El nuevo futuro del Deportivo
El colista busca reactivarse con su nuevo técnico y reponerse en lo económico con la entrada en proceso concursal
“No somos amigos de cambiar, pero el equipo necesita un revulsivo”, justifica el presidente Augusto César Lendoiro sobre el nuevo futuro que le aguarda al Deportivo, que hoy en Riazor contra el Málaga estrena entrenador, el portugués Domingos Paciencia. La frase podría valer también para un nuevo acontecimiento inminente en el horizonte del centenario club gallego: la entrada en proceso concursal. “Un chollo, entre comillas, ilegal”, describió su presidente hace poco más de un año. Y añadió: “Me daría vergüenza ir a la concursal para aprovecharme. Si debes, lo tienes que pagar”. Pero el Deportivo abrazará esa opción la próxima semana para garantizar que el dinero vuelve a fluir hacia el club, que actualmente tiene embargados todos sus ingresos por la Agencia Tributaria. Lo hará a tiempo para cobrar el plazo que le girará Mediapro por sus derechos televisivos, superior a 10 millones de euros.
Mientras llega el alivio, el deportivismo mira hacia lo que según Lendoiro “verdaderamente preocupa”, la cuestión futbolística. Por eso trata de ofrecer garantías de pago para reforzar la plantilla con futbolistas como el lateral Silvio, cedido hasta junio por el Atlético con el que ya hay acuerdo, pero falta alcanzarlo con el Atlético para que llegue cedido hasta junio; el también excolchonero Paulo Assunção, con el que se negocia el plácet del São Paulo, y la vista puesta en un central que llegará seguramente de la cartera del agente Jorge Mendes, que ha ofrecido al benfiquista Sidnei.
No queremos encajar goles, pero tampoco me gustan los equipos que solo defienden” Domingos Paciencia
Llega también el momento de un técnico que en apenas cinco entrenamientos ha variado rutinas respecto a su antecesor. Impone las sesiones vespertinas, en algún caso dobla, detalle inédito hasta ahora salvo en momentos puntuales de la pretemporada, e incide sobre todo en la preparación táctica, en hacer evolucionar un once y tratar de generar automatismos, opción de trabajo que José Luis Oltra apenas empleó durante el año y medio que estuvo al frente del equipo. Son diferentes caminos hacia un mismo objetivo. “Nos pide que estemos ordenados y que trabajemos la presión estando un poco más agrupados. Y en ataque que busquemos las bandas”, reflexiona Juan Carlos Valerón. El mediapunta canario ejerce de faro en el vestuario y de asesor áulico en los terrenos del presidente, que le consulta todas las decisiones deportivas. Tras el descenso de hace dos campañas fue Valerón quien puso el nombre de Oltra sobre la mesa. “En el fútbol me he encontrado poca gente como él o como Chema Sanz [su auxiliar]”, glosa el futbolista canario. Esta semana, siempre que Domingos movió un once con visos de titularidad, él no estaba entre los elegidos. Tampoco lo estuvo en el último partido dirigido por el preparador valenciano ante el Espanyol. Pero hasta ahora ha sido un indiscutible y más en Riazor. “Es parte de la normalidad que el nuevo entrenador llegue con ideas diferentes”, resume Valerón cuando se le pregunta sobre su nuevo jefe.
“Es normal que el nuevo entrenador llegue con ideas diferentes”, resume Juan Carlos Valerón
Las referencias sobre Domingos van por ahí. “Vamos a ver un Deportivo muy organizado. El entrenador nos insistió sobre jugar más juntos y no conceder tantas contras”, reveló Pizzi. Amante de equipos coriáceos y de partidos con pocos vuelcos, esa querencia mostrada sobre todo en el Braga sitúa a Paciencia en las antípodas de Oltra. Pero previene: “No queremos encajar goles, pero tampoco me gustan los equipos que solo defienden”. Lo dice el último máximo goleador portugués de la liga del país vecino. Desde que marcó 25 goles en la temporada 1995-96, sus sucesores fueron extranjeros. Logró aquel hito con el Oporto, el equipo de su vida, en el que se integró de niño y ahora crecen dos de sus tres hijos, uno de ellos, Gonçalo, delantero de 19 años que descolla en las exigentes categorías inferiores de la selección portuguesa y que ya alterna con el primer equipo tras superar una importante lesión de rodilla. “Entrenar al Oporto sería pagar una deuda de gratitud”, reconoció Domingos en una entrevista concedida al periódico O Jogo justo antes de firmar su vínculo con el Deportivo. De tal manera, apunta su destino a O Dragao que su adiós hace ahora 11 meses al Sporting estuvo teñido por un extraño episodio en el que una agencia de noticias filtró una información incierta sobre unas negociaciones a hurtadillas con la entidad portista. La entidad de Alvalade, que se comprometió a abonar su ficha de 600.000 euros anuales hasta el próximo 30 de junio salvo que antes encontrase nuevo destino, le destituyó cuando el equipo estaba en la final de Copa, vivo en Europa y transitaba, casualidad, en la competición doméstica a 16 puntos del líder, en la cuarta posición.
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