza se puso al corriente con la deuda que motivó el embargo. Aun así, Hacienda reclama otros pagos y por eso no lo levanta. En el mejor de los casos, el club podría ganar unos días, el tiempo que tardaría la Agencia Tributaria en levantarle ese bloqueo e imponerle uno nuevo por el resto de la deuda. Lapetra ha calificado esta decisión de “cuanto menos irregular”.
Respecto al calendario de pagos, la fundación confió desde el principio en llegar a un acuerdo con el fisco. Cuando se hizo con la entidad, anunció que los 18 millones que el club debía abonar en septiembre —los que ahora se han convertido en 25— se pagarían “al ritmo que se pueda”. El club se ha encontrado con la negativa de Hacienda a pesar de que Lapetra asegura que el compromiso era sentarse para negociar y que ahora la administración ha cambiado de criterio. “La fundación nunca ha dicho que vaya a aportar todos los fondos para salvar la deuda”, explica el presidente, que subraya que la Agencia Tributaria sabía desde el principio que no iban a poder hacer frente al pasivo histórico, incrementado ahora en 4 millones. Nada más llegar, la fundación depositó los ocho millones necesarios para salvar parte de lo adeudado con Hacienda y con los empleados del club: en menos de 10 días abonaron el dinero para no desaparecer. Y hasta la fecha, Lapetra asegura haber pagado seis millones al fisco.
Hacienda reclama al club el pago de 25 millones de euros mediante procedimiento de apremio
Los Magníficos en los años 60, la Recopa del 95 ante el Arsenal con el gol de Nayim en el Parque de los Príncipes de París, las seis Copas del Rey, la Supercopa del 95 y todos los hitos de uno los históricos del fútbol español podrían quedar huérfanos, como gloriosos recuerdos. En la actualidad, no pasa el Zaragoza por su mejor momento deportivo. Afronta su segunda temporada consecutiva en la Liga Adelante —donde ahora es octavo—, algo que no pasaba desde hacía seis décadas. Y puede que ni siquiera llegue a la última jornada. “Podría desparecer esta temporada”, remarca Lapetra. Si así fuera, la entidad tendría el mismo destino que ya vivieron otros históricos como el Salamanca, en 2013; el Logroñés, que fue liquidado en 2009; el Extremadura, en 2010; u otros que lograron resucitar como el Málaga, el Burgos, el Almería...
Sin apenas patrimonio,
“Si el que está enfrente prefiere quedarse tuerto para que el otro se quede ciego, no tenemos respuesta”, expresó Fernando Sáinz de Varanda, miembro del Consejo de Administración. Y añadió: “La desaparición del Real Zaragoza supondría un gran daño para el erario público puesto que su valor liquidativo es cero y, en caso de disolución, la Agencia Tributaria nunca recuperará nada”. Sin apenas patrimonio, su histórico estadio, inaugurado en 1957, pertenece al Ayuntamiento.
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