Un bombo desigual
Fácil para el Barcelona y el Madrid, accesible para el Valencia y todo un reto para el Villarreal
El camino hacia Munich y la final del 19 de mayo de la Liga de Campeones comenzó a marcarse con el sorteo de la fase de grupos celebrado en Mónaco. La ruta satisface de inicio a Barcelona, que parte como claro favorito con el Milan ante los bielorrusos del Bate Borisov y el debutante checo Viktoria Plzen. También al Real Madrid, que vuelve a cruzarse con Lyon y Ajax, dos clásicos de sus últimas campañas en Europa, y encontrará un presumible alivio con el Dinamo de Zagreb croata. No desagrada al Valencia, que se reencontrará con Juan Mata, recién traspasado al Chelsea, y peleará por la clasificación ante Bayer Leverkusen y el Genk, campeón belga. Y se presenta, en fin, como un ingente desafío para el Villarreal, encuadrado en el grupo más complicado de la historia de la competición. Desde que la matemática ha llegado a los sorteos futbolísticos los emparejamientos deparan giros sorprendentes. Prisioneros de los coeficientes hallados a partir de sus últimas participaciones en competiciones europeas, equipos como el Manchester City, Nápoles o el campeón alemán Borussia de Dortmund aguardaban mezclados entre los parias. Ingleses e italianos competirán contra el Villarreal en un grupo que lidera el Bayern, especialmente implicado este año en la competición por ser anfitrión de la final.
Estar en esa cita en el Allianz Arena es el objetivo declarado de al menos una decena de equipos. 11 de los 32 han levantado al menos una vez la Copa de Europa, menos que en la campaña 2006-07, cuando se alinearon 13 campeones en la línea de salida, pero dato esclarecedor del nivel de la competición. "Es la Liga de Campeones, no el torneo de Mickey Mouse", espetó Giuseppe Rossi, delantero del Villarreal, nada más conocer lo que le aguarda a su equipo. Cada cual asume su propio reto, pero solo el Barcelona puede acceder al de convertirse en el primer equipo que repite título desde que el deslumbrante Milan entrenado por Arrigo Sacchi superó a Steaua y Benfica en las finales de 1989 y 1990. Más de 20 años después, nadie ha conseguido reinar en Europa de manera hegemónica, por más que en las últimas rondas apenas aparezcan intrusos. Con esa intención llegan nuevos ricos como el Manchester City o potencias del Este como el Shakhtar ucraniano o el Zenit de San Petersburgo, emparejadas en el mismo grupo que el Oporto.
Ese elenco de laureados recupera al españolizado Benfica (Nolito, Capdevila, Javi García y ex futbolistas de la Liga como Aimar, Saviola o Garay), con opciones serias de llegar a octavos de final en un grupo en el que tanto lusos como Manchester United parten como claros favoritos ante el Basilea suizo y los rumanos del Otelul Galati. También vuelve el Borussia Dortmund, campeón alemán que madurará el talento que alberga ante Inter, Lille y CSKA de Moscú. Los ocho grupos se completaron con el que integran Arsenal, Marsella, Olympiacos y Trabzonspor, invitado de última hora tras la exclusión del Fenerbahçe.
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