“Siento que voy muy despacio”

Su pelo, algo largo, ha adquirido un color grisáceo. Ha cumplido 50, no tiene ninguna necesidad de estar en Lima, pero lleva casi dos años intentando volver a correr el Dakar. Sus ademanes, tan de señor, siguen marcando cierta distancia con un mundo que, curiosamente, parece haberle atrapado. Dice que siempre le gustó tomar las decisiones por sí mismo y que si en 2012 no estuvo aquí es porque Volkswagen cambió de estrategia: decidió no correr el Dakar, centrarse en el campeonato del mundo de rallies y hacer un coche para el Mundial, en el desarrollo del cual él colabora. “Me quedé con ganas de correr”, confiesa Carlos Sainz. Por eso se ha enrolado en el quipo del catarí Nasser Al-Attiyah, su gran rival, y ambos correrán con un buggy que ha generado una gran expectación. Hoy, la primera etapa, entre Lima y Pisco, una especial de 13 kilómetros con un enlace posterior de otros 250.

Pregunta. ¿Cómo se ve el Dakar por la tele?

Respuesta. Lo seguí bastante, la verdad. Además, llamaba a Lucas [Cruz, quien fuera su copiloto] por las noches para que me contase cómo había ido la etapa. Por eso digo que cuando uno tiene ganas de correr intenta estudiar todas las posibilidades y esta opción, la de correr con Al-Attiyah, además me permitía continuar mi relación con Volkswagen.

Yo mismo me pregunto: ¿Qué necesidad tienes de hacer esto?

P. ¿Le ha dado tiempo a aburrirse en este tiempo sin apenas competición?

R. No, en absoluto. Mi tiempo ha estado bastante ocupado con mis cosas en Madrid, con mis hijos, con Carlos, y con mi relación con Volkswagen. No tengo tiempo para aburrirme, al revés, a veces tengo que pensar en desocuparme y tengo que renunciar a algunas cosas. Yo mismo me digo: ‘¿Qué necesidad tienes de hacer esto?’.

P. ¿Sigue mucho la trayectoria de su hijo Carlos?

R. Hasta ahora lo he seguido bastante. Mi objetivo este año, pues acaba de cumplir 18 hace un par de meses, es dejarle un poco más a su aire. A esa edad ya puede viajar, conducir, es más autónomo. Eso me dará a mí también más tiempo.

P. Por resultados no será, el chico se basta y se sobra.

R. Él va creciendo. Ha estado siguiendo una etapa de formación y ahora seguirá creciendo como piloto y como persona. Sabe que me va a tener siempre para lo que quiera, pero es importante que uno vaya siendo más independiente. El padre llega un momento en que tiene que saber dar un pasito atrás.

P. ¿Volverá a pasar la noche al raso como en sus primeros años?

No tenemos ni idea de lo competitivos que somos con el buggy

R. Creo que tenemos hotel. Creo…

P. ¿Qué es lo que un señor de Madrid echa poco de menos de una aventura como esta?

R. Aquí existe otro tipo de estrés, diferente al que pueda haber un día cualquiera en Madrid, hay otro tipo de prioridades. Estas dos semanas pasan muy rápidamente, la concentración es total y, si te gusta, es un reto muy bonito.

P. El concepto que existe de buggy incita a pensar que vienen a pasárselo bien, pero ¿qué tiene de buggy este vehículo con el que compiten?

R. Se llama buggy porque es un vehículo de dos ruedas motrices, más que llamarle buggy habría que decir que pertenece a la categoría de dos ruedas motrices. Es un concepto que se ha creado en el Dakar y son coches para poder optar a la victoria. El hecho de ser dos ruedas motrices en vez de cuatro les otorga una serie de ventajas con respecto a los otros coches de cuatro ruedas motrices por el reglamento técnico vigente: tienen menos peso, más potencia y más recorrido de suspensión y la posibilidad de hinchar y deshinchar las ruedas desde dentro. Es un tipo de vehículo que dependiendo del terreno se defiende mejor que un cuatro ruedas motrices: si es desierto abierto y está muy roto va mejor, sin embargo, si es un camino cuanto más virado peor va.

P. Hasta ahora siempre había conducido un 4x4. La estrategia cambia por completo.

R. No es que suponga una dificultad añadida, pero tienes que tenerlo muy claro. Para nosotros este año va a ser un año duro, de aterrizaje con este coche nuevo con el que hemos hecho muy pocos kilómetros. Creo que vamos a ir aprendiendo día a día. No tenemos ni idea de lo competitivos que somos.

P. ¿Cómo ha sido la primera toma de contacto, hecha hace solo unos días?

R. Es sorprendente, es un coche totalmente diferente, me tengo que habituar a él todavía. Me sorprende lo bien que pasa por los sitios rotos, pero en cuanto lo metes por un camino te das cuenta de que ahí vamos a ir muy mal. Al final una cosa compensa la otra, pero tengo que adaptarme a lo que tengo, es lo que haré durante las primeras etapas: ponerlo a mi gusto.

P. ¿Podrá ir con la calma suficiente en los caminos?

R. No me quedará más remedio, pero me va a costar. Además, tengo la sensación, por lo poco que he rodado por caminos, de que voy muy despacio. Cuanto intentas apretar un poco es imposible.

P. ¿Cómo de extraño se hace estar en el mismo equipo con Al-Attiyah?

R. Es su equipo, pero de extraño nada. Conmigo ha sido tremendamente amable, ha tendido un comportamiento excepcional.

Aquí hay otro tipo de estrés, diferentes al de cualquier día en Madrid

P. ¿Hay un líder en este equipo, se ayudarán o cada uno irá por su lado?

R. Creo que nos vamos a ayudar, el objetivo es llevar los dos coches a la meta.

P. Para este 2013 se intercambian los copilotos, ¿cuántas veces le ha pedido a Lucas Cruz que volviera a su derecha en el coche?

R. Lo intenté, por supuesto, al principio. Tenía mucho más sentido. Nasser había ganado con Timo y yo había ganado con Lucas, que además es español, como yo. Pero ellos dos tenían un acuerdo desde el año pasado y entiendo perfectamente que no hayan querido cambiar.

P. ¿Habla alemán?

R. No. Con Timo descubriré esa nueva relación en una carrera, que no es fácil, porque seguir las indicaciones en inglés pronunciado por un alemán es complicado. Creo que él a mí me entiende mejor que yo a él.

No sé quién me quería retirar. Siempre me ha gustado desarrollar coches

P. Al-Attiyah dice que van a dar guerra porque tiene en su equipo a los dos mejores pilotos del Dakar, usted y él.

R. Hemos demostrado los últimos años que somos pilotos rápidos: en las últimas ediciones nos lo hemos jugado hasta el final y yendo los dos destacados respecto al resto.

P. Hace poco más de un año le querían retirar, pero no parece tener intención de dejarlo.

R. No sé quién me quería retirar, lo único que sé es que el año pasado no estuve aquí porque no tenía equipo, lo que sí sé es que este es un programa serio, están Red Bull y Qatar detrás, está Nasser y estoy yo, no hemos venido aquí a pasar el rato, hemos venido a tratar de aprender lo máximo de cara al futuro y si hay dos o tres años por delante, como es el caso, me iré pensando, como siempre hago después de cada rally, si sigo. Si me encuentro a gusto, ¿por qué no seguir? Además, siempre me ha gustado desarrollar coches y este buggy está enteramente por desarrollar.