Aragón acusa al MNAC de “dejadez” en los murales románicos: “Es más seguro el Monasterio de Sijena”
El Gobierno cree que el traslado es necesario para su “conservación” y propone hacerlo fraccionando las pinturas en 72 piezas


El Gobierno de Aragón ha presentado este martes las conclusiones de los informes que sus técnicos realizaron en julio pasado de los vestigios de las pinturas románicas originales del monasterio de Sijena que actualmente se exponen en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). El análisis rechaza la tesis del equipo de conservación del museo catalán acerca de la suma fragilidad de las pinturas debido a su reactividad química y al riesgo de trasladarlo. De hecho, el director general de Cultura, Pedro Olloqui, ha denunciado “la dejadez en el cuidado” de las obras del siglo XII en Barcelona y ha afirmado: “Es más segura su instalación en el monasterio de Sijena”.
Según ha expresado, durante la inspección realizada a finales de julio, se halló tras las pinturas “una fuerte contaminación del espacio, con abundante suciedad”. En una fotografía mostrada es visible una colilla de cigarrillo. Y la encargada de los trabajos técnicos por parte de Aragón, Natalia Martínez de Pisón ha asegurado que el análisis ha permitido hallar humedades en diversas zonas de dos arcos de los murales, que podrían corresponder con unas humedades presentes en el techo de la sala y no visibles porque lo cubrían los bastidores. La técnica ha explicado que en alguna imagen hay rastros de escorrentías, por lo que sospechan que no eran meras humedades sino filtraciones directas de agua.
El MNAC califica de “falsedad” la acusación del Gobierno de la Diputación de Aragón. El lunes remitió un documento a la instructora del caso en el que aseveraba: “la probabilidad de filtraciones de agua en este espacio y su afectación directa sobre las pinturas es prácticamente nula, debido a las características físicas del edificio, el entorno constructivo de la sala y el carácter independiente de la instalación museográfica respecto de los muros que la contienen” y que las humedades existentes en el techo debían ser anteriores a la instalación de los murales románicos en 1995 y que no fueron pintadas. Defiende asimismo que esas manchas son “antiguas” y las estructuras de madera sobre las que están secas.
Con todo, según las explicaciones de Olloqui, el estado de las pinturas es “estable, muy similar al estado original de la pintura” cuando fueron arrancadas y que el desmontaje, transporte hasta el cenobio oscense y posterior montaje “no presentan riesgos significativos”. Martínez de Pisón, por su parte, ha asegurado que las pinturas, “tuvieran que venir o no, demandan de una intervención”. “El riesgo cero no existe”, ha admitido, para después quitar hierro al traslado: “la previsión de riesgo es mínima”. El plan que propone el Gobierno aragonés supone el desmontaje de las pinturas en 72 piezas, la más larga de algo más de tres metros.
El legado del monasterio de Sijena es el centro de un largo litigio judicial que ha enfrentado al Gobierno aragonés y al Ayuntamiento de Villanueva de Sijena con el MNAC. En mayo pasado, el Tribunal Supremo sentenció que las obras debían volver al lugar de donde fueron arrancadas en 1936, en plena Guerra Civil y después de que unos milicianos quemaran el recinto eclesial, fuego que destruyó el tejado y afectó severamente a las pinturas, que fueron arrancadas de urgencia y trasladadas a Barcelona. El fallo tiene que ser ahora ejecutado por un juzgado de Huesca, lugar donde se libra una última batalla de calado técnico. Mientras la parte aragonesa busca argumentos para acelerar los trabajos de restitución, el MNAC (y ahora la Generalitat) intenta convencer a la jueza de que el museo alberga las mejores condiciones para el cuidado de los murales, que cualquier movimiento revestirá daños irreversibles y que el traslado supondrá un gran troceamiento de los bastidores. La dirección no quiere asumir unos trabajos que pueden malmeter un bien patrimonial catalogado y cuya debilidad está avalada por el Centro Internacional de Estudios de Conservación y Restauración de los Bienes Culturales (Iccrom), mayor autoridad en la materia.
“Falta de diligencia” al no ser catalanas
Justamente, Olloqui ha querido desmentir ese “relato interesado, idealizado y mitificado”. Es, ha subrayado, “falso e inexacto”. De hecho, en el marco de una rueda de prensa en Zaragoza, ha dicho que para el MNAC las obras que revistieron los muros y arcos de la sala capitular del monasterio de Sijena “son valoradas pero no son queridas, porque son patrimonio cultural de Aragón” y “no tienen el cuidado debido”. Su ataque ha ido más allá cuando, preguntado por un periodista, ha dicho que el MNAC no ha cumplido con “los estándares deseables y necesarios”, que “falta la diligencia suficiente” y que “si ese patrimonio hubiera sido de Cataluña hubiera sido más querido”.
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