El Lyon, como siempre
El Madrid vuelve a encontrarse con el equipo francés, además del Ajax y el Zagreb
Convertido en un clásico de la Liga de Campeones, en particular azote del Real Madrid, que solo la campaña pasada pudo superarlo tras varios fiascos, el Olympique de Lyon se prepara para las vacas flacas. "No lucharemos por ganar la Liga", advirtió hace unas semanas su presidente Jean-Michel Aulas, que reivindica "el espíritu familiar" para recuperar el fulgor de un club que dominó con brazo de hierro el fútbol galo en las últimas temporadas y que en la última temporada cedió ante Lille, finalmente campeón, y Marsella.
El tercer puesto, conseguido en cerrada lucha ante el PSG, obligó al equipo que prepara Claude Puel a competir en la eliminatoria previa, donde superó la difícil prueba del Rubin Kazan. Pero en esa cita dejó entrever alguna debilidad. El traspaso de Jeremy Toulalan al Málaga vuelve a dejar un agujero en el equipo del que partieron en su día Michael Essien y Mahamadou Diarrá. Se trata de una baja significativa en un combinado en el que pilares como el central brasileño Cris o el lateral diestro Revelliere ya pasan de la treintena. Ahí aparece el talento de Aulas para descubrir nuevos valores como el central burkinés Bakary Koné, procedente del Guingamp, que fue titular y marcó ante el Rubin Kazán en la previa.
La ausencia de Toulalan servirá para dar galones al joven Maxime Gonalons, un canterano con pasado de recogepelotas en Gerland, que ya dejó retazos jerarquía en la pasada Liga de Campeones. Junto a él todos son viejos conocidos como Kim Kallstrom, eterna promesa sueca, futbolista tan técnico como frío, o su sosias Yohan Gourcuff, del que siempre se esperan proezas que no acaban de llegar, ambos contrapunto del volcánico Lisandro López, que ahora tiene mando en plaza como capitán del equipo o del explosivo zurdo brasileño Michel Bastos, que gasta un cañón en las acciones a balón parado.
Menos peligroso, en cualquier caso, parece el Dinamo de Zagreb, que 12 años después vuelve a la Liga de Campeones, donde ya participó en dos ocasiones desde que la Copa de Europa se rebautizó y cambió de formato, la última en la campaña 1999-2000. Por entonces el equipo era conocido como Croacia de Zagreb, concesión al nacionalismo imperante en los noventa antes de recuperar su antiguo nombre, el que le hizo grande en la vieja Liga yugoslava, pero se identificaba con el fenecido régimen de Tito.
"Lo habíamos intentado muchos años, ahora vamos a disfrutar", anunció tras superar al Malmoe sueco el técnico croata Krunoslav Jurcic. Nadie espera grandes alardes de un club que nunca acaparó talento, equipo por historia industrioso y esforzado, opuesto al más mediterráneo y pinturero Hajduk Split, su rival más enconado. Pero la clasificación a la Liga de Campeones alerta sobre el valor de futbolistas como el brasileño Sammir, autor de tres goles en la ida contra los suecos.
Por último, el grupo lo completa el Ajax de Frank de Boer, un equipo que parece haber recobrado el buen gusto por el fútbol y por los resultados, toda vez que el curso anterior ganó la Eredivisie. Con un plantel bastante joven, destacan promesas como los defensas Van der Wiel, un lateral derecho de recorrido, y el central Vertonghen, por el que se han interesado muchos grande. En medio está Enoh, todo músculo, y Anita, un futbolista con una calidad sensacional pero que no ha dado todavía el salto. Arriba, están los explosivos Sulejmani y Ebeclio, tan rápidos como incordiosos. En Europa, sin embargo, hace años que no se pronuncia, lejos de ser aquel equipo que encandiló y gobernó con Michels y Cruyff, que también enamoró con Van Gaal.
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