Maradona incombustible
La Asociación del Fútbol Argentino quiere que continúe hasta el Mundial de 2014
Si Argentina tomó como referencia la experiencia de España para sancionar recientemente una ley de matrimonio gay , ¿por qué no hace lo mismo a la hora de definir un proyecto que lleve a su selección de fútbol otra vez a una consagración mundial?, se preguntan algunos hinchas albicelestes. Pues no. Argentina no quiere un Vicente del Bosque, sino que insistirá con Diego Maradona.
Esta semana, el casi eterno presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, se reunirá con el ex astro del fútbol para ofrecerle la continuidad como seleccionador hasta el Mundial de Brasil 2014, pese a que su equipo quedó eliminado en la última Copa de Sudáfrica en cuartos de final con un lapidario 0-4 ante Alemania. Atrás quedaron las palabras de un deprimido Maradona tras esa derrota: "Mi ciclo está terminado". Otros seleccionadores que llevaron a Argentina hasta la misma instancia en un Mundial, como Daniel Passarella (1998) y José Pekerman (2002), se apartaron tras la eliminación. Pero Maradona, que no ha renunciado formalmente y se mantiene recluido en su casa desde que regresó a Buenos Aires, el pasado día 5, es un intocable para muchos hinchas argentinos y además cuenta con un apoyo que viene de fuera del fútbol: hasta la presidenta de su país, Cristina Fernández de Kirchner, lo ha respaldado. "Aguante Maradona, la selección y Argentina", dijo Cristina Fernández tras el 0-4.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, de influencia en el club Quilmes, que recientemente ascendió a Primera División, sugirió "apostar por un proyecto sostenido en el tiempo", aunque intentó aclarar que la continuidad de Maradona no tendría influencia en el proyecto político de los Kirchner, que anhelan una victoria en las elecciones presidenciales del año próximo, cuando se juegue en Argentina la Copa América. Aníbal Fernández añadió que el Gobierno no se entrometería en la decisión de Grondona de elegir seleccionador, más allá de que el año pasado el Estado hubiese solucionado el problema de las deudas de los clubes al estatalizar las transmisiones de televisión de primera por un valor que duplicaba los derechos que abonaba una productora privada.
El pasado miércoles, un día después de las declaraciones del jefe de Gabinete, se reunieron los 27 miembros del comité ejecutivo de la AFA. Tras el encuentro, el portavoz de Grondona anunció que entre mañana y el miércoles dialogarían su jefe y Maradona, por primera vez después de la eliminación del Mundial, el 3 de julio. "El presidente de AFA le va a pedir a Maradona, a los efectos de elevar al comité ejecutivo, un informe, un balance y un proyecto para retomar el vínculo contractual por otros cuatro años más", dijo el portavoz. Varios dirigentes de la AFA confesaron a la prensa argentina, sin reconocerlo públicamente, su sorpresa por la decisión de Grondona: algunos creían que solo le renovarían el contrato a Maradona hasta la Copa América y otros pensaban que pesaría más el rechazo de 13 de los 27 miembros del comité a la continuidad del campeón del mundo de 1986 como seleccionador, después de un año de trabajo.
Fuentes ligadas a Grondona adelantaron a la prensa argentina que el todopoderoso jefe del fútbol argentino, de 78 años (lleva 31 presidiendo la AFA), le impondría a Maradona cambios en su cuerpo técnico. Informantes cercanos al seleccionador respondieron que no acepta nunca condiciones.
Apoyo de jugadores
La noche después de la eliminación de Argentina ante Alemania, varios jugadores fueron a la habitación del seleccionador en la concentración de Pretoria para pedirle su continuidad en el puesto. Entre ellos, Lionel Messi, Carlos Tévez, Gonzalo Higuaín, Ángel Di María y el yerno del entrenador, Sergio Agüero. No fue el caso de Juan Sebastián Verón, Javier Mascherano o Gabriel Heinze, tres de los jugadores con más influencia en el grupo. Heinze respaldó después públicamente a Maradona, mientras que el padre de Verón lo criticó por llevar a su hijo a Sudáfrica a jugar en un puesto extraño a su juego habitual.
Maradona y sus futbolistas recibieron el apoyo de 10.000 hinchas que los recibieron en el aeropuerto. Después llegaron los respaldos del Gobierno y de dirigentes de la AFA, como Passarella, campeón del mundo de 1978 y 1986, actual presidente del River Plate y durante muchos años enemigo de Maradona. "Estoy deseoso de que Diego siga, pero debe reconocer que hubo errores", opinó.
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