Camino recto para el Barcelona
Solo el Milan parece inquietar al equipo azulgrana, que se batirá con los desconocidos BATE Borisov y Viktoria Pzlen
El Barça que defiende el laurel de oro en la competición, ha tenido un sorteo amable. Se mide con el Milan, el BATE Borisov y el Viktoria Plzen; un rival potente que busca recuperar su crédito europeo; y dos oponentes desconocidos.
En el Milan juegan, entre otros, dos viejos conocidos para la parroquia azulgrana, como Zambrotta e Ibrahimovic, futbolista que no cuajó en la idea del Barça, por más que fuera el fichaje más caro en su historia, que salió por la puerta de atrás del club y despotricando del técnico, a que tildó de filósofo. Un equipo potente el italiano, con una defensa renovada, con Mexés y Taiwo, además de Thiago Silva y Nesta, y una delantera que es pura dinamita, con Robinho, Pato, Cassano y el propio Ibra. En el medio, sin embargo y tras la marcha de Pirlo, flaquea un tanto, con Emanuelson y Van Bommel, fichados en el mercado invernal del curso anterior, con el oxidado pero siempre válido Seedorf, el guerrillero Gattuso y el desbravado Flamini. En la portería, en principio, juega Abbiati, aunque Amelia y Roma ponen en entredicho esa titularidad, siempre débil desde que se marchara Dida.
Otro rival es el BATE Borisov, bielorruso, poco conocido y que más que por sus jugadores, su dificultad se mide por el viaje, por el frío y el campo al que se enfrentará la expedición. El equipo, que nutre en gran medida a la selección, no tiene grandes estrellas, y solo destacan los brasileños Bressan -un mediapunta con buen toque- y el goleador Porfirio, además del central ruso Simic. Dirigido por Viktor Goncharenko, el equipo ha llegado a la Champions después de eliminar en la fase previa al Linfield Belfast, norirlandés, al Ekranas, lituano, y al Sturm Graz, austriaco. Un club, en cualquier caso, que el Barça le tiene cierto cariño porque es de donde salió Alexander Hleb, futbolista que militó como azulgrana hace dos temporadas.
El conjunto que completa el grupo es el Viktoria Plzen, checo. Un club modesto que cuenta con un estadio de apenas 7.000 espectadores, campeón de la Liga por primera vez en el curso pasado. El técnico Pavel Vrba cuenta con una plantilla única y exclusivamente conformada por jugadores checos y donde destacan el trescuartista Horvath y el delantero Marek Bakos, el punto y final al juego colectivo.
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