Las redes sociales destapan el deterioro de un valioso manto bordado de la Virgen de la Macarena de Sevilla
La hermandad que custodia la icónica talla se ve obligada a reconocer que la obra deberá ser restaurada “tras un accidente ajeno”a la entidad, ante la exigencia de explicaciones por parte de los hermanos en internet
Un mensaje en redes sociales levantó la liebre sobre el mal estado del conocido como manto de los Cisneros, uno de los más icónicos con los que se suele vestir la Virgen de la Macarena, una de las tallas más icónicas de la Semana Santa de Sevilla. Un miembro de esta hermandad, bajo anonimato, denunció a principios de esta semana que el pasado mes de octubre, durante los cultos de la Virgen del Rosario —otra de las titulares de la cofradía—, el camarín de la Macarena apareció cerrado. Se informó entonces de que había habido un problema con la puerta debido a las lluvias de la borrasca Aline, pero este hermano denunciaba en su red social que, en realidad, “habían tenido que retirar del culto” la imagen “porque se estaba mojando debido a una gran gotera y el manto de los Cisneros salió mal parado”, y que “la Junta de Gobierno de la Macarena mintió”. El manto fue retirado del museo de la hermandad y volvió a reexponerse recientemente visiblemente deteriorado, según las imágenes de la tela antes y después que acompañaban la publicación.
Algo muy grave. En los cultos de la Virgen del Rosario de Octubre se mojó la Virgen de la Esperanza y el manto de los Cisneros. El manto ha quedado en muy mal estado y desde la @Hdad_Macarena no han informado a sus hermanos y devotos, llevándolo todo en secreto. pic.twitter.com/AcjEJzL68w
— RafaD91 (@RafaDJ91) June 17, 2024
En una hermandad como la Macarena, con casi 17.000 hermanos —más que muchos municipios españoles― repartidos por todo el mundo, este mensaje prendió en las redes sociales y rápidamente se sumaron otros perfiles —muchos anónimos también― que recriminaban la falta de transparencia de la Junta de Gobierno y su menosprecio hacia el patrimonio y ofreciendo otras versiones, todas relacionadas, eso sí, con problemas de humedad —no fue una gotera, sino unos aspersores contra incendios averiados―, hasta el punto de que un grupo de hermanos ha empezado a recoger firmas para convocar un cabildo extraordinario (una asamblea que reúne a los integrantes de la hermandad) para que sus actuales dirigentes expliquen lo ocurrido.
Hasta ahora la hermandad ha evitado aclarar lo que había pasado con el manto. Preguntado por este diario sobre las causas del aparente mal estado y las acusaciones vertidas en internet, el hermano mayor de La Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, señalaba que todo estaba “muy claro”, pero remitía al equipo de comunicación, que aseguraba que no iba a responder a las “supuestas informaciones” que estaban circulando y pedía “rigor”. Un día después, la Macarena se ha visto obligada a aclarar de manera oficial que “está prevista la intervención en el futuro próximo y sustituir el soporte y los bordados a un nuevo terciopelo”. La hermandad explica que el deterioro se produjo por “un accidente absolutamente ajeno” a la entidad, del que no había informado porque “pretendía iniciar este proceso [el de la restauración] con discreción y normalidad”.
“El estado del terciopelo es irrecuperable”
“Algo ha pasado”, reconocía este miércoles a este diario uno de los responsable de CYRTA, un prestigioso taller de restauración sevillano que, de acuerdo con el comunicado de la Macarena, asesoró a la hermandad para que se realizara el traspaso de los bordados a otro: “En redes sociales todo se sobredimensiona y hay mucha gente a la que le gusta generar alarma”. Este esperto explica que el cambio de soporte es la única opción para salvar el manto. “El terciopelo está en estado irrecuperable”, afirma. Ahora la hermandad deberá buscar el taller que se encargue de esta tarea. “Eso lleva tiempo y la pieza sufre, pero los bordados sí se encuentran bien conservados”, añade.
Esta es la misma conclusión a la que habían llegado otros cuatro talleres de bordado que en estos meses han visto la obra, según adelantó anoche el programa El Llamador, referente de la información cofrade andaluza, que explicó que es la misma solución que habían aportado los restauradores de la hermandad. El programa de la radio pública andaluza confirmaba la versión del fallo en el sistema antincendios del camarín, captado por las cámaras de seguridad, que pudo afectar a la parte posterior de la virgen, pero sin dañar la talla, que también tuvo que ser revisada.
El conocido como manto de los Cisneros —por la familia que lo donó― es una obra José Guillermo Carrasquilla, realizada en 1967 a partir de bordados del palio diseñado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda. La capa fue restaurada en 1995 por el taller de Fernández y Enríquez, en una intervención que también generó una gran controversia, porque se modificó el soporte, de una tonalidad azul turquesa muy característica, por un terciopelo verde, que es el que lleva actualmente.
“Como conservador del patrimonio con más de 20 años de experiencia no puedo ofrecer una valoración clara de si el manto está deteriorado a partir de dos fotos que no tienen contexto y no se sabe cuándo fueron tomadas”, explicaba José de León, conservador de patrimonio y divulgador cultural. De León quiere llamar la atención sobre el origen de la información inicial, amparada en el anonimato. “El espíritu Alvise se ha metido en las cofradías, todo el mundo se cree con derecho a opinar de todo”, se lamentaba.
Son varias las cuentas y los grupos desde los que se han movido las críticas a la Hermandad de la Macarena por su supuesta falta de transparencia, que luego han generado respuestas por parte de resto de la comunidad de internautas cofrades. Muchos de estos perfiles están vinculados con futuros aspirantes a hermano mayor, cuyas elecciones se celebran el año que viene y a las que Fernández Cabrera ya no puede presentarse.
De León, no obstante, es claro: “La hermandad estará trabajando con sus restauradores, que son unos estupendos profesionales, e incluso con la compañía de seguros para que asuma costes. Los trabajos de restauración tienen sus tiempos y si el problema es de humedad hay que intervenir cuando se den determinadas condiciones de temperatura…”.
Pero aún queda mucho recorrido para la polémica y el intercambio de opiniones en las redes sociales. Cuando se confirme que el manto deberá ser restaurado, la cuestión será si deberá devolverse a su versión actual o convendría remontarse al turquesa original. “La hermandad seguro que es lo que está valorando ahora mismo”, asegura el responsable de CYRTA.
Babelia
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